Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

jueves, 2 de marzo de 2017

Farolas, a lo largo del cordel religioso.



Fuente Literaria. (Los anillos de Fuego II- I parte).

Embargado por el hastio, siempre iba al patio de la casa de mis padres en Guayabal, allí podía divisar a la costurera colombiana que se levantaba desde muy de mañana a maquillarse y preparar el café, una quebrada sin flujo de agua daba paso a la autopista y  me sentaba cerca de una mata de mango y merey a degustarlo, papá llegaba ya casí al anochecer de la petrolera y mi mamá me entegaba a las monjas que iban a buscarme ya al atardecer, luego de su tradicional siesta y lectura del rosario, todos los d´´ias se hacian presente y contento me iba con ellas, porque veia desde televisor hasta verlas danzar en sus cuartos de oración.
Los pelos rizados de Maria Antonieta  se escondian en su atuendo de monja. Sus manos descubrian mi pecho en los atardeceres de verdadera frescura, Tamaré siempre ha sido caluroso y doce pipas de agua tenian que ser llenadas por mamá y mi persona cada dia.
Al otro lado, el Lago de Maracaibo dormia. Ferrer, era el prefecto y dueño del agua, muy cerca del tanque había una cabria que, una vez una bruja apareció y asusto a Pineda y a papá cuando se acercaban a la finca, llegando a la casa, totalmente orinados y con algo de excrementoss en su ropa interior, esa noche habían llegado Romúlo Bentancourt y Carlos Andrés Pérez a la finca  para ir a Maracaibo con el fin de reunirse ccon viejos dirigentes de los barrios,
Ellos, tres años antes, habían traido una vieja imprenta desde República Dominicana. Ahora en ese lugar, hacia atrás se encuentra el Hospital de Ciudad Ojeda y en la parte adelante del terreno, esta la vieja casa y  unas residencias de  los primos de ésta generación.
Ferrer, siempre fue un político consumado junto a la tía Mélida. Yo me iba siempre al gran tanque de agua para ver a los patos zambullirse y comer  de lo que yacia en el piso, aunque todos los días le llevaban alimentos para ellos y las vacas que casi no se veian, porque estaban alejadas de nuestras vistas.
Adeline era más despierta que Maria Antonieta y Susana. Siempre sonreian y les gustaban el dinero. Reunian lo suficiente para irse a Palmarejo y olvidarse de que eran maestras de grado, me llevaron a escondidas, tres  veces a ese pintoresco lugar.La primera era celosa, la segunda adveniza y la tercera murmuradora.
Pronto, se irán haciendo viejas y tendrán que irse, a los monjes no les gustaban ya mayores, igual cuando papá me mandaba al Seminario Kermaria en La Grita, al cura le gustaba pasar primero por Las Pavas a recoger dinero y tomarse dos copas de vino, algunas mujeres al verme en la camioneta solo, me buscaban y resguardaban en los cuartos desocupados o libres de sus compañeras, el monje salia  de su escondite al otro día y luego del desayuno, prendia su camioneta y al Seminario, resguardado por pastores alemanes, que eran sueltos ya casí al anochecer.
Trate siempre, de no aburrirme del existir.
Así que, los politicos de ahora, tratan al pueblo en un término completamente burlón.  Son espigas, cuyas flores caen al suelo polvoriento de la vida, más este hijo de dictarzuelo que tenemos, sobrevenido de un camión de pasajeros.
Es una ceniza fina que va cayendo en nuestras vidas, hasta azotarnos. Las voces se hacen más lenta y la alegría de nuestra Venezuela se ha ido, uestros jovenes huyen como manadas de bufalos para no encontrarse con el hambre al frente nuestro. La burguesia endomingada ,jamás cedera su poder y control al pueblo, esto, es puro engaño y el manejo del discurso presidencial es lo más falso que se puede vivenciar en éste tiempo y su punto de gracia en los mass- media.
Uno sueña, muchas cosas. Pro, nada tan idiota como viajar sin destino, lo hice a Mérida y luego a Barquisimeto, aquí estoy en confesión de principios, en el Seminario, nunca me pude confesar. Aparte que no me agradaba, el sacerdote en las noches perseguía a las cocineras en el patio central para encerrarse entre sus perros para hacer el amor, No se, porque tanta bullicidades, cuando es un hombre común, igual que los seres narrados en la Biblia. Bueno, allí estaba Adeline, quién me dijo que estaba hasta la coronilla y una grave impiedad, ella me hacia tortas de chocolate en Ciudad Ojeda y me esperaba todas las mañanas en el portón principal del comedor para escuchar mi voz. Allí, inerte pensaba como dormir con los ojos abiertos y de pronto, me agitaba los labios, me enseño a besar.
Las llamas de gas son altas, hoy no estas. Un desconocido fue para gozarte y llenarme de celos. El farol, con su luz enue alumbra mis pasos por tu vida y devela las dos verjas del destino y el portero principal, abre un elegante pabellón, donde se encuentran las almas sin destino y no hay un lugar para guarecerse y encontrarse con familiares que pasaron esa experiencia, no hay tiempo para la espera.
La Iglesia de Tamare, tiene unas escalinatas altas, nos escondiamos para escuchar las murmuraciones de las viejas beatas que soltaban sus penas ante el cura, las invitaba a su despacho y salian contentas con un velón de la expiación y el resultaba muy locuaz  y soltaba sus bromas habituales. Las ideas resultaban comiquisimas y los peldaños anchos de las escaleras, nos permitian acostarnos para ver a las monjas y mujeres religiosas pasar a la oficina de despacho a entregar una vela ante el monumento de piedra que se encontraba cerca del lavablo.
Saliamos, riéndonos.
Las riquezas de Venezuela es un aplastamiento, se las llevan a otras tierras.  Papá nos llevaba a Cucuta a comer en un lujoso hotel, entre los cuartos,los pasadizos eran muy estrechos, era una vieja estructura modernizada y las ramas y flores de los árboles, llenaban de armonia aquellos escenarios. Siempre veia un hombre alto que llegaba con una mujer hermosa y se hospedaba en los cuartos de atrás. Y le llevaban rosas y regalos, Luego salian a un club para darse un baño en la piscina y aquello era un revoltijo,todos resultaron enamorados de esa mujer, menos el marido, quien le amabas, pero como podía responder ante la galeria de invitados. María Antonieta, le gustaba los obsequios buenos, comer en cafeterias y usar buenas zapatillas.  La parte baja del hotel, tenía un porton que daba hacia una panaderia, le invite a un bocadillo y café y nos saludamos, tantos años sin verla. Siempre trajeada de gala,
Susana, siempre le veo., parece una araña, llena todas las ventanas de sus hilanderas y como un juego de ajedrez, busca aislarme de la muchedumbre, pero, por ser la más reservada, siempre le admire y llevaba unos guantes, cuando iba a la capilla y prender una pequeña vela de olor, tenia siempre un incienso de olor canela, en el tiempo. Logre rescatarla de los Hare Krsna, fue un duro batallar de dos años y helaba sus hombros, friolenta siempre, desde Tamare, cuando me abrazaba de niño su mirada incierta veia a los lados, me besaba y abrazaba. Siempre una sonrisa involuntaria la envolvia, todas, cuando iban a Cucuta, se encontraban en el mismo hotel y la viuda del notario, les llevaba unos papeles, ese comercio y sentido de amistad entre Colombia y Venezuela siempre ha existido
El Sacerdote, iba llegando al Seminario, casí al mediodia, siempre recuerdo al Kermaria por su piscina, allí nadaba en los atardeceres, corria y Susana me tenía un aperitivo, Maria Antonieta un Café y  Adeline, una porción de torta de chocolate.
Así que, en Venezuela, todos son convidados y zalameros, no les gusta trabajar. Es un movimiento maquinal y todos desean vestir de blanco, cuando es el momento de la gran fiesta. Papá, siempre fue jefe de planta en la antigua corporación eléctrica, por lo tanto, tenia oportunidad de entrar y salir de los festejos, pero, se la verdad, conocí personalmente a Romúlo Bentancourt, Carlos Andrés Pérez y a Hugo Chávez Frías. En Colombia, todos iban al mismo hotel a conversar sus cosas, porque eran colombianos, a excepción de Romúlo que tenia residencia en La Habana, Costa Rica y Guatire. Todos coincidimos en el mismo lugar.A venezuela, la gobierna los extranjeros, nunca el pueblo, mimeotizado por los medios de comunicación de masas.





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