Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

jueves, 10 de noviembre de 2011

LA MORTAJA DE IRIS

Fusión y Conviven


Temistocles y yo bajamos al río Chama a buscar en los pozos pequeños bagres para prepararlos y comer, las hojas secas de los imponentes árboles cubrían el camino y, a pesar del calor reinante en las riberas entre Santa Bárbara y La Fría, siempre en el restaurante de María Concepción se dejaba oír un disco de Daniel Santos y una canción famosa del cantante Ismael Rivera.Antes, pasamos por la bodega para comprar dulces y limpiar el patio, porque, cada fin de semana los clientes las dejaban regadas en el patio de bolas criollas y, donde asaban la carne en vara.
Éramos una infancia demasiada inocente, Luis por su parte tomaba su burra cada domingo y se trasladaba a la misa para ayudar al cura. Era monaguillo y decía que comulgar es necesario cada domingo, en caso contrario, el diablo lo quemaba vivo y el deseaba casarse en el pueblo y que el barbero, muy conocido en la región, le sirviese de padrino para que alegrase las fiestas, siempre, el día anterior cumplía con los mandados de su taita Poseía buena educación y era el preferido de la maestra. Era considerado el mejor de su poblado y Don Eurípides le afeitaba quincenalmente por órdenes de su mamá para que se reuniese con las mejores mujeres y niñas de la barriada. Casi no tenia experiencia montando a Lilita, prácticamente saliendo a camino abierto se pegaba en la vía para que Carlos la pasase por una pequeña laguna fangosa y la llevase hacia los arbustos, claro el monaguillo debía ser a pie hasta una hora de camino entre matorrales y árboles frondosos.
La pandilla siempre hacia comentarios junto a la explanada del río, donde todos éramos eruditos y contábamos nuestras farras, mientras Luis evocaba al Santísimo para que perdonase nuestros pecados, al regresar su burra estaba amarrada junto a un árbol, bordeada de un cujisal.
He regresado a La Fría para encontrarme con la mortaja de Iris, una de nuestras amigas en la pandilla y ex compañera de Luis. Es la barra de mis años juveniles este poblado. Llegue con muchas ilusiones para seguir escribiendo unos relatos que me faltaban. Y quede sorprendido, la vida extraviada nos hace ver la luz más hermosa para volver al bullicio de los pasajes fieles de la vida. Nunca, me he considerado mortal, concibo al mundo como una tarea incobrable e improbable que exige escuchar las voces que me odian. Y me hacen danzar sobre los carbones que están cerca de mi campamento y que, en cada tarde los calentaba para freír bagres pequeños y consumirlos con casabe.
Éramos especimenes raros, nuestra pandilla la comprendía diez varones y quince jovencitas, que, formamos un circulo de lectores y dominábamos en la escuela y Francisco era el encargado de hacer todas las tramas y actos de la escuela, manejaba el piano y el órgano muy bien, porque, sus padres eran músicos, siempre manejamos un mundo mítico muy lleno de histerias, crisis depresivas y la importancia de estar en pareja para obviar los paisajes que marcaban la vida, le dimos mucha riqueza teatral a los tramas cuyos tentáculos, todavía llevamos hasta hoy.
La mortaja estaba en el salón de las piloneras, lo prestaron para honrar los servicios de nuestra vieja amiga de niñez y precisamente murió un domingo para bajar a tierra un lunes popular. Colocamos en el cajón sus historietas y anécdotas. Ella era muy divertida y entretenida. Se enamoro de Luis por monaguillo y quera ser independiente, nadie critico aquel enlace, la burra paso aquella noche expresando su sonido vacilante, su dueño se había ido y quedaba bajo nuestro cuidado.. La llevamos a Tovar para pasearla en la carrera de burros y encontrase un novio definitivo. Es que Venezuela tiene muchos chistes y cuentos, es nuestro Folklore.