El Reloj del Tiempo
Einstein, jamás imagino que internet y los
avances tecnológicos permitirían darle un vuelco a la historia para transformar
a la sociedad con todas sus aristas La información, el conocimiento, el
trabajo, el ocio, el consumo, los hábitos, las necesidades, los deseos e
inclusive las relaciones personales; todo está atravesado y se reconvierte día
a día a medida que avanzan las tecnologías de la comunicación en una gran
verdad en el quehacer humano.
Pero, la tecnología y su desarrollo mueve
la sociedad hacia la aparición de nuevos riesgos y problemas e incluso, también
de nuevas formas de delitos que muchas veces caen en vacíos normativos o una
incapacidad de los individuos y los gobiernos para abordarlos.
Los Gobiernos alrededor del mundo y las
distintas Organizaciones empiezan a prestar atención a la temática,
problematizar las cuestiones relacionadas a ella, y reconocer la necesidad, por
un lado de tipificar y sistematizar la información, y por el otro, de generar
marcos legales y políticas públicas que garanticen que los derechos y
libertades individuales no se vean vulnerados en el terreno de las tecnologías
de la información y la comunicación.
El experto en informática Gustavo Saín, autor
del libro “Delitos informáticos: investigación criminal, marco legal y
peritaje”, aborda la cuestión conceptual y asegura que “no hay una definición
estándar o un consenso internacional acerca de qué son los delitos
informáticos. Se entiende por ello cualquier conducta penada por la ley o
susceptible de serlo, que utiliza como medio para cometer el mismo o el fin del
mismo, un dispositivo informático”.
Hay que decodificar la información y
avezar el quehacer ideológico como político, con el fin de regularizar las
redes sociales y romper con los agujeros negros que dañan la misma estructura
del lenguaje semántico.
Los temores de la incapacidad de los
EEUU para imponer el orden en un sentido hegemónico, tienen total validez al
confrontarlo con el impacto que ha tenido la Organización de Cooperación de
Shangai (OCS) fundada en 2001 por China, Rusia, Kazajistán, Kirgistán y
Tajikistán, a la cual se ha unido Uzbekistán. La creciente cercanía entre Rusia
y China, que ha generado el unilateralismo globalizante adelantado por los
diversos gobiernos norteamericanos desde Ronald Reagan (1981-1989) hasta la
actualidad, ha devenido en una alianza que amenaza la supremacía que los EEUU
había gozado desde la crisis de la ex URSS en las últimas décadas del pasado
siglo XX.
Hasta ahora, hemos sólo definido en qué
consiste el Caos Constructivo y el porqué de su desarrollo contra Venezuela,
pero no hemos descifrado su ADN operativo. Debemos decir, que comenzó en 2002,
con un laboratorio vivencial que manejó dos (2) de los tres pisos teóricos que
son la base de la teoría del Caos Constructivo: 1) los planteamientos de Kent,
sobre acciones de guerra no convencional y 2) los métodos de Gene Shard, sobre
“acciones no – violentas”.
Cuando se tejió contra Chávez, entre
noviembre de 2001 (con el paro de Fedecámaras) y abril de 2002 (con el
pronunciamiento de militares y la manipulación de imágenes) una acción que
momentáneamente lo expulsó del ejercicio del poder, los servicios de
inteligencia de los EEUU comprendieron de la peor forma, que no podían cambiar
la voluntad popular con un simple manejo de imágenes, debían trabajar más
profundamente la animosidad psicológica para lograr derrumbar el enorme arraigo
popular que tuvo el liderazgo de Chávez.
La gran lección de los sucesos de abril
de 2002, fue la posibilidad de explotar el odio de clase y étnico contra
Chávez. Chávez construyó una estructura simbólica con los excluidos y
transformó esa asociación en una voluntad de poder, que lo llevó a triunfar
contundentemente en los procesos eleccionarios entre 1999-2012 (con la única
excepción de la derrota del Referendo por la reforma constitucional de 2007),
sin embargo, quedó en evidencia una profunda ruptura cultural entre los
sectores clase media que vieron con indignación la política de igualdad
jurídica que adelantó Chávez. El odio de clase como motivación política para
movilizar contra el Proyecto Bolivariano, fue un dato surgido empíricamente.
Ese odio pretendió repetirse en el paro petrolero sucedido a finales de 2002 y
principios de 2003, sin éxito evidente. El cálculo había fallado, pero ¿qué lo
había hecho fallar?, la respuesta: el liderazgo e identificación de Chávez con
los colectivos excluidos. Era necesario socavar ese liderazgo y comenzó toda
una dinámica, que se basó exclusivamente en los supuestos e indicaciones de
Gene Shard y en el soporte a través de Operaciones Psicológicas (OPSIC)
Heriberto González, psicólogo ha explicado muy bien el proceso de
manipulación que se ha adelantado desde ese momento. Dio inicio a una dinámica
de ablandamiento y penetración en la psiquis de apoyo electoral de Chávez y del
PSUV. A ello sin duda contribuyó el hecho, que no se han desmontado los
mecanismos liberales característicos de la cultura rentística del venezolano,
que siguen estando vigentes.
La
articulación de las estrategias de “resistencia y movilización” planteada por
Shard en su libro (más de 190 acciones que pueden ejecutarse), comenzaron a
llevarse a cabo, con progresividad. No obstante, el propio Chávez, las había denunciado y advertido sobre esos esfuerzos, que en conjunto
desarrollaban actores políticos y económicos internos, con comunicación y apoyo
externo. Sin embargo, en el lapso que va de los primeros esfuerzos en 2002, a
la denuncia de Chávez en junio de 2007, las diversas agencias de inteligencia
lograron identificar actores, organizaciones e instituciones que podían “ser
tocadas”, con la finalidad de ser utilizadas para la desestabilización. Lo
único, con lo que no contaban, es con el impacto que la política de defensa de
la soberanía petrolera iba a tener en la calidad de vida de los venezolanos.
Las autoridades europeas, velan por
su reputación y en cierta forma han perdido la paciencia ante la desidia del
poder judicial en controlar los mensajes de odio y, los contenidos inapropiados
que se observan en las redes sociales, hay muchos posts que incitan a la
violencia y el racismo, incluso, Yvette Cooper, del gobierno inglés, se refirió
a casos concretos de videos e imágenes sexuales muy explícitas.
En los países nórdicos, también nace
el descontento con la tolerancia, ante el abuso de grupos de derecha en el
campo político que arropa a grupos raciales que fomentan fisuras entre los
residentes de cualquier departamento o distrito. Algunos, solo acuden a la
política del bloqueo y desactivan a las personas y, esto, se debe a la poca
comprensión política y lo reducido en explicar con argumentos cualquier hecho
notorio en la comunidad.
Venezuela, jamás puede ser la
excepción. A diario, ejércitos de tuiteros pertenecientes a partidos políticos
en todo el mundo inundan la red con trinos amenazantes, injuriosos y
segregacionistas. Muchas veces, esta campaña se encuentra a mano de
comunicadores y especialista en la radiodifusión. Bueno, hay muchas
aceptaciones por la monetización y el gran negocio digital que llego hasta el
sistema financiero mundial
Nota: He venido utilizando datos
históricos guardados en el computador y que reflejan una realidad, la toma de
Venezuela por grupos de injerencias que reflejan un solo espacio común y
quehacer político y que tuvo su máxima manifestación en las guarimbas, acción
bélica contra el policía Pérez e intervención y detención de militares. ¿Pero,
que se esconde tras todo esto? Sin duda, nuestras riquezas.
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