Estados Unidos, esta dispuesto a alterar el orden político utilizando como recurso básico las marchas multitudinarias, las huelgas de hambre y el recurso del rumor. Cada región insular o continental no asume sus propias decisiones, existe un cortafuego que son las ONG a nivel internacional, a quienes se les descargan vía agencias bancarias una fuerte suma de dólares. El efecto domino del mundo árabe piensan trasladarlo hacia Latinoamérica con el fin de agravar la economía de los países que buscan en el socialismo un cambio social. Sin buscar la disparidad que existen entre los movimientos sociales y el gobierno bolivariano, existen un fin común en los foros y asambleas dadas por los ciudadanos en sus respectivos circuitos, el logro de una filosofía de trabajo que repercuta en el sentimiento de los socialistas y el pueblo con el fin de afianzar la simpatía hacia nuestros gobernantes, no importando la credibilidad política hacia algún líder.
El verdadero socialismo, tiene que ver con un mundo democrático, la cultura y la identidad de los pueblos. Nunca puede ser un concepto errático el Socialismo del Siglo XXI. La diferencia con el pasado es que nos encontramos en una realidad participativa, protagónica y pluralista. Es necesario hacer un giro político para cambiar las cosas, tomando en cuenta el nuevo orden mundial. Ya el pensamiento tiene que ser unitario, luego de discutirse un conjunto de ideas que nos lleven a la institucionalidad del Estado. Aquí, hay muchos funcionarios presionando para que se hagan las cosas bien, otros incumplen con sus funciones administrativas.
Se debe acabar con el patriarcado y matriarcado en el país, todos somos hijos de una república bolivariana, adeptos a sus ideales y bajo la conducción de un solo ideario político. Hay que acabar con las máscaras y los disfraces políticos. Hay que canalizar el mundo pensante de los nuevos pensantes de una ideología para el cambio social..
Este es un país de compromiso político, la idea es admitir una realidad que, tiene un carácter de inversión y mientras algunos opositores analizan como resguardar su acción proselitista para derrotar al socialismo bolivariano bajo la conducción del presidente, Hugo Chávez Frías. Algunos coordinadores y directores de Misión se reúnen para dialogar si es bueno utilizar un lápiz azul o negro para asentar en formatos que se reciclan las notas de los misioneros. O estamos culturalmente a espaldas del guía de éste proceso, o, simplemente estamos contribuyendo con el golpe seco que se proyecta en Venezuela. Creo que, es la falta de capacidad de algunos dirigentes para orientar éste proceso de cambio que se torna sobre Venezuela.
Lo primero que se debe registrar es ir eliminando la demagogia populista y avanzar sobre los puestos laborales, restringiendo la acción de los sindicalistas por ser unos personajes voraces de la economía nacional. Es el momento de abrir los ojos y asumir con conciencia, la fundamentación del poder político venezolano. El viejo modelo político debe ser transformado a las exigencias del nuevo mundo. El Siglo XXI, tiene su propia encíclica y hay que remediar muchas desigualdades sociales. Las consecuencias serían graves para el país, sí el propio presidente no trata de solventar algunas causales de desasosiego disciplinarios en la consecución de objetivos, es un camino largo de recorrer, pero, tiene sus consecuencias favorables y desfavorables
Hay que ideologizar y crear una verdadera militancia alrededor del Psuv y las otras organizaciones partidistas. Hay que enseriar a Misión Sucre y avanzar sobre una política verdaderamente válida para todos los sectores del pueblo venezolano.
