Aventis
EL GESTOR AMBIENTAL Emiro Enrique Vera Suárez


Ningún credo o raza puede tener el control para la búsqueda de la verdad y por eso, es necesario mostrar el conocimiento de los valores morales. El gestor de gestión ambiental debe poseer un entrenamiento técnico indispensable que fue adquirido durante su aprendizaje en La Misión Sucre, por lo tanto se requiere honestidad en las actividades inherentes a su ejercicio profesional, aún cuando lo ejerza en el campo o en los campamentos endógenos, debe ante todo tener una proyección social que integre la compleja maquinaria vecinal a través de las juntas comunales. Lo que indica que el ejercicio de esta profesión debe estar cimentado sobre sólidos fundamentos de respeto a los derechos de quienes están ligadas en una u otra forma a la prestación de los servicios ambientales.
El gestor debe establecer reglas y normativas mínimas que deben cumplir los parroquianos y tiene que sintetizar el espíritu que debe regir su conducta profesional. La observancia de normas conductuales es condición obligante en el desarrollo organizado de los proyectos, destacándose los procedimientos y actitudes que se consideren correctos o apropiados en las relaciones con las instituciones inherentes al tema geográfico porque somos parte de una base estructural de un sistema deontológico que debe satisfacer las aspiraciones de todos los venezolanos.
El ejercicio profesional del técnico ambientador origina obligaciones relacionadas con el ordenamiento legal que rige el ámbito nacional- El Estado, bajo la supervisión del presidente, Hugo Chávez Frías, es el encargado de velar por el otorgamiento de tierras, expropiaciones a aquellos que abusan de la tenencia del determinismo geográfico y poseen más de cien hectáreas de terreno fértil no cultivado. Por esto, la asamblea de vecinos y las juntas comunales constituyen un órgano deliberante para administrar y ejecutar los reglamentos del ambiente junto al ingeniero o técnico afín para darle así resolución a las normas de carácter administrativo que atañen a dichas operaciones agrarias y urbanas.
La actuación de cualquier ciudadano fuera de las normativas legales será calificado el hecho como delito y las leyes serían aplicables a personas titulares ante el Institutos de Tierras o no, así también a sociedades empresariales o funcionarios y empleados que incidan en dichos actos ilegales.
Los técnicos e ingenieros de gestión ambiental están en la obligación de no admitir gestores o solicitudes que estén fuera del marco legal y las normativas de la presidencia bolivariana.
Es obligatorio al profesional reflejar en su currículo el campo en el cual queda autorizado para actuar y limitar su actuación al campo de su incumbencia y acorde con su preparación académica y holística.
El proyecto ambiental debe tener una racionalidad jurídica y debe contemplar un tiempo empleado en base a la complejidad de la obra, porque, la ejecución de un contrato debe quedar establecida acorde con la Presidencia de La República y el Ministerio de Tierras. Queda entendido que cualquier litigio sea oral o escrito debe llevar la firma del profesional ambiental que junto a los demás miembros del equipo laboral darán una alternativa a la situación conflictiva presentada y, el cliente o benefactor deberá tener conocimiento de ello.
El proyecto en sí debe tener la información requerida y los datos que permitan tener la información requerida del Colegio de Ingeniería que el gobierno bolivariano tenga a bien tener sus servicios a través del departamento indicado por el equipo de redes.
El técnico de proyecto ambiental debe anclar su proyecto en base a la experiencia y la percepción que tiene sobre la realidad geológica y geográfica del ámbito venezolano en toda su extensión territorial. Sus planes deben tener una correlación entre lo pautado entre la Oficina Regional del Ministerio Popular del ambiente y las verdaderas necesidades detectadas con la juntas promotoras, quienes en principio darán los datos exacto sobre sus verdaderas necesidades para llevarlas a un campo de trabajo.