SUR, TIERRA DE MIEL.

Aventis. SUR, TIERRA DE MIEL. Estados Unidos aplica en Latinoamerica una nueva agenda política con el fin de pasar desapercibido y anclar en los países agrícolas un nuevo modelo de ejército interventor, no parecido al que poseían en Ecuador, antes de ser expulsados a Colombia con beneplácito del presidente Santos y Álvaro Uribe. La idea fundamental es fomentar asentamientos de refugiados en zonas boscosas y en las afluentes de los ríos más caudalosos. Hasta los momentos, no ha existido una objeción para ello y podemos ver la creación de verdaderas barriadas que, toman las calles como comedores públicos o auto lavados que deprimen el ornato de los municipios. Es un catecismo ya repetitivo, donde los extremos climáticos surgen como una simple excusa de una realidad nacional e internacional. Para nadie es una excusa que los países integrantes de La OTAN se encuentran en capacidad de producir lloviznas o cataclismos en mínima escala. Hay un sobrio debate sobre esta realidad, pero, sabemos de antemano las respuestas concluyentes de los países que sirven de colonia a estos nuevos programas de expansión política y, llevan en su seno la colaboración de las organizaciones judías en el mundo y el nuevo Cristianismo. Los estadounidenses no perciben la necesidad de intervenir en los procedimientos de calentamiento global e ignoran en su mayor parte las predicciones científicas que convierten en un abismo a todos los actos protocolares para desinfectar al planeta. Los latinoamericanos venimos criticando esta actitud de Estados nica, Daniel Ortega, fue muy enfático en la reciente manifestación de respaldo a Cuba, por su no presencia en las Cumbre de Las Américas ante la actitud de Canadá y el mismo país norteño. La advertencia del mundo científico ha sido ignorada, Es bueno, advertir también sobre la chatarra planetaria que inunda el cielo estrellado y que en las noches, pensamos que son estrellas fugaces. El cielo y sus nubarrones tienen que ver con nuestras culturas y antropología, de allí, la importancia de resguardar nuestra contaminación atmosférica y disminuir los núcleos de virus sanitarios que aclimata en sus núcleos..Hoy, para percibir un cielo estrellado, los viajantes deben ir hacia zonas montañosas altas y reservas forestales, olvidamos que más de la mitad de nuestra fauna silvestre es nocturna y muchos ecosistemas se encuentran en vías de extinción por las interacciones competitivas del gas industrial emanado por grandes multinacionales sin control. Por lo tanto, debemos ir tras la búsqueda de un nuevo destinos y éstas cumbres deben servir para una reflexión al respecto. Hay que controlar el comportamiento reproductivo y hasta fisiológico de nuestras especies, incluso la humana, proclive en este siglo a grandes enfermedades mortales. Amazonas, constituye el territorio salvaje, muy preciado por los estadounidenses., todos los caminos y estrategias políticas conducen allí. Algunas ONG obstinadas prestan su colaboración para desvirtuar los grupos y tribus indígenas ancestrales que luchan por su sobrevivencia y nos llevan a sus plantaciones de plátanos, café y palmeras si vamos camino al mar. Algunos, los llaman nogentes, como a los africanos, con el solo pretexto de invadir estas tierras muy provechosas en minería y cultivo agrícola. Latinoamérica, es una tierra silenciosa, con una vida local y bastante nocturna. Con varios puntos de referencias muy interesantes, pero, todos pintorescos, donde podemos tomar café en cualquier punto, con un clima apropiado para albergar nuevas colonias de extranjeros antela crisis europea y, sobretodo, opulentas ciudades mineras que experimentan desigualdades sociales muy puntuales y, donde la parte idiomática es esencial, aunque se hable aborigen o español. De verdad, un continente muy atractivo para la OTAN y las fuerzas militares emergentes que desean colocar puentes aéreos para asentar parte de su población desempleada y desesperada por no tener recursos socioeconómicos suficientes para subsistir.