Aventis
Estados Unidos de
Norteamérica, siempre se ha reflejado en un mundo semireligioso para lograr sus
cometidos y la Guerra de Medio Oriente, solo fue un ensayo de falsos positivos
para fortalecer las fuentes de su energía interna, logró anclar los proyectos
africanos de desarrolle y transporte de agua hacia el norte y, detuvo el
progreso latinoamericano que en ésta década se encontraba en manos de una
izquierda colonizada y que no presento pretextos al momento de acordar convenios y traspaso de tecnología
bajo la visión de pagos en dólares.
La cobertura de ésta
gran planificación viene dada por el Legado Kissinger y el tema ya conocido
como Globalización, los protestantes evangélicos, en nuestro caso, Venezuela,
avanzaron mucho y le fueron cedidas tierras que se convirtieron algunas en diplomáticas y se encuentran en zonas estratégicas como aeropuertos,
muelles y áreas agrícolas. Alcaldías oficialistas y gobernaciones, ante la
ausencia de ideología de sus funcionarios cedieron los permisos respectivos, viéndose
ahora, los resultados nefastos para la nación.
Bill Clinton desde
Haití- Santo Domingo, recentralizó la
ideología demócrata estadounidense con las formulas protestantes a su favor
para ampliar con su política intervencionista, el romance entre la ideología
revolucionaria y el apasionamiento del reformismo en el sistema capitalista
como estructura e base, ya Toni Blair con Ángela Merckel había logrado captar a
Gadafi con sus proyectos antiguerreristas, desplomándolo en un tiempo menor de
dos años, al igual que Saddam Husseim en Irak. Hoy, ambos se encuentran
sepultados y los franceses, todavía esperando las cuotas de su ganancia por
prestarse al juego. No obtendrán nada porque los norteamericanos reconocen que
son traidores, como espías en cualquier flanco de guerra tecnológica y térmica.
Ya, la izquierda
venezolana no puede seguir utilizando simbolismos para el aprovechamiento de
los intereses de sus líderes. Han creado
una dinámica dual en principios verbalistas que se aceptó en un principio,
pero, ya es repudiado por los ciudadanos que solo desean que se respeten sus
principios democráticos y, no se lesionen sus derechos fundamentales. Hay
intereses creados para institucionalizar los conflictos y prestarse para
controlar los bienes públicos, privados y del Estado. Una verdadera agrupación
pseudoidelogizada que desea controlar las normativas jurídicas y legislativas
del país.
Latinoamérica, está
cubierta de políticos y zootenistas silenciosos que jamás han reportado un
programa político, desde la caída de Salvador Allende y el control de Augusto Pinochet
sobre algunos renglones económicos de la parte inferior del Continente.
Vladimir Putin, se
equivocó con éste rico reservorio amazónico y marino. Pensó en un momento encontrar
hombres probos para una campaña férrea como electoral para reconquistar el
terreno perdido, pero, ya abonado por el
Comandante Hugo Chávez Frías y legitimar sus aportes en éste vasto Continente,
pero, ya los chinos hicieron el trabajo de blindar a su favor áreas mineras y agrícolas
a su favor, ya EEUU cuenta con una plataforma cibernética que se maneja desde
los países e islas que ayudamos desde Petrocaribe, es que la izquierda
venezolana cuenta con hombres débiles en carácter y temperamento para jugárselas
en grandes campañas de telemático. Putin, está preocupado y ni siquiera pudo
activar una base militar rusa en Cuba, abandonada cuando el problema de los
misiles, porque los norteamericanos
avanzaron primero en su campaña de reciprocidad y bajo el lema que Cuba
es un aporte esencial para la economía norteña y canadiense.
Por esto, Putin busca
otros mercados – ante la mediocridad izquierdista venezolana y latina- y en la antesala de la Cumbre de jefes de
Estado del Grupo Brics, 8Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) desea
avanzar en la defensa económica de sus aliados y buscar acuerdos de energía
renovable, con nuestro país seguirá en el papel de satisfacer pequeños
convenios como la entrega de harina de trigo a menor escala, cuando Uruguay nos
ofrecía a precios razonables su trigo y
de fácil transportación, pero, sabemos que nuestro país se encuentra
militarizado y ser de izquierda es solo un simbolismo, porque estamos dolarizados
y el pueblo en una estrechez económica tremenda y pasando hambre.
Los recursos dados a
Haití para su reconstrucción, la extrema derecha y los grupos que apoyan a Trump
y Clinton se lo han robado todo desde las ONG. Y, se dedican a sobornar a
pequeños empresarios que deben recibir dinero en dólares ilegal por el
silencio, mientras, Bill Clinton hizo todo el trabajo para crear la plataforma
de intervención e injerencia para Latinoamérica.
Ahora bien. Nos
preguntamos, porqué tanto la Cancillería y algunos diputados insistían en ir a
República Dominicana- Haití. Todo queda en silencio. Pero, Vladimir Putin y los
venezolanos sabemos la realidad sobre Venezuela, igual Pepe Mujica.
Los venezolanos han
emprendido una batalla solitaria para lograr un equilibrio político y el
presidente Nicolás Maduro Moros ha sido claro en sus campañas proselitistas, pero ningún
presidente local de un Consejo Comunal quiere obedecer y allí, no figuran las
escuelas de ideología, porque no les interesa. Son seudoizquierdistas que dañan
la unidad del Psuv y sus gestos delatan su perfil, más que las palabras.
Hillary y Trumpo,
representan lo mismo y describen el Plan Monroe y Marshall, programas
distintos, pero, con con un mismo
perfil.
Venezuela, debe revisar
sus políticas internas sobre estrategias geopolíticas y territoriales. Las
reuniones deben abarcar el tema petrolero y agrícola, donde deben convenir
empresas estatales como públicas. Los conceptos allí emitidos, deben ser claves
para el proceso de desarrollo integral de las naciones en nuestro Cono Sur,
aunque nuestro gran problema es el alimentario por no sembrar- Pepe Mujica- y
crear una conciencia conservacionista, es el tiempo de la gran transición y el
cambio. Y, en este sentido debemos insertar a la sociedad al verdadero
desarrollo productivo del país, avanzando a no ser un país independiente.
Turquía, es la gran
interrogante por el doble papel que refleja a nivel diplomático y energético,
es un país de constante contradicción formativa por sus creencias musulmanas y los
antecedentes del Imperio Ottomano dejado en su seno.
Rusia, mientras, busca
ganar de nuevo simpatía en el Sur, en una tarea titánica por las inversiones,
pero, en este caso, Venezuela es obviada por la falta de sincronización de los
programas de izquierda y su militancia en cumplir con los arquetipos que se
expresan en el acontecer diario.
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