Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

lunes, 4 de julio de 2011

RASTREAR LO OCULTO

Fusión


Cuando salíamos al río Chama a pescar, un compañero era muy celoso y cuidaba demasiado a una de nuestras compañeras de clase. Como se sabe, en estas comunidades- La Fría- todos nos conocemos y nuestros padres eran cautelosos, había una sola escuela con comedor y en la tarde nos trasladábamos al restaurante o al playón a pescar corronchos o bagrecitos para cenar. Teresa, fue nuestra niña mimada porque recibía maltratos de una de sus hermanas y otros la rechazaban, pero, era la mejor de todas. Poseía gran dominio y cumplía todas las actividades domésticas. Lucio, una vez la observó transitando por una de las calles del pueblo, charlo un rato con ella invitándola a estudiar, logrando incorporarla a la escuela. Era un ser humano considerado de segunda, pero, asistía a la Iglesia todos los días. El sacerdote veía su vida espiritual y la envió a Mérida a un internado para que creciera en conocimiento y sabiduría. Yo logre visitarla, siendo juvenil y logre conseguirle un permiso con la curia para que fuese a la finca y pasase los fines de semana con nuestro grupo familiar.
El grupo era ambicioso y disciplinado. Cada quien opinaba y se anotaba en un registro, le damos sentido a la vida, notamos nuestras diferencias para gritar en pleno río que nos apreciamos, sin que nadie puede predecir cuando sería la separación por motivos de estudios, ya sea en la ULA o en una universidad de la costa. Los celos de Lucio cobijaban a Teresa y en la comunidad aceptaba sus caprichos, les brindaba helados y dulces. Ella, siempre sola. Pero, nosotros la buscábamos para llevarla al río con permiso de sus padres.
Cada uno, marca su vida. Nunca debemos ser fanáticos de ella y lograr liberar el espíritu es darnos cuenta de nuestras virtudes, como valores. Nunca pretendí ser el dueño de aquellas almas infantiles en período de crecimiento, necesitaba enfocarles la existencia en presencia de la naturaleza.
Descubrí que Lucio y Juan se llevaban al playón unas revistas y se escondían tras la maleza, luego salían muy ofuscados y riéndose. El papa de uno de ellos adquiría revistas pornográficas y cuando su mujer no le sastifacia se iba al restaurante,, colocaba una música guarapera en la rokola y se escondía en el baño para masturbarse. Luego, salía a tomarse un par de cervezas. El uso reiterado de brebajes afrodisíacos y la lectura diaria de las mismas, lo convirtieron en una persona aislada, como adicto. Tal ejemplo, le fue copiado por su hijo, donde ambos sentían un verdadero placer, que, supuestamente lo hacían felices, pero, su esposa se sentía reprimida como depresiva, con una separación a puerta.
Esto, obligo a la pandilla estar más pendiente de Teresa y la demás muchachas del grupo, no queramos desviaciones sexuales entre el grupo y era cosa de días en eliminarlo y evitar algunas reacciones de los demás., no quería obsesiones en el grupo. Tratar con personas anómalas es difícil, más con una mala orientación sexual. El deseo de alcanzar lo inalcanzable, la arrogancia y el narcisismo son rasgos y fundamentos precisos de las personas que vienen de restos evolutivos grabados en nuestra psique. Son casos de una verdadera patología., que, algunas veces parece exagerada.
La sociedad ha cambiado. Ya muchos no muestran un rechazo a estos hechos, lo aceptan y ríen a sus hijos ciertas actitudes para caer en tentaciones, nunca podrán formar familias, serán amantes y la vista nunca descansará de ver imágenes fútiles. A una edad, asumirán una posición de atacante. Esto lo visualicé en estos amigos, tendría que hacer correctivos pronto.
No deseaba que nadie cayera en un espiral, había que mantener el control de los más débiles y carentes de razonamiento. Cuando todos se marchaban, la franela y el short eran colocados en una piedra para bañarme desnudo, generalmente cerca de la planta y la guardia nacional me cuidaba. Sabía que estaba allí disfrutando de la fuerza de ese río.
Era una rutina, ir como venir. Hacíamos la compra en Cúcuta cada fin de semana, ya nos conocían en la vía. Siempre me llevaba en el morral un libro de Los Vedas, una porción bíblica y algunos chocolates, le comprábamos al sargento de la alcabala principal una caja de bocadillos o unas medias, apenas nos observaba, nos detenía para conversar un rato y ver como estaba el Club en la Termoeléctrica, su hija estudiaba en Táriba,( Táchira), y se trasladaban cada tercer sábado del mes para el Club a bañarse en la piscina y jugar futbolito. Mi papá se traía de San Cristóbal o Caracas varias películas de serie y la veíamos junto a estas jóvenes, que, por sus evaluaciones la premiaban y aprovechamos inscribir a Teresa con las monjas y que estudiara allí por varios años, hasta culminar el bachillerato.
Ella no le gustaba comer, costo para inducirla a ello, deseaba ser anoréxica, solo pedía ensaladas y verduras, las damas del restaurante le guardaba una porción todos los días, a cambio de fregar los vasos y platos, debían quedar bien secos. Se normalizo en el colegio de monjas.
Nunca he fracasado, las diferencias vengo marcándolas día a día para lograr detener mis ideas y renovarlas, lo único que deseo es enamorarme de nuevo y no pasar por el mismo peligro de la religón, ese dogmatismo nos acerca a Dios, pero nos aleja del núcleo familiar. Creo que las cosas ocurrirán mejor, el asunto es tomar el control y alejarnos de las brujas, cada uno tenemos el derecho de ser felices y transmitir lo positivo, ya las informaciones de impacto deben causar malestar en nuestro transitar por estos caminos. Y entender que nuestras vidas es un guión excepcional.
Teresa, siempre me ha esperado en Mérida para dialogar y transmutar sus sueños, bajo el frío de la tarde, ya somos maduros y la felicidad, aunque por momentos llega y necesito escribir para estar más claro sobre mi convicción de ésta verdad, somos humanos y los años no pasan.