La Tecla Fértil
Emiro Vera Suàrez
El campo diplomático viene dominando
algunas fuerzas políticas que colocan al hombre en una guerra encubierta
constante, que, todo parece un juego de aficionados con su respectivo
espejismo, existe una realidad entre los trajes finos y buenos modales y las
declaraciones de guerra de algunos directores ante el imperio. Ellos, saben que
es una rotación de cargos y lo interesante es cada obscenidad desatada para especificar
un campo de acción y, que el pueblo ahogue en saliva esos cócteles jugosos que se
desata en sonrisas obligantes en la clase trabajadora, quienes ven como se les
denigra, le hacen esconder su miseria, como degradación ética. Hemos sido
tomados por los yuppies socialistas que con sus cuentas bancarias suculentas
niegan su existencia y les exigen a las comunidades que voten por ellos y lo
apoyen, sin visitar las zonas populares y campamentos.
Los acontecimientos históricos vienen devastados
por el neoliberalismo y de la manera más bestial nos golpea sin trabas, pero,
son normas impuestas por los militares y los jóvenes capitalistas de la revolución
que emergieron por la vía democrática a
la revolución y quedarse invisibles al lado de una maraña mediática de trampas
que pretenden ahogar lo histórico entre anestesias en unas largas colas por
papel higiénico y detergentes, menos alimentos. Es el nuevo camuflaje para cambiar
el paisaje y reivindicar el pensamiento funcionalista de las estructuras
mentales alemanas, tras un aliento de buscar frenar a otros buitres internos
que buscan dañar de una sola vez, con el Legado de Chávez y la transformación
del Estado.
Los hechos son muchos. Son
tantos que exceden las fuerzas y las capacidades de los historiadores actuales.
Son tantos los hechos y tantos los dichos que las posibilidades de
investigación, registro y sistematización (por mencionar algunas) abruman por
su cantidad tanto como por su diversidad y su complejidad. Quienes enseñamos
Historia, así como quienes la investigan y la escriben, ven ante sí un período
rico en oportunidades para sacudirse las viejas trabas burocráticas y
rutinarias que atraparon a la Historia en una red ideológica de inoperancias y
traiciones de todo tipo. Está a la vista una oportunidad histórica, de
movilizar a la Historia como ciencia para que sirva puntualmente a las tareas
del presente y del futuro que nos exigen memoria viva, claridad de contenidos y
precisión de acciones en los lugares y tiempos correctos. Es decir al lado de
los que luchan por un mundo mejor. Esa es la Historia.
El imperialismo. Desde USA,
viene incrementando su presupuesto y negocios militares para acelerar sus
fuerzas diplomáticas y crear líneas de seguridad de una manera más sofisticada y ponerle una dirección explicita a su mayor objetivo: América Latina. Ataca
directamente la conciencia de los pueblos con miedos, zozobras y terrores vía
maas media y las colas en los mercados.
Es la idea central de esta
nueva generación de militares jóvenes (25- 45 años) que utilizan la diplomacia
para manipular al pueblo y con la ayuda de psiquiatras piensan que unificar su
conducta a la perfección de Skinner y Watson conlleva a mantenerse en el Poder
Popular.
El Capitalismo, tiene sus
formas de guerra renovada, como la llamada Guerra Hibrida que hoy, se aplica en
Venezuela, bajo la táctica de un campo diplomático definido y donde la burguesía los manipula, jamás necesitarán de ejércitos regulares
porque imponen sus formas de gobierno, tienen amigos en las embajadas, en el
imperio y sus aliados. Es una guerra no lineal.
Esa
idea de “Patria” que venden no es la de Chávez, entre la televisión venezolana (púlpito de la
oligarquía socialista) y la burocracia demagógica parida a punta de fraudes, es
una pachanga ideológica vestida de americanismo para la “reconciliación” de
clases. Dicen, ardorosamente, que “todos somos venezolanos”, “todos somos
hermanos”, “todos somos patriotas” (mientras reine la explotación y el saqueo.
Claro). Nos mantienen, aún en colas No vamos a quedarnos callados. Exigimos contraloría
Social.
Andreas,
el piloto al final se dio cuenta de su propio engaño, manipulado por los
franceses, alemanes y norteamericanos, jamás pensó que venía de una humilde
comarca, lo enfermaron y se convirtieron en traidor de sus ideales, el
consumismo desaforado se lo llevó, pero con inocentes. Es lo que quiere Estados
Unidos de muchos venezolanos que viven del dólar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico