Aventis
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Me es dificil entender
nuestro sumo interés por acercarnos a la economía y cultura china. Con un
mercado oculto por siglos y un crecimiento sostenido del 10%. Este país
asiático viene consolidándose en Latinoamerica, con un potencial en productos,
que, tiene en jaque a pequeños Estados abastecedores del Cono Sur, aparte,
China se fortalece como un participante estratégico en Venezuela y ven a éste
país como un sinónimo de oportunidad en negocios. Colombia y Chile no son
extraños a éste panorama y, siendo los chinos el tercer proveedor de
importaciones de Colombia, después de Estados Unidos y México, superando
incluso las importaciones venezolanas. El país hermano poco exporta a China en
la actualidad, porque, hay un análisis de la balanza comercial y surge un
conjunto de preguntas sobre la calidad de sus productos, teniendo en cuenta que
el Palacio de Nariño ha ordenado a los empresarios nativos proteger la
producción nacional y el empleo. La industria textilera colombiana ha sufrido
un daño muy significativo, debido a las importaciones de origen asiático a
precios bajos. Las variables económicas y financieras de la rama de producción
nacional presenta un daño que se refleja en la disminución de la utilización de
la capacidad instalada y pérdida de participación en el mercado.
Santos, se ha mostrado
atento a los cambios en el mercado y percibe las señales de sus consumidores
internos, para, fomentar competitividad dentro de sus empresas para responder
con calidad y precio a los competidores dentro del mercado nacional.
China es una
conceptualización capitalista y, como institución se interrelaciona para dar
cuenta de una producción y distribución de los bienes y servicios que las
personas necesitan para satisfacer sus necesidades y deseos materiales,
utilizando la mejor forma posible los recursos con los que cuenta el planeta.
Ante, esta
perspectiva, hemos fallado dándole a China mucha fuerza, basada en nuestros
bienes minerales convirtiéndonos en su colonia simbólica. Jamás en este tiempo,
hemos visibilizado en el análisis económico el papel fundamental del trabajo de
producción industrial y crecimiento poblacional, denominado por algunos trabajo
de cuidado familiar, para otros Misiones Sociales.
La emergencia
económica de China plantea importantes desafíos a nivel global pero, muy especialmente,
a escala regional. Las proyecciones de su creciente poderío en el ámbito
político,energético o en materia de seguridad, generan preocupación e
incertidumbres por las dificultades que implica la gestión de tan significativo
cambio en un contexto siempre delicado e incluso agravado por la nueva
dimensión nuclear de Corea del Norte: ¿Habrá un líder regional o varios. Cómo
serán las relaciones entre los principales países del área? En Asia podemos
distinguir cuatro grandes espacios: Asia central, Asia oriental, Asia
meridional yl Sudeste Asiático. En ese entorno coinciden tres grandes países:
además de China, Japón e India. Por otra parte, debemos tener en cuenta la
importancia de los intereses de Rusia, potencia en retirada como cercana por la
influencia de Vladimir Putin, y, sobre todo, de EEUU. A mayores, no debemos
olvidar que en esta parte del mundo, una de las áreas geoestratégicas más
importantes, las secuelas de la guerra fría son aún una realidad en contenciosos
como el que enfrenta a las dos Coreas o a China y Taiwán, con conflictos
largamente enquistados como el que enfrenta a India y Pakistán u otros de
importancia no menor, como los marítimo-territoriales que enfrentan a China con
Japón y buena parte de los países del sudeste
asiático. Así pues, el
dinamismo económico de esta región asienta, en términos objetivos, sobre un autentico
polvorín que no encuentra un sentido adverso contrario, plataformas de
seguridad que ayuden mitigar los
conflictos.
El equilibrio entre
las potencias de la zona reposa principalmente en políticas tradicionales de seguridad
nacional (China), en alianzas bilaterales (Japón) y, secundariamente, en
organizaciones multilaterales del tipo de seguridad cooperativa. No ha habido
en Asia un proceso similar al de
Helsinki porque en
Asia no ha funcionado la bipolaridad, ni zonas de influencia reconocidas, ni de
aceptación del estatus quo político o territorial(2). Tampoco después de la
guerra fría se ha evolucionado del todo hacia un sistema propiamente asiático
sino que se ha ido fraguando un
sistema
multidimensional, a la vez nacional (Estados), bilateral (EEUU), intra asiático
(ASEAN),ranspacífico (ASEAN, ARF) y global (ONU, AIEA).
Entonces, porque tanta
entrega de compromisos a los chinos, como las minas, planimetria y otros
asuntos internos de Estado.
El rápido desarrollo
de la República Popular China impone a EEUU la necesidad de definir el estilo de
las relaciones a establecer, pero por el momento, en su política exterior no
parece del todo claro que predomina, si la rivalidad o la asociación, variando
la preeminencia de una o de otra, según el caso. Y esa misma perspectiva
predomina en la posición de los dirigentes chinos, más allá de la consigna de
evitar los enfrentamientos y animar las inversiones. Esta actitud se explica,
una vez más, por la prioridad concedida al desarrollo. Las autoridades chinas
son conscientes de que EEUU es su principal socio e interlocutor, capaz de
aportar lo esencial de las inversiones y de las transferencias de tecnologías,
su principal cliente, así como la principal voz en las grandes decisiones
relacionadas con préstamos o con financiamientos internacionales.
La situación con Chile
es excepcional, los chinos se asentaron en los territorios anexados por Chile
después de la guerra del pacífico. Augusto Pinochett le asignó a los asiáticos
un conjunto de plataformas de ventas al por mayor, sobretodo de importaciones.
La República de Chile y China establecieron relaciones diplomáticas el 15 de
diciembre de 1970. A raíz de este momento, los vínculos bilaterales han crecido
sin inconvenientes
y las visitas reciprocas ante el presidente Piñera han sido
frecuentes, incluso, tienen una oficina de consulta política y el gobierno
chileno, apoya la posición china sobre los problemas de Taiwan y el Tibet.
En consecuencia, dejemos
quieto a Colombia y Chile. Los extraños, somos nosotros.