Es increíble como recorro los puntos de mi existencia. Busco, donde fui bueno o malo para entrar en la luminosidad del tiempo y lograr recorrer mi historia para alejarme del mal y dejar de ser bufón. La verdad que existen personas perniciosas y malvadas que juegan a la traición de sus principios éticos, en la vida no solo basta bondad, Es necesario recorrer el camino más empinado para recortar distancias y llegar a casa para darle vertiente a nuestros sueños e ilusiones, da rabia ver el faro al final.
Me desespero, porque mi voz es discreta para esconderme en el closet y gritar muy fuertemente sobre nuestra libertad. La vida es un constante bregar, es una disciplina férrea que en oportunidades nos llena el lagrimal y nos da una retrospectiva de una imagen fresca del pasado y con asombro, tenemos una multiplicidad de secretos que suponen una existencia o una exploración política.
Nuestros padres, nos sembraron el miedo para no progresar y éste país lo tomaron algunos extranjeros para destruirlo y, ellos de una manera anárquica fortalecieron sus instituciones y fomentaron algunas redes sociales como excusa. Lo importante es evitar que el miedo se propague hacia toda la sociedad venezolana. La madurez es un proceso de tiempo biológico y pensante, constituye una organización plena para evitar errores en la vejez. Debemos ser planificadores de nuestra realidad.
Es necesario construir una sociedad, que parece perdida. Cuando pequeño jugaba a militar, mi padre y tío político fueron marinos y, montaba escuadras de lado y lado y con una metra derrumbaba cambuchas, tanques y arsenales y con un pincel eliminaba soldados de goma. Eso, me ayuda a procesar mi mente en códigos y lo instrumento, ahora, en el campo del periodismo. Lo peor de la gente es haber comprado viviendas alrededor de los cuarteles, debe haber una distancia de tres a cinco kilómetros entre un acantonamiento y una zona urbana. Este, es un país de lo absurdo.
Y las mentiras, no encontramos la manera de superar lo de una sociedad miedosa y lo referente a nuestro cuerpo emocional.
Desde pequeño utilizo la racionalidad, como manera de triunfo, muy lentamente, pero he llegado a identificarme con lo deseado, los venezolanos, por ahora, necesitamos un pensamiento único, una ideología para salir del marasmo social y emocional en que nos encontramos por carencia de una disciplina laboral. Los extranjeros violentan la justicia y los venezolanos no asumimos nuestro rol. Pero, ante todo es necesario avanzar.
He tomado una dirección distinta al de mis hermanos., tome el mejor camino, plasmar mi conocimiento y conformar un ideario político, leerme desde mis pinos con los conocidos periodistas Carlos Viso del Prette, Guillermo Antón Santana y Federico Ladera es darnos cuenta de los hechos que evidenciamos hoy. Deseo ser consecuente de lo que soy, un escritor y filósofo.
Nadie debe escapar, a pesar de algunas ofensas, la idea es confrontarla para llegar a nuestro destino en minutos, al principio la escuela no reflejaba en mi ningún arraigo, luego en la universidad, tuve que desplegar mis velas para conciliar mi sueño e interpretar los códigos necesarios que nos llevan a una madurez sobria . La verdad, los venezolanos estamos sometidos a pruebas sin limites, es una especie de vueltas en un Estado prostituido.
Hay que limpiar nuestra alma de nuestras dolencias espirituales, no en la asamblea o local evangélico, es en nuestro cuarto. Orar para no seguir recluido en las angustiosas paredes de nuestra conciencia y tener el privilegio de descansar en paz. Casi nadie tiene el privilegio de conocer a Dios y tener la posibilidad de dar a conocer un testimonio.
Siempre en nuestro compromiso con la vida, debemos tener un escenario piadoso para darnos cuenta de algunas razones, por las cuales dejamos de tratar un amigo(a). Más, en sus momentos de encrucijadas, lo importante es ascender en silencio y cavando nuestra fosa o cueva hasta llegar al aire, allí donde no hay estrechez. Es un argumento completo sobre nuestras vivencias y una reflexión única para ser leída en un discurso, donde somos protagonistas y no actores.
La vida nuestra, debe de dejar ser panfleto y convertirla en un mito tradicional para generar un conocimiento y ensayar sobre el mismo tema. Estamos asociado a una proyección psicológica sobre el espejo, nos vemos en él, para discernir sobre el tiempo y visualizar nuestra vejez, como lo hacia mi amiga, se cortaba las cejas con un pequeño y filoso cuchillo. Ese era su mayor anhelo frente a la luz que resplandecía el mundo que el tiempo ha cambiado y nos ha llenado de atrocidades.
El libro bíblico viene delatando nuestro nivel intelectual y nos habla de prejuicios del pasado. Claramente, es una realidad, más no, una idea. La intolerancia religiosa, el prejuicio social y el antisemitismo político viene agotando el sentimiento en nuestro país y ya vamos reinventar un panfleto con el nombre de Venezuela libre y donde, uno es el centro ilusorio de esa realidad.
