Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

domingo, 19 de julio de 2009

Fusión y Convivencias// PAREJA, ENCENDER LOS ANILLOS DE FUEGO




Afortunadamente, no todo es visible en la vida y debemos indagar sobre lo que sentimos en nuestro corazón y encogernos un poco para apreciar la lluvia y la brisa marina, cuando estamos cerca del malecón de Puerto Cabello o simplemente a orillas del mar, todos los días son luminosos para festejar nuestro largo viaje por la existencia para quedarnos perplejos ante lo que nuestros ojos han visualizado en estos últimos años. Los siete anillos de fuego se extienden como un aliento gélido sobre nuestro cuerpo para penetrarse más allá de nuestra conciencia e iniciar la construcción de nuestras vivencias y así darnos cuenta de una gran fuerza vertiente que es el amor.
En ese momento de conocerse, los anillos se encrespan junto las olas para hacer crecer el oleaje y hacernos perder la mirada ante la inmensidad de las aguas, donde solo hemos de tomar dos para hacer estremecer la enorme y escalofriante armadura corporal que tenemos y, desde allí, iniciar la historia y forjar los diecinueve anillos que tiene nuestra vida eclesial.
Cada anillo es una alianza con una luz brillante que protege el género contra separaciones y rupturas sentimentales, algunas veces estos distanciamientos provienen de las manipulaciones y presentimientos de otras personas que reflejan una relación equivoca con su relación anterior. Por lo tanto, el anillo constituye un símbolo de continuidad, a la vez que protege y aísla a la pareja de las falsas promesas y la envidia. En esos anillos observamos varias etapas que se expresan en un largo y divino noviazgo para disfrutar de una libertad que responde al disfrute y organización familiar. Ese disfrute esta expresado en el placer con la pareja y nuestra vida profesional. Es balancear las convicciones religiosas con nuestros propósitos para lograr abrazar lo significativo de la experiencia secular.
Una ciudad fascinante nos aloja en cada espacio de esa etapa que tiene sus fases para plantearnos con la sabiduría espiritual que solo Jehová puede darnos y hace de nuestra experiencia amorosa algo inolvidable. Así lo manifestó el párroco de Tovar, (Mérida), cuando señaló que nuestra vida es un Don del Espíritu Santo y debemos aprovechar esa condición para aprender de Dios la simbología de nuestras vivencias. Lo importante es llevar el ritmo y la intensidad de nuestras sensaciones a cada instante. Es asumir el abrazo como una manera de reconocer a nuestra pareja y el beso como la puerta de los anillos que oxigena el cuerpo cuando tocamos la puerta de la felicidad.
Los impulsos sentimentales serán verdaderos hilos de un aguacero que se hará constante y tupido, donde nuestro cuerpo se envolvería en una fatiga caminante, donde, podemos observar algo fatigado la majestuosa figura de una mujer que solo nos ofrece hospitalidad en su corazón
* filósofo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico