Fuente Literaria. (Los anillos de Fuego II- I parte).
Embargado por el hastio, siempre iba al patio de la casa de mis padres
en Guayabal, allí podía divisar a la costurera colombiana que se levantaba
desde muy de mañana a maquillarse y preparar el café, una quebrada sin flujo de
agua daba paso a la autopista y me
sentaba cerca de una mata de mango y merey a degustarlo, papá llegaba ya casí
al anochecer de la petrolera y mi mamá me entegaba a las monjas que iban a
buscarme ya al atardecer, luego de su tradicional siesta y lectura del rosario,
todos los d´´ias se hacian presente y contento me iba con ellas, porque veia
desde televisor hasta verlas danzar en sus cuartos de oración.
Los pelos rizados de Maria Antonieta
se escondian en su atuendo de monja. Sus manos descubrian mi pecho en
los atardeceres de verdadera frescura, Tamaré siempre ha sido caluroso y doce
pipas de agua tenian que ser llenadas por mamá y mi persona cada dia.
Al otro lado, el Lago de Maracaibo dormia. Ferrer, era el prefecto y
dueño del agua, muy cerca del tanque había una cabria que, una vez una bruja
apareció y asusto a Pineda y a papá cuando se acercaban a la finca, llegando a
la casa, totalmente orinados y con algo de excrementoss en su ropa interior,
esa noche habían llegado Romúlo Bentancourt y Carlos Andrés Pérez a la
finca para ir a Maracaibo con el fin de
reunirse ccon viejos dirigentes de los barrios,
Ellos, tres años antes, habían traido una vieja imprenta desde
República Dominicana. Ahora en ese lugar, hacia atrás se encuentra el Hospital
de Ciudad Ojeda y en la parte adelante del terreno, esta la vieja casa y unas residencias de los primos de ésta generación.
Ferrer, siempre fue un político consumado junto a la tía Mélida. Yo me
iba siempre al gran tanque de agua para ver a los patos zambullirse y comer de lo que yacia en el piso, aunque todos los
días le llevaban alimentos para ellos y las vacas que casi no se veian, porque
estaban alejadas de nuestras vistas.
Adeline era más despierta que Maria Antonieta y Susana. Siempre
sonreian y les gustaban el dinero. Reunian lo suficiente para irse a Palmarejo
y olvidarse de que eran maestras de grado, me llevaron a escondidas, tres veces a ese pintoresco lugar.La primera era
celosa, la segunda adveniza y la tercera murmuradora.
Pronto, se irán haciendo viejas y tendrán que irse, a los monjes no les
gustaban ya mayores, igual cuando papá me mandaba al Seminario Kermaria en La
Grita, al cura le gustaba pasar primero por Las Pavas a recoger dinero y
tomarse dos copas de vino, algunas mujeres al verme en la camioneta solo, me
buscaban y resguardaban en los cuartos desocupados o libres de sus compañeras,
el monje salia de su escondite al otro
día y luego del desayuno, prendia su camioneta y al Seminario, resguardado por
pastores alemanes, que eran sueltos ya casí al anochecer.
Trate siempre, de no aburrirme del existir.
Así que, los politicos de ahora, tratan al pueblo en un término
completamente burlón. Son espigas, cuyas
flores caen al suelo polvoriento de la vida, más este hijo de dictarzuelo que
tenemos, sobrevenido de un camión de pasajeros.
Es una ceniza fina que va cayendo en nuestras vidas, hasta azotarnos.
Las voces se hacen más lenta y la alegría de nuestra Venezuela se ha ido,
uestros jovenes huyen como manadas de bufalos para no encontrarse con el hambre
al frente nuestro. La burguesia endomingada ,jamás cedera su poder y control al
pueblo, esto, es puro engaño y el manejo del discurso presidencial es lo más
falso que se puede vivenciar en éste tiempo y su punto de gracia en los mass-
media.
Uno sueña, muchas cosas. Pro, nada tan idiota como viajar sin destino,
lo hice a Mérida y luego a Barquisimeto, aquí estoy en confesión de principios,
en el Seminario, nunca me pude confesar. Aparte que no me agradaba, el
sacerdote en las noches perseguía a las cocineras en el patio central para
encerrarse entre sus perros para hacer el amor, No se, porque tanta
bullicidades, cuando es un hombre común, igual que los seres narrados en la
Biblia. Bueno, allí estaba Adeline, quién me dijo que estaba hasta la coronilla
y una grave impiedad, ella me hacia tortas de chocolate en Ciudad Ojeda y me
esperaba todas las mañanas en el portón principal del comedor para escuchar mi
voz. Allí, inerte pensaba como dormir con los ojos abiertos y de pronto, me
agitaba los labios, me enseño a besar.
Las llamas de gas son altas, hoy no estas. Un desconocido fue para
gozarte y llenarme de celos. El farol, con su luz enue alumbra mis pasos por tu
vida y devela las dos verjas del destino y el portero principal, abre un
elegante pabellón, donde se encuentran las almas sin destino y no hay un lugar
para guarecerse y encontrarse con familiares que pasaron esa experiencia, no
hay tiempo para la espera.
La Iglesia de Tamare, tiene unas escalinatas altas, nos escondiamos
para escuchar las murmuraciones de las viejas beatas que soltaban sus penas
ante el cura, las invitaba a su despacho y salian contentas con un velón de la
expiación y el resultaba muy locuaz y
soltaba sus bromas habituales. Las ideas resultaban comiquisimas y los peldaños
anchos de las escaleras, nos permitian acostarnos para ver a las monjas y
mujeres religiosas pasar a la oficina de despacho a entregar una vela ante el
monumento de piedra que se encontraba cerca del lavablo.
Saliamos, riéndonos.
Las riquezas de Venezuela es un aplastamiento, se las llevan a otras
tierras. Papá nos llevaba a Cucuta a
comer en un lujoso hotel, entre los cuartos,los pasadizos eran muy estrechos,
era una vieja estructura modernizada y las ramas y flores de los árboles,
llenaban de armonia aquellos escenarios. Siempre veia un hombre alto que
llegaba con una mujer hermosa y se hospedaba en los cuartos de atrás. Y le
llevaban rosas y regalos, Luego salian a un club para darse un baño en la
piscina y aquello era un revoltijo,todos resultaron enamorados de esa mujer,
menos el marido, quien le amabas, pero como podía responder ante la galeria de
invitados. María Antonieta, le gustaba los obsequios buenos, comer en cafeterias
y usar buenas zapatillas. La parte baja
del hotel, tenía un porton que daba hacia una panaderia, le invite a un
bocadillo y café y nos saludamos, tantos años sin verla. Siempre trajeada de
gala,
Susana, siempre le veo., parece una araña, llena todas las ventanas de
sus hilanderas y como un juego de ajedrez, busca aislarme de la muchedumbre,
pero, por ser la más reservada, siempre le admire y llevaba unos guantes,
cuando iba a la capilla y prender una pequeña vela de olor, tenia siempre un
incienso de olor canela, en el tiempo. Logre rescatarla de los Hare Krsna, fue
un duro batallar de dos años y helaba sus hombros, friolenta siempre, desde
Tamare, cuando me abrazaba de niño su mirada incierta veia a los lados, me
besaba y abrazaba. Siempre una sonrisa involuntaria la envolvia, todas, cuando
iban a Cucuta, se encontraban en el mismo hotel y la viuda del notario, les
llevaba unos papeles, ese comercio y sentido de amistad entre Colombia y Venezuela
siempre ha existido
El Sacerdote, iba llegando al Seminario, casí al mediodia, siempre
recuerdo al Kermaria por su piscina, allí nadaba en los atardeceres, corria y
Susana me tenía un aperitivo, Maria Antonieta un Café y Adeline, una porción de torta de chocolate.
Así que, en Venezuela, todos son convidados y zalameros, no les gusta
trabajar. Es un movimiento maquinal y todos desean vestir de blanco, cuando es
el momento de la gran fiesta. Papá, siempre fue jefe de planta en la antigua
corporación eléctrica, por lo tanto, tenia oportunidad de entrar y salir de los
festejos, pero, se la verdad, conocí personalmente a Romúlo Bentancourt, Carlos
Andrés Pérez y a Hugo Chávez Frías. En Colombia, todos iban al mismo hotel a
conversar sus cosas, porque eran colombianos, a excepción de Romúlo que tenia
residencia en La Habana, Costa Rica y Guatire. Todos coincidimos en el mismo
lugar.A venezuela, la gobierna los extranjeros, nunca el pueblo, mimeotizado
por los medios de comunicación de masas.
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