Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

domingo, 4 de marzo de 2012

MONCADA, TRANSPARENCIA POETICA.

Fuente Literaria


La literatura tiene sus secretos y, siempre existirá un método para darle coherencia, equilibrio y transparencia a las imágenes que se suscitan a lo largo de nuestra travesía., lo importante es nuestra coherencia para mirar con éxtasis lo que fogoneamos con lucidez. Siempre, habrá la oportunidad de ordenar las piezas y hacerla una historia que constituya una parábola que iremos colocando bajo una sola perspectiva, para hacerlas libres en poco tiempo hasta hacerla cautiva en un texto.
Escribir, es sentir nuestras propias vivencias y hacernos humanos para así, en el transcurso de los días conformar un estilo propio. Es una rítmica, donde bendecimos con devoción los personajes, utilería, percepciones, parranderos, fiestas religiosas y trazos de nuestra cotidianidad. Haber nacido en la zona costera de Puerto Cabello, cuyo hospital se encontraba al lado del mar y y comprender todo el proceso humano para comprender nuestra cultura es un verdadero hito. Todos, allí pasamos de un acto corporal a uno ritual porque estamos ligados a los tambores de San Juan, San Benito y las costumbres del pueblo de San Esteban, donde pase parte de mi historia, bajo un río caudaloso que le servía agua al viejo puerto. Cada palabra nos demarca una antropología del hecho para darnos una creación literaria que transformamos en una acción junto a todos aquellos que transforman la ciudad en una línea luminosa de formas y naturaleza.
Ahora utilizamos dispositivos cibernéticos y ordenadores cómodos para resaltar nuestras experiencias y, de una manera rápida asumimos criterios para formar percepciones en imágenes y, éstas en una secuencia de frases gráficas que se disecan en el papel para indicarnos que nos encontramos en un entorno y contexto humano y programado por la misma sociedad.
Estoy leyendo unas poesías de Edith Moncada, una escritora de pelambre rizado, mirada dulce, labios delgados y de sonrisa abierta, es de Valparaíso, Chile. Trata en su etapa de maduración de darnos unas notas más eróticas, una tendencia de difícil trabajo en el arte de la narrativa y cuya primera exploración la refleje en la hoja cultural del Diario El Espectador, en el año 1996. El erotismo hay que incorporarlo a la literatura y poesía. Y, dejar esa división entre lo privado y público, tiene que haber más crítica y placer en la lectura y respetar los mundos femeninos, casa, domesticidad y el trabajo con la historia cotidiana del hombre, compaginar esa historia y lograr la consolidación de un nuevo modelo de sociedad, donde, existan verdaderos cambios de una realidad social.
La sonoridad y plataforma de sus pensamientos nos lleva a entender como su figura es emblemática en el nuevo pensar chileno y como su palabra es leída entre grupos de poetas para alegrar la nueva década de la literatura latinoamericana.
La crítica aplaude este nuevo reto literario y, nosotros como lectores encontramos un sutil y vigoroso flujo de pensamientos para lograr con notable precisión unas poesías arrolladoras, adictivas y apasionantes que, resultan escritas con desnudez, pulso narrativo y mucha destreza. Más allá, ésta obra es una sola meditación sobre el ser humano y su lugar en la tierra. Es una visión del mundo complejo, simbólico y a la vez transparente.
Leer a Edith Moncada es un entretenimiento narrativo de primera., es una relación continua en el hecho de pensar en nuestro Ser interior y porque estamos en él. Todo esta proyectado con decisión y gracia. Su historia es imaginación, sensibilidad, sensualidad e inocencia, todo sostenido por la creatividad y el deseo de ser leída bajo un mundo transparente y polivalente y que cualquiera puede entender.