Aventis Emiro Vera Suarez
Existe un grupo califa,(1975)
que rodea el boliviaranismo desde sus primeros movimientos y desean convertirlo
en un cenáculo del Socialismo real y, a la vez, que ofrecen esperanzas y la
posibilidad de una mejor condición de vida para nuestro pueblo, controlan el mercado con los grandes burgueses
de Europa y reunifican sus fuerzas en un dólar oscilante que origina perversión
en el mercado. Ellos escogieron a Venezuela para su provecho, porque es el
lugar ideal a las puertas del Mar Caribe teniendo al África a su lado y el Este
Europeo en su diagonal, pero surgió un
hombre sacado de la casta militar, Hugo Chávez Frías, para abrir surcos a la
gran patria tras la búsqueda de una sociedad más justa, dejando atrás a los nostálgicos
del poder. Es incongruente un gobierno revolucionario promotor del IVA, es que,
todavía estamos bajo la vieja estructura capitalista y una carencia ideológica atroz.
Estos califas se hicieron eco para promocionar el fraude en las cooperativas y
Empresas de Producción Social, desean doblegar a los trabajadores y liquidar
las huelgas.
La fuerza de
izquierda desea avanzar en el plano
social, político, ideológico y religioso en el Continente del Sur, bajo una
sola hegemonía de poder liderada por el Tte. Coronel® Chávez Frías y las
disputas de alternativas electorales jamás serian unitarias, hay que construir
la estructura de un nuevo gobierno, no tanto en Venezuela, sino en los países liberados
por la espada del Libertador Simón Bolívar, Francisco de Miranda y el Mariscal José
Antonio Sucre. Viene un nuevo mandato para consolidar la tercera fase del
gobierno, pero, los conflictos y varias dificultades asomaran por la presencia
de rasgos neoliberalitas que buscan articularse con el anticapitalismo. Con todo esto, la construcción
de un modelo alternativo en América Latina es necesaria ante las tensiones teóricas
y políticas americanas en espera y que constituyen una síntesis concreta de la expansión
colonialista del protestantismo y gélida
judía en el mundo.
La situación viene
cambiando, pero muy lentamente. Un día se encontraran las fuerzas con su
espacio de resistencia derechista, pero, los militares en el poder
cuatrisoleados tendrán una oportunidad de detentar el poder, pero hay una solución
a ésta alternativa, es el pueblo. Simplemente hay que profundizar las raíces antineoliberales
que controlan los modos de producción del país, porque en algún momento veremos
visualizar lo ocurrido recientemente en algunos países del Sur. Acciones programadas
desde el mismo seno del poder popular, por quienes asumen un supuesto liderazgo
en la rama comercial y agroalimentaria.
El consenso de Washington,
1990, programo el planteamiento neoliberal y la creación de un pensamiento único
para librar la campaña contra las acciones de nuestro líder y comandante, lanzándose
una década más tarde a un Golpe de Estado. Paro petrolero y control de los
medios audiovisuales, pasando los portones tendríamos secuestros de
industriales, entrada de paramilitares, sicariatos. Ese programa se viene
cumpliendo. Por esto, Lula y algunos dirigentes asistentes al Foro de Sao Paulo
determinaron un despliegue en ese año de los análisis temáticos necesarios para
acabar con las políticas de coloniacizaciòn de América Latina. ¿A qué vienen
entonces? a distorsionar nuestra referencia política emblemática y hacer caer a
un derrumbe de vacío pertinaz.
Nosotros, hemos
decidido nuestro futuro. El pueblo se alimenta del pueblo para ahondar en el
socialismo, ya existe una conciencia política, solo los dirigentes deben actuar
y los nuevos legisladores asumir con su presencia una directriz cierta al
ejercer su visión de ejecución ante la ley.
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