Aventis Emiro Vera Suarez
Todavía en los medios
impresos, aparecen artículos donde se proyecta el triunfo del presidente, Hugo
Chávez Frías y los agravantes de la derrota caprilista. Algunos aciertan, otros
especulan y otros acuden a la racionalidad. Lo cierto es la vinculación
arraigada entre el presidente y su pueblo que va desde el plano de identidad
nacional hasta lo religioso. Lo que indica un avance informativo como
pragmático del proceso revolucionario, pero se han tomados decisiones acertadas
para acelerar los planes de la república bolivariana centradas en el Proyecto
Simón Bolívar. La oposición como movimiento, viene impulsando la
despersonalización del presidente y los retos de su dinámica interna como
futura estructura de gobierno, obviando que la infraestructura legislativa del
Estado tiene una mayoría oficialista. No desean reconocer sus errores
financieros cuando acuden a empresarios, banca comercial, USAID y organismos extranjeros de sistematización
electoral expertas en destabilización política.
Lo cierto, la
revolución democrática que experimentamos los venezolanos debemos pasar a una
tercera fase o etapa. La verdad, en
Carabobo estoy escéptico porque existe una ambigüedad en el control del poder y
los candidatos, como los alcaldes y ex gobernadores no han satisfechos las expectativas del pueblo en esta región
venezolana. La realidad es otra, es tiempo de luchas sociales hacia la
integración nacional y la unidad laica y religiosa al lado de la figura
presidencial de Hugo Chávez Frías, pero, existe una nueva realidad
nacionalista, los votos se bregan dentro de los campamentos y urbanizaciones
populares, el cambio político en Venezuela
no es magia, se necesita mucho trabajo y esfuerzo por parte de las comunidades.
Necesitamos visibilidad
en el desarrollo nacional y no exhibiciones de quienes administran el Estado.
El futuro del país se levanta como un muro para darnos una visibilidad real
sobre lo cierto del desarrollismo y beneficios del Estado hacia su pueblo. Hay ritmo y tiempo de ejecución, o cierto es,
que debemos enfrentar nuestro sistema nacional de valores.
Hay que sincerar la
economía e identificar mejor los costos de farmacias y alimentos. Porque las
cadenas se llevan todos los costos de ganancia por producto psicotrópicos o
alimentarios, llevándonos a una inflación y especulación muy alarmante. Lo
importante es contrarrestar las conductas contrarrevolucionarias de algunos
gobernadores y alcaldes que fueron elegidos a través del voto consolidado del
PSUV, y aparecen de nuevo en los mismos puntos clave del acontecer nacional. En
este sentido, exigimos controles de seguimientos a estos personajes que no
inspiran respecto en el movimiento popular.
Vamos hacia nuevas
reformas de La Constitución Bolivariana, quizás a una constituyente. Es tiempo
ya de enmendar errores que originan indisciplinas en el escenario partidista
nacional.
Las mujeres de los
barrios le paren a Chávez, por su arraigo personal, constituyéndose en una
agenda religiosa y futurista, ya los militares están en el poder junto a los
civiles, en una alianza nunca vista en mi país. Necesitamos una esfera
económica limpia de monopolios dentro de las mismas instituciones, el
socialismo es avanzar en plena democracia hasta llegar a la igualdad social.
Llamase como se llame, es polarizar las fuerzas productivas para llegar a un
punto de referencia, una política de mando y de establecimiento de relaciones
que nos permita construir un nuevo país.,
La operación remolque
ayudó al presidente Chávez después que grupos opositores utilizaron la
telefonía móvil y radio bemba para amenazar a los zamoranos y jóvenes del PSUV
en arrasarlos después de ganar el derrotado Randoski.- Una actitud muy positiva
e indicador de la importancia estratégica del trabajo político en los barrios y
sectores populares. Hay que fortalecer los liderazgos locales e ir conformando
bases del poder popular para lograr una unidad territorial en las votaciones o
cualquier elección de base comunitaria. Es el tiempo de las investigaciones y
redes sociales. Estos dos elementos abordan un diagnostico que se constituyen
en vocerías creíbles que nos permite tener rigidez en los programas de avance
social, donde cada liderazgo local tiene control sobre el empadronamiento de
los seguidores de una realidad sociopolítica.
La población venezolana
seguirá con el continuismo gurnamental, desea ver sus obras primarias
concluidas y no inventara observando el futuro, desea asumir sus riesgos y
responsabilidades nadie desea exponerse al fracaso. Desean ver un país
transformado tanto en lo tecnológico, como en lo educativo. Solo le tiene
aversión a la hegemonía del pasado, cuando observa dinosaurios de la cuarta
república en escenas políticas. Es la
patria que florece en cada una de las sectorizaciones presente en cada
lugar de nuestro territorio nacional. Es la tercera fase del socialismo
democrático que debemos profundizar para logar un criterio valido hacia la
nueva patria. Es el juego de nuestra libertad en una creencia religiosa. Es
hora de trabajar por Venezuela, bajo una plataforma ideológica actualizada y
ponderada.
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