Cartas a Arthemis
Hace cuarenta años, aproximadamente, deje de pensar en mis cumpleaños y aquella última invitación fue un honor muy especial y viajé a Puerto Cabello, donde nací y me críe junto al pueblo de La Fría,( Táchira), para visitar mi vieja casa donde residían mis abuelos.Existen algunas cosas que recuerdo dentro de ella. Ahora, reside allí mi tía, quien me ayudo en mis estudios primarios. Veníamos de Valencia por la carretera vieja y a la Fría por la panamericana, pasando por el Vigía. Mi mamá llevaba toda la comida en el vehiculo y mi papá se estacionaba en algunos parajes para ingerir alimentos.
Casí no dormíamos, algunas veces viajábamos de noche por lo fresco, pero el hambre pegaba igual que de día por la ansiedad de llegar a la finca, lo más pronto posible. En oportunidades seguíamos a Ciudad Ojeda y Bachaquero.
Lo que me ha venido a la escritura es el escenario del mundo. Estoy acostumbrado a lo domestico y solo busco conquistar alternativas en ese proceso que llamamos la vida.
De modo que los novelistas, filósofos, escritores y poetas estamos haciendo realmente una motivación y estímulo para concebir un nuevo estilo de conciencia y, que la visión no siga engañando nuestros sentidos ante una costura de nuestra existencia. Estamos en un nuevo renacer del mundo, donde no debe haber deudas y tenemos que tener un corazón limpio ante la presencia de Dios.
En este avance tecnológico, todo apunta hacia la sensibilidad humana y el conocimiento nos lleva a una reflexión unificada sobre las personas que se encuentran a nuestro alrededor para desembocar en una bendición eclesiástica.
Lo cierto es que no me gusta la competitividad de apropiación, lo importante es establecer una relación de convivencia pausible.. Hay que tener una reflexión sobre la vida y convertirnos en un portador de una multiplicidad de experiencias y, en este sentido limitamos la crítica corporal y demarcamos la buena o mala lectura de la palabra. Así que celebrar o no celebrar el cumpleaños, constituye una aventura intelectual y no da oportunidad para desarrollar la subjetividad humana.
Una vez que el ciudadano haya interpretado lo malo y bueno de una conducta, estará en capacidad de defender por vía argumentativa la elección de un criterio estético sobre su propia personalidad y se dará cuenta que el camino trazado es una banalidad o no. Lo importante es que aquella conducta juvenil no siga repitiéndose. Porque, las conclusiones serían coincidentes. Puedo decir que hay muchas voces en mi pensamiento.
Sin acepción, el cuerpo es una imagen constante que siempre nos remite a una interpretación única sobre nuestras propias experiencias y pueden leerse de tres maneras; anecdótica, metafórica y simbólica, en la medida en que ésta se acerca más a la realidad, Así que nuestra vida funciona desde un punto de vista lingüístico y, todo se relaciona entre el significante y el significado.
Así que nuestra vida funciona desde un punto de vista lingüístico y todo se relaciona entre el significante y el significado. Así que, nuestra imagen es un cúmulo de significaciones y cada expresión nos indica una experiencia. De allí se originan los códigos del pensamiento.
*Filósofo. Orientador. Periodista. Miembro de la Asociación de Escritores de Venezuela
