Aventis
Querellas y no soluciones, ANC- Venezuela
A los viejos izquierdistas y demócratas, nos costó
reconstruir el país desde la década de los setenta (70). La lucha contra las
élites fue muy intensa y, tuvimos que sortear los entendidos para no entrar en
crisis. Ahora, nos hablan de una guerra económica que no existe, porque, fueron
sus protagonistas quienes endeudaron al Estado Bolivariano de Venezuela y
llevarnos, precisamente a este caos financiero.
Después de Chávez, el socialismo ha sido falseado
por un grupo de pseudo dirigentes provenientes de la vieja guardia
socialcristiana y adeca, cuyo fin fue poner en práctica un liberalismo
económico, cuya historia política es difícil de disipar. Estos dirigentes,
pactaron con las élites económicas para atrincherar al pueblo hacia el caos y
el hambre, no hemos tenido suerte.
De verdad, los venezolanos, jamás seremos republicanos,
en nuestra conciencia se encuentra fundamentado, el colonialismo español que ha
influenciado en un nacionalismo disolvente.
Nos han tratado de inducir en un catolicismo permeante
y un sectarismo frágil.que, en cierta forma explica nuestra religiosidad, pero,
poco la practicamos y, solamente la sociedad civil se manifiesta mediante la familia,
ya que fuimos una sociedad sólida y profundamente secularizada.
Sin duda, en la actualidad, esas élites europeas se
movilizan hacia occidente, utilizando un discurso netamente capitalista que
tiene poco gusto con la tolerancia y la libertad, la búsqueda de una
conversación razonable, mediante el diálogo. Toda la nueva izquierda, tuvo que
reorientar su discurso y los intelectuales elaborar campañas anticapitalistas
radical y antiliberal, pero, el mercantilismo busco nuevos aliados y, esa
izquierda se pleno de un conocimiento cifrado en el capital y, en el caso
colombiano se toparon con el mundo de las drogas para sustentarse.
Ahora, se han unido con la izquierda, tres culturas
que tienen una relación directa con el fundamentalismo islámico y, el mundo
árabe presente en mi patria, más allá de orar con Mahoma al lado, también refleja
una tendencia al yihadismo para tener la fuerza suficiente como, para atacar la
existencia el existir de las naciones europeas y disolver, en principio, la
anomía de los países occidentales.
En Venezuela,
salvamos distancias, estamos en la búsqueda
de un rayo de racionalidad que ilumine la encrucijada constitucional que
atraviesa nuestro país, desde que las formaciones independentistas y libertad decidieron
mutilar el pacto social, desgarrar la convivencia y tomar partido por el
incumplimiento de la ley. Hay grupos anárquicos que obviaron el Legado de
Chávez y el Plan de la Patria verdadero.
El ritmo al
que se han producido los acontecimientos en las últimas semanas causa
perplejidad y preocupación, al tiempo que nos asegura varios capítulos más en
un relato cuyo hilo conductor ha sido la obstinada e hiriente provocación por
parte de las fuerzas opositoras y la entrega de La MUD ha diálogos no convincentes.
Es indudable que sería prematuro e irresponsable anticipar el desenlace de esta
crisis, pero sí es posible, en cambio, plantear algunas reflexiones al hilo de
las decisiones adoptadas en las últimas semanas.
"Nuestra
Constitución Bolivariana ha dejado atrás la tierna adolescencia del
bipartidismo vertebrador"
En primer
lugar, una reflexión sobre la fortaleza
del Estado nacido de la Constitución, capaz de sobreponerse a
algo más que una tentativa de destruirlo. En menos de 24 meses nuestra Constitución ha dejado atrás la
tierna adolescencia del bipartidismo vertebrador de toda nuestra
vida política para precipitarse de bruces en la edad adulta, con la aparición
de un multipartidismo atenuado que durante Cortos meses no ha permitido la formación de Gobierno, revelando las
carencias del procedimiento de investidura y las insuficiencias de su carácter.
Tras resolver con éxito aquel trance de la vida adulta, nuestra Constitución se
ha enfrentado a un desafío mucho mayor, provocado por quienes desde las
instituciones autonómicas alumbradas por ese mismo texto constitucional han
pretendido abiertamente y sin ambages su destrucción, invocando una suerte de
título jurídico anterior y superior, en nombre del cual se sienten legitimados
para incumplir la ley y desobedecer las sentencias judiciales de forma palmaria
y sistemática.
La segunda
reflexión tiene que ver con el cuestionamiento de la democracia representativa
y protagónica, que subyace en el desafío liberador. En efecto, la desobediencia
patrocinada por el Gobierno, ante el Legado de Chávez, intenta justificar en un
inaplazable mandato del pueblo, una acción política, expresada en la
irreverente votación, como manifestación de un pretendido derecho a decidir,
construido en términos absolutos. La dictadura
Es innegable que la
democracia representativa y protagónica acusa cierta fatiga de materiales y que
en términos de emoción política es mucho más monocorde y aburrida que otras
fórmulas más audaces en la retórica, pero absolutamente turbias en su
legitimidad. Debemos ser muy conscientes de lo que nos jugamos y, sin renunciar
a dinamizar y actualizar la democracia parlamentaria, reivindicar lo que tiene
de arquetipo de participación política. Chávez dejo los pasos a seguir, todo es
violentad
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