Fuente Literaria
Siempre, me he sentido
inseguro al tener residencia en el Sur de Valencia, he sobrevivido a mi infancia en el Municipio
Naguanagua y he extrañado a mis familiares. Por motivos espirituales tuve
que extrañarme de algunos territorios y
cerrarme cerca de mi centro habitacional, aunque, ahora pienso extender mis
dominios como antes. Lamento de veras,
algunos hechos, pero, el fluir del tiempo es la puerta para la próxima
eternidad. Es el momento de ser, lo que somos en cada acto del mañana.
Valencia, es una ciudad
que golpea a su gente. Nadie toma conciencia
sobre sus ventajas y posibilidades. Ahora, está habitada por mucha gente
y vienen por un impacto social, pero, se sienten desbastada cuando descubren
sus realidad, tienen que residir entre bloques de cemento y la fatiga de los
pueblerinos.
A pesar de la
depresión, la gran ciudad se dinamiza como ha de esperarse y las grandes colas
prosiguen, la ciudadanía tiene hambre y se agota los recursos y pánfilo, sigue
dando sus discursos que provoca melancolía, los bachaqueros dominan el cuerpo
de poderes y la acción pública se ha debilitado, el festín, ahora es por el
gran Arco Minero en Angostura, algunas
vecinas jóvenes se han trasladado a Tumeremo a revender mercancía y
trabajar unos días, tras la búsqueda de
un gramo de oro y por esa labor
despiadada en las minas, El Gurí sufre en sus afluentes una sedimentación
horrible. Incluso, personas de mi Consejo Comunal viajan al Sur en busca de ese
Dorado perdido de los españoles.
Nada de peros,
Venezuela avanza hacia el revocatorio. Hay mucho dialogo entre las comidas,
queremos mejores alcaldes, gobernantes y un presidente con mucha disciplina que
reconozca el Legado de Chávez y los nuevos pensamientos.
Ya no hay camas libres
para alquilar en las colas de los supermercados, los fumadores de pipa y
tomadores de alcohol, colocan piedras y cobran trescientos bolívares por
puesto. Así, nadie trabaja, es un país de fantasmas y adiós a la agricultura
urbana.
Es el mismo tema,
queremos hablar de libertad y democracia socialista, no de fascismo socialista.
Deseamos medicina, tiempo para amar a nuestra familiar y recordar que Bolívar, Miranda,
Sucre, Rodríguez Simón, Carlos Andrés y Chávez fueron los grandes reformadores
de la historia.
El gran error del
presidente Maduro es incluir a Miguel Pérez Abad y Aristóbulo, como a Temir Porras
en esa gran jungla del capitalismo de mercado. Los militares deben regresar a
sus cuarteles, ya está bueno.
Es bueno despertar,
revivir nuestras historias y mostrarnos críticos con los brazos extendidos para abrazar a
nuestros muchachos y niños. El territorio es joven y Marea Socialista
florece para llenarnos de alegría, es el
futuro sin caprichos y con una sola proyección, el Legado de Chávez.
Evitemos mas traqueteos
en el autobús de la patria.
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