Aventis
Entramos a una agenda común en Latinoámerica a través de Mercosur y,
algunos países pequeños de la Cuenca del Caribe. La zona económica de la región
es histórica como fundamental, los presidentes estan obligados a unir las
capacidades y fortalezas para ejecutar las transformaciones estructurales
paralelas al desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia,
como naciones soberanas y justas.
Tomar conciencia, no es soplar ni hacer bombillos, debemos seguir
pariendo nuestra institucionalidad y fomentar la corte de Derechos Humanos del
Sur, todo integrado para darle respuesta a un sistema interamericano y así
lograr concretar el desarrollo de un espacio que fomente lo político, social,
cultural, económico, financiero, ambiental, a la vez impulsar la cooperación en
materia militar.
Todos somos progresistas, a excepción de Colombia y Perú. Es el sueño de
Simón Bolivár como de Hugo Chavéz Frías, vernos unidos en una identidad
hindoamericana, afroamericana. Son los inmigrantes llegados de todas partes del
mundo. Por lo tanto tenemos que tener una linea de desarrollo común, donde, se
nos de calidad de vida. Es la lucha contra el imperialismo, solo las decisiones
soberanas nos permitirán avizorar la unidad plena en la región, es con el fin
de confrontar el flagelo que quieren imponer países capitalistas.
Los desafíos de proyección se encuentran ligados a perfeccionar y lograr
el sueño de Bolivár, Chavéz, Cristhina, Evo, Mujica para hacer prevalecer la
historia, cultura y nuestro destino común, unir una amplia población latina.
El crecimiento de la economía sureña en la última década ha sifdo
bastante moderada, tenemos suficientes recursos enérgeticos para trascender y
producir en los diversos sectores, una respuesta modal para imponer estrategias
víables de acercamientos y ciertas similitudes con la nueva tecnología
industrial e informática que nos arropa.
Existen nuevas conyunturas políticas, hay que reconstruir estas nuevas
experiencias y evitar los declives de los partidos tradicionales que tomaron un
fuerte despretigio.
Los candidatos de la derecha sureña no tienen arraigo popular, desnudan
su centralidad a los sets de televisión y a las páginas de los diarios, nunca
han representado a las bases y su lenguaje tiene un carácter estrictamente
visual. En suma, luego del sacudón producido en varias jornadas electorales, la
derecha empieza a reagruparse con nuevos métodos y rosros, aunque fieles a sus
viejos intereses.
La vida de millones de latinoamericanos depende nada más y nada menos
que de las condiciones de nuevas tecnologías, es la tensión de un pasado que se
niega a morir y un futuro que esta naciendo, bajo la visión de Martí, Zamora,
Sucre, San Martín, Bolivár, Miranda y Cháavez Frías. Le toca al presidente
Nicolás Maduro insatrumentar ese carácter progresista de las naciones y unión
de los pueblos.
Durante un acto realizado en el Poliedro de Caracas en conmemoración de
los 60 años del natalicio del líder socialista, el ex presidente de Honduras,
Manuel Zelaya destacó que “el comandante, es el más grande líder que ha
producido América Latina, en los últimos tiempos, fue un gran estadista, revolucionario
y profeta de los acontecimientos del Sur y el mundo”.
En Venezuela, el calor político implíca una metodología con metas
acordadas para el desarrollo y Rusia esta dispuesta a ayudarnos para lograr un
conjunto de negociaciones internacionales que requiere un horizonte largo y la
propuesta de una imagen.
Vínculante en el esfuerzo informático y mediático. Los cancilleres
afirmaron todos los términos de las propuestas de Mercosur, a la vez, apoyaron
un proceso de dialogo amplio y rspetuoso, tomando como referencia la Conferencia
Nacional de Paz, para lograr en
cifras un término definitivo para el manejo
informátivo de nuestra tecnología.
Incluyendo a Chile, los sureños desean una democracia más participativa
y buscar disminuir las desigualdades sociales y la universalización de los
derechos.
Integrarnos con Rusia es fomentar un verdadero consenso que en la práctica interesa a todos nuestros
pueblos, porque, independientemente de la ideología, las diversas regiones del
Sur, vienen construyendo verdaderos bloques económicos y políticos, de allí que
el Caribe debe unirse a nosotros.
Es evidente, sin embargo, debemos avanzar mucho más, las visiones deben
ser a corto plazo y, es imprescindible construir una voluntad popular de unión
para el triunfo de la revolución socialista y democrática, que, despierte
Latinoámerica, Es necesario conjugar las nuevas políticas y sortear los
obstáculos impuestos por el bloqueo norteamericano a varias naciones y actualizar
la organización social y económica del continente
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