La Tecla Fértil
Emiro Vera Suárez
Las acciones
paramilitares en Venezuela tiene una data desde el año 1978 y la gran mayoría de
los venezolanos conoce de sus hechos y tema. Utilizan procedimientos que van desde la vacuna, secuestro,
microtràfico de drogas y sicariatos. Sin duda, una percepción del activismo
colombiano es meternos miedo y recrear actividades relacionadas con el delito.
Encontrar un culpable
es difícil, pero, la falta de control de los sistemas migratorios recrecía esta relación que nos lleva al
delito. Ya existe un escuadrón de activistas que agrupados en núcleos irregulares determinan un nuevo modelo
cultural venezolano. Hay una dimensión geopolítica que debe ser considerada por
los entes del Estado y, especificar quienes están conectados con éste grupo. El
paramilitarismo ha penetrado la delincuencia común, formando nudos delictivos
que controlan al Estado de derecho
vigente en este país Bolivariano.
El enemigo, que, se
encuentra frente a nosotros y busca ligarnos a un clientelismo imaginario que
denota la búsqueda de nuestra paz, a pesar del esfuerzo del gobierno.
Es de destacar el interés
de una facción política por destabilizar el país e incrementar la inflación. El
fin, es disminuir la capacidad productiva del Estado Bolivariano y originar un
gran desorden monetario.
El petróleo es un ápice
programado por Estados Unidos hacia Venezuela y la OPEP. Debemos, tomar en
cuenta la geopolítica de Arabia Saudita, un emirato payaso de USA y británicos,
como franceses. Esta interesado en una energía mas barata para destruir a Irán
y Rusia, por eso, se disputa en el Medio Oriente un nuevo liderazgo político.
Los precios del oro negro, siempre han sido volátiles y se busca un medio para
golpear a la OPEP y a Venezuela. Es una perspectiva preocupante por los
compromisos pendientes.
Los paramilitares,
desean generar crisis y caos, provocando muertes repentinas, desean que nuestra
energía toque fondo y se cumpla los ciclos mínimos históricos en estos últimos quince
años. Esto, trae como consecuencia que algunos países ya sientan la baja del
precio del oro negro.
Abrirse al debate es
necesario, el Estado busca ocultar datos que el pueblo debe saber,
entendemos que el secreto muchas veces
es necesario, pero, ya no es el tiempo
del oscurantismo o fusilarnos unos con otros como fue la intención de un
programa televisivo del Canal de gobierno y
que ya poco se ve, por el ego de sus participantes. Estas debilidades motivan al paramilitarismo a actuar. Tratar
bien los contenidos del acontecer cotidiano nos llevará a una realidad
conceptual, más no ficticia.
Hay que regresar al
periodismo de investigación y no jugar con la penetración silenciosa del país,
por parte de falangistas que buscan
derrotar el proyecto Simón Bolívar 2013- 2019. Es el momento de abrir nuestras
gargantas y denunciar a los infiltrados.
Todos ellos, ocupando cargos
gerenciales desde Venezolana de Televisión hasta los cuerpos policiales, un paramilitarismo
que se inició en Chile y Colombia, con características muy peculiares.
El objetivo es derrotar
al presidente Nicolás Maduro Moros, acabar con lo relacionado al Legado
Bolivariano y abrirle las puertas al neoliberalismo derechista.
Hay discursos que crean
contiendas entre camaradas, la corrupción
es el eje de discusión, temen confrontar la justicia y despiden a los socialistas, como ha pasado en empresas
del Estado como Venezolana de Televisión. Detengamos esto, el paramilitarismo
se alimenta desde nuestras filas, abramos el debate y de una, trabajemos por el
país, crece el Estado delictivo.
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