Por: Emiro Vera Suárez | Viernes,
30/01/2015 11:40 AM |
Los niveles de conflictividad en el mundo político y económico venezolano,
tiene hoy una diversidad de parámetros que ha llegado a ciertos niveles de
abuso a la soberanía nacional y a una violación constante de la seguridad
social de los ciudadanos residentes en este país. Más allá de la caída de los
precios del crudo, debemos evaluar las relaciones comerciales y transacciones
con los países que convergen en nuestro contexto político, a simple vista
observamos moratorias en los pagos por no atender debidamente los cortes de los
mismos y la llegada de productos manufacturados y médicos a nuestros muelles.
Lo que indicó es que, existen niveles de insolvencia que vienen reflejándose en
las empresas contratadas por su bajo perfil en la economía internacional, ya
globalizada desde una fijación del mercadeo.
Venezuela, constituye un gran desafío para Mercosur, por el control que
viene tomando el poder militar hacia las distintas jerarquías política y,
sobretodo, la base alimentaria, originándose contradicciones en el aspecto del
contrabando de extracción y cuando se le quita a un ciudadano un producto para
su consumo familiar en algún punto de control del Estado Venezolano, cuando la
Constitución Bolivariana de Venezuela ampara algunos criterios sobre el
tránsito por el país.
A pesar de las continuas devaluaciones,(11) y los ajustes a precios de
productos de consumo masivo y a la futura operatividad en el cobro de peajes,
hay una fuerte inestabilidad social por los desafueros de algunos funcionarios
públicos y la base militar del país, donde el pueblo no es ignorante a ello,
exigiendo una contraloría social ampliada.
Los venezolanos, deseamos observar sobre Venezuela, un nuevo panorama
socio- económico. Y que, militantes socialistas asuman cargos que hoy, ejercen
los militares y que ellos, han sido inefectivos en su ejercicio de control y
administración de esos bienes, obviando la naturaleza de la soberanía
republicana y bolivariana gestada por el Comandante, Hugo Chávez Frías y grupo
de soldados que sí aman al país al lado de un pueblo brioso y reflexivo.
A la economía se le debe reconstruir desde su base primaria, ir a los
campos a sembrar, controlar a los bachaqueros y amantes del sector informal
para llevarlos a las fábricas y darles seguridad social, que, paguen sus
cotizaciones como lo hicieron en el pasado muchos venezolanos, es programa
progresivo de trabajo, como de motivación social de carácter geopolítico y
territorial.
Esto, no es una guerra económica en su totalidad, es un desorden
administrativo en bienes, como en la administración de cada institución. La
carencia de una contraloría comunal y financiera nos tiene contra la pared y
nuestros partidarios del Psuv deben hacer largas colas en mercados privados,
porque los Pdval y Mercal no les garantizan alimentos, solo en la región
capital de una manera proporcionada y discreta.
El presidente, Nicolás Maduro Moros, debe concretar sus discursos y
mensajes. Evitar las diatribas como confusiones de interpretación al pueblo
llano. Es el momento de redefinir el rumbo del Estado Venezolano y orientarlo
hacia una nueva dimensión de estructura, reformando ciertas leyes y
determinando otras, descritas en el Plan de La Patria El fin debe ser común a
todos. El cronograma de trabajo no debe ser jamás solo de la cúpula del Psuv,
debe ser compartido por los medios afectos al gobierno bolivariano con el
objetivo de avanzar hacia nuevas perspectivas.
Otro asunto, es luchar contra la burguesía y oligarquía venezolana, quienes
vienen destruyendo las relaciones de progreso del Estado Venezolano y cuentan
con un gran aliado, la banca internacional como las multinacionales que se
arropan en esa realidad universal llamada globalización.
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