Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

domingo, 20 de junio de 2010

tortola,negrura en el pastoral

 
Posted by Picasa
Cartas a Arthemis
TORTOLA, NEGRURA EN EL PASTORAL
Quizás, no entendí la homilía del prebistero de Tovar, Mérida, aquella mañana tan radiante, donde todos estábamos bajo presión, casi todos los días. Nadie desea abrir los labios para abrirse pequeños espacios que determinan los deseos y esperanza de todos. Por momentos, nos encontramos como exilados y nadie desea abrir la boca, por las secuencias en que se da un hecho. Es sorprendente.
Hay argumentos, pero la traición no se valida, es mejor guardar silencio para observar las consecuencias y no tener compasión por la humanidad. Aquí, , se debe entender que las distancias son criticas y existe muchos falseadores. Se debe aguantar los latigazos para avanzar hacia un mundo contemporáneo. Han secado mi alma, sin un asunto pendiente. La ambición, se constituye en una ilusión que no se cumpla y viene el fracaso Estamos en decadencia moral, donde los valores no constituyen una premisa clave para el desarrollo de otros tramos de la vida. Aquí, todos se arrancan el corazón y utilizan el cuerpo de Dios como base para sus herejías, son delitos de nunca acabar. Pero, algo muy importante, somos hijos de Dios.
Aquí, hay muchas falsedades y amasan pan y derraman lágrimas sobre la levadura y reflejan un sufrimiento, todo es falso. Entiendo, estamos en un primitivismo teocrático, donde algunos pueblos mantienen sus costumbres tradicionales y les cuesta modernizarse. He sido escéptico en muchas etapas de mi vida, pero lo ocurrido recientemente, me ha llevado a escribir ciertas semblanzas de mi estadía en Los Andes, todavía no he podido levantarme de un letal engaño, una militancia afectiva sin respuesta.
Estuve en la capilla de Tovar, Mérida, para afianzar mi testimonio y tomar de la hostia. Se pareció mucho a una pastilla que tomaba un vicario en el Seminario de Kermaria para aligerar la sangre y perseguir a medianoche las mujeres de servicio para cumplir con sus feolineras. Yo gateaba por un pasillo para llegar a una nevera, abrirla y tomarme dos medio vasos de vino, que, era bendecido durante el santoral. Me daba angustia tomar el creyón para escribir sobre lo que veía. Nada era gratuito. El encargado de Dios con su sotana, luego de visitar la termoeléctrica de La Fría para buscarme, se detenía en el burdel de las pavas, recogía un dinero guardado por la tía, se vaciaba y luego a subir para darme un baño en la piscina a las tres de la madrugada. Por cierto, los andinos preparan un calentadito muy bueno para llegar rápido a una temperatura normal para dormir luego en tranquilidad.
Las distancias son críticas, existiendo muchas fábulas, hay que aguantar latigazos y poner la piel de burro para avanzar. Pero, hemos llegado a una verdadera encrucijada donde las imágenes se suscitan una tras otra de una manera muy vertiginosa.
En los meses por venir, solo iré a las casetas de las exposiciones de libro para firmar mis artículos. Es lo mejor, mis lectores deben tener una compilación de mis trabajos y es la oportunidad de encontrarse con uno mismo Hay mucha agresividad en la calle y en algunos lectores, la crispacidad de criterio es muy atormentadora, resultando algunos actos muy caprichosos. Mis columnas están dispuestas a quien desee leerlas por Internet y lo único que deseo es firmar pocos manuscritos en una tarde alegre que invita a un buen café o té. Solo firmo artículos que tienen que ver con mi autoría.
Estos escritos, llegan a su final. Creo que he cumplido en mi estadía en Los Andes Venezolanos. Solo, la suerte acompañara a quien me trajo de nuevo acá. Creo que la racionalidad no, es el fin de veinte y cinco artículos bien descritos y que puede ser criticado por cualquier lector.
+Escritor. Miembro de La Asociación de Escritores. Aesca. Capitulo Carabobo. Venezuela