La Tecla Fértil.
*Nadie puede quedar aislado por mucho poder que aglutine. Tampoco se puede actuar unilateralmente, puesto que el planeta no ha germinado como un privilegio para algunos, sino como un lugar de convivencia para todas las civilizaciones
*Nadie puede quedar aislado por mucho poder que aglutine. Tampoco se puede actuar unilateralmente, puesto que el planeta no ha germinado como un privilegio para algunos, sino como un lugar de convivencia para todas las civilizaciones
Leyendo la prensa diaria, veo que, a muchos
dirigentes políticos como diputados, les interesa el consenso y, los informes
muy largos sobre la actualidad política y solo van a la lectura de comentarios
rápidos y ligeros de dirigir, la historia política y lo que sucede en el
contexto geopolítico poco importa. Pero la fuerza política tiene otros
problemas y explicaciones, más hacia su condición interna en sí, que no vemos
que vaya a quedar saldado en corto tiempo, por la manera que se llevando las
fases o ciclos del dialogo, hay un matrimonio en silencio por las
contrataciones sin licitación entre grandes y pequeños grupos financieros,
cuando se levante todo el receso de ésta ignorancia política en que estamos
sumergidos, nos daremos cuenta de las resultantes. Ese tema es de militancia,
cómo la vamos a recomponer, ¿qué vamos a hacer para que el militante se vuelva
a enamorar de su fuerza política? Es muy difícil en éste tiempo, el conocido
periodista Vladimir Villegas y el moderador Mario Silva ya hablaron claro en
sus respectivos programas, todos, lo que hacen es festejar por el Estado
Delictivo y nada por alinear nuevos miembros a la tolda política, lo único que
hay son las tarjetas para forzar a una migración masiva hacia Venezuela y
perjudicarnos.
La falta de sentido humano, de conciencia
democrática de algunos dirigentes, genera unos frutos de intolerancia y
despotismo como jamás se ha visto. Estoy convencido, de que, si algunos
políticos tuviesen otro corazón, los conflictos se resolverían mucho antes. Aquí
se pone en evidencia la falta de humanidad de muchos gobernantes que,
indudablemente, son un obstáculo para la reconciliación. El adoctrinar, la de vivir en la ignorancia,
la de no aprender a quererse, asimismo.
Ojalá despertemos, y lo que hoy nos parece
corriente, como es la no consideración de los derechos humanos para algunas
gentes, deje de serlo, y así poder construir un mejor orbe para todos, donde la
intolerancia, el racismo y la segregación no tengan cabida. También cuesta
entender esa impunidad que, en algunos países, que se dicen democráticos y de
derecho, ostentan algunas gentes poderosas, realmente desestabilizadoras de lo
armónico. No hace mucho leíamos que expertos de Naciones Unidas instaban a
apoyar a los defensores de los derechos humanos como México, Brasil, y tantos
otros lugares. Para desgracia nuestra, todavía proseguimos amedrentando a los
que luchan por algo tan prioritario commundo, a mi juicio, tiene una gran epidemia, la de dejarse o el pan de cada jornada, y que es la
paz de cada día.
Desde luego, quien quiera trabajar por una
cultura que avive la unión y la unidad entre todos, no puede prescindir de
nadie. El abecedario de la marginación ha de estar ausente en todos sus
proyectos de trabajo. Por otra parte, ante este cúmulo de amargas experiencias
que se suceden, sin escrúpulo alguno, en el que nadie respeta a nadie, es
preciso reaccionar y no cruzarse de brazos, reafirmando un nuevo humanismo que
active el mundo de las ideas junto al de las actitudes.
Sin duda, hay que acabar con las culturas
dictatoriales que quieren imponerse en el área del Caribe, el Continente Sureño,
algunos países orientales y Rusia, es el mismo culto al dios Estado, que diseña
un sistema político con economías forzadas que perjudican al pueblo y
fuertemente estatizadas por el militarismo cruel que agota la fluidez del
acervo histórico y da poco margen para la actividad privada. Son burocrátas
enquistados en cargos rentados y son un solo matrimonio entre oficialismo y
oposición. No es pura coincidencia que el partido de gobierno se encuentre
involucrado. Son situaciones terribles que se saltean para mostrarnos como una
novedad civilizada y nada se puede cambiar cuando hay grupos malsanos
involucrados que se dedican al bachaquerismo y especular con los alimentos y
enseres electrodomésticos, claro en Venezuela, no hay ideología política como
doméstica. Vamos a ver, quién tiene la próxima careta.
Lo más triste, es la zancadilla de los camaradas
y amigos del partido que se reúnen en familiaridad, lanzan palos y piedras a
sus mismos vecinos y nadie, quiere ir a la base a escucharlos, no les importa
quitarle dos mil bolívares en un puesto de cola para comprar los mismos
alimentos regulados, lo lamentable es que el patrocinador es un connotado
concejal del Psuv, el mismo partido de gobierno, de verdad, es una aventura
entre cuatro paredes, una repetición verbal hacia el silencio.
Es una guerra de David contra Goliat. La
militancia tradicional está alejada de los partidos políticos, hay quienes no
les importa esto, todos parecen tener dinero para movilizarse y realizar
propaganda, por radio, prensa o televisión. Ni hablemos de la comunicación por
las redes y Mass Media, ellos se creen tener la varita mágica para todo, son
unos delincuentes políticos y mercantilistas. Los Trump, los Macri, los Le Pen,
los Berlusconi, los Hitler, los Mussolini, todos asumieron por el voto popular.
La gente, el pueblo, los votó en su desesperación de no saber qué hacer, ya que
“nadie” los escuchaba, y la izquierda, o no existía o no sabía cómo combatir
esos fenómenos salvadores que aparecen cada vez más, aun cuando se está mejor
en lo económico, no lo estamos en otras cosas, que nada tiene que ver con don
dinero. En Venezuela, se habla de proyectos sociales y regaladeras, pero nos
morimos de hambruna y carencia de medicamentos.
Los nuevos signos de los tiempos han de liberar
al ciudadano, considerando siempre su propia identidad humana y la libertad de
conciencia. El culto al dios dinero no puede cohabitar por más tiempo, en este
siglo de avances tecnológicos y de pensamiento; orientémonos hacia una madurez
más afectiva, de mayor diálogo entre culturas, sin etiquetar a nadie, pero con
la contundencia requerida para la realización de un camino común. No podemos
ignorar que una mentalidad dictatorial, todo lo oscurece. Los horrores de esta
cultura manipuladora, que despoja al indefenso de los derechos humanos, y
esclaviza la realidad de la persona, hemos de pararla, por muy difundida que
esté en los medios de comunicación social oficiales y otros signados por la Época
Epopéyica.
Olvidamos que, a veces, para defenderse hay que salir corriendo, otras
quedarse y hacerse valer, pelear si es necesario, pero siempre hay que tener
ternura. Cuando el ser humano deja de enternecerse también pierde la fuerza de
la bondad, ésta sí que es la única inversión que jamás quiebra, lo que exige
protección absoluta. En consecuencia, y ante esta atmósfera de divinización de
los caudales monetarios, debemos estar vigilantes e invertir mucho más en una
educación verdadera, que nos haga mejores personas, mejores ciudadanos, mejores
seres humanos.
A propósito, quiero recordar, que en la reciente
ceremonia conmemorativa anual de Naciones Unidas en memoria de las víctimas del
holocausto, Antonio Guterres advirtió que se ven repuntes de antisemitismo,
racismo, xenofobia, odio hacia sectores populares los musulmanes y otras formas
de intolerancia, promovidos por el populismo y figuras políticas que utilizan
el miedo para alcanzar votos.
Cuidado, con estos cultivos dictatoriales del
“ordeno y mando”, incapaces de consensuar posturas y de generar un clima
armónico, como si el mundo fuera exclusivamente del poder; detengamos ese poder
discriminatorio, insensible, cuando su principal deber es auxiliar a todos, sin
excepción alguna, habite donde habite y sea como sea. No podemos normalizar lo
anormal, prender los sentimientos de odio y venganza, dar rienda suelta a los
prejuicios. Sin duda, es el momento de recapacitar, de repensar sobre nosotros,
fortaleciendo el espíritu democrático, más compatible con la dignidad y con la
libertad de los ciudadanos, frente a los monopolios de dictadores, que lo único
que hacen es dividirnos, para que los endiosados por el poder puedan seguir
cosechando caudillajes. Y eso, lo promueve parte del Psuv y un reducido grupo
de opositores que se alimentan del campesino y del pueblo de base.
Vivimos una época de continuas dictaduras, en la
que todo se supedita a las reglas de mercado, que imponen sus propios
referentes, sin importar para nada los valores morales. Por desgracia, muchos
líderes no ven más allá del mero lucro, alimentan la usura, y olvidan la
satisfacción de una vida austera, sencilla, de incondicional servicio y
entrega. Continuar con esta cultura de intereses, de búsquedas absurdas, de
negocios mundanos, nos lleva a una opresión verdaderamente preocupante. Por lo
tanto, cuanto más nos alejamos de aquellos cultivos esenciales y auténticos,
respetuosos con toda vida humana, más nos exponemos al fracaso, a la
destrucción de la especie, al caos, en definitiva.
Sólo abriéndose a un proceder de asistencia, y
fraternizándose con nuestros análogos, podemos caminar, vivir y dejar vivir.
Para empezar, deberíamos poner en orden nuestra mente e indagar sobre la
verdad, que hoy tanto se enmaraña de falsedades, para que podamos perdurar en
el tiempo y dar consistencia a un horizonte de respeto y a un camino en el que
puedan coexistir todos los pensamientos.
los pueblos latinoamericanos en estos doscientos años,
(Ezequiel Zamora- Chávez) de vida independiente en que los procesos progresistas
han sido derrotados y ganamos batallas, seguiremos en esa de dar un paso para
adelante y otro para atrás. Los venezolanos vivimos c años de estancamiento y
sufrimos de todo lo que tiene para padecer un pueblo, de a poco, como en todo
proceso de cambio, se va saliendo de ese estado en que nos dejaron los
gobiernos oligárquicos, pero si el pueblo entiende otra cosa, nadie lo va a
cambiar y se volverá para atrás y de nuevo en la decadencia. Por esto, digámosle un sí a un nuevo
gobierno, sin delincuentes y un militarismo falaz a su lado, vivamos por la
patria de Chávez, a Maduro lo desvió el nepotismo político y el mercantilismo
liberal, una teoría francesa de empobrecimiento al pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico