La Tecla Fértil
Los venezolanos, debemos asumir la nueva concepción de Estado y estar consciente de un estado transitorio que nos revela un conjunto de categorías transitorias que implica la postmodernidad del mismo y que nos llevaría a una plataforma conceptual donde el capital, seria el factor imprescindible para desbordar los niveles de la centralidad como sistema político para imponer los flujos financieros necesarios que, como ley estarían muy alejados de ser un Estado Socialista.
Por esto, no hemos logrado tener un mapa de flujos políticos que revele nuestra identidad como vínculo local y avanzar de una manera irreversible hacia un mercado expansivo único, donde las ganancias del mercado irían a parar a grupos reducidos de sectores que se encuentran anclados en la izquierda. El Estado como ente contralor tiene sus días contados porque no se adapta a los lineamientos dados desde la casa de gobierno y que los ciudadanos incomodan el espacio territorial para crear situaciones propensas a globalizar la mercancía que llegue a nuestros espacios como consecuencia de los flujos económicos y sociales.
Lo cierto es que los personajes circenses deben desaparecer y exigimos una Asamblea Nacional con hombres críticos de la realidad contextual donde estamos ubicados geográficamente, ya no podemos depositar nuestros votos por analfabetas. Ya el trago ha sido bastante amargo, para seguirlo soportando. Exigimos líderes con dignidad para afrontar las caminatas por las calles venezolanas y solventar los problemas de ese pueblo que exige una respuesta clara sobre una realidad evidenciada por hechos borchonosos a la moral pública.
La situación ideológica de nuestra Asamblea Nacional es casi repetitiva y nadie tiene la habilidad para presentar o reformular las tesis presentadas como una reformulación de la misma ley. Por eso, es necesario encontrar espacios para el avance socialista de calle y así emerger los nuevos líderes que han de representarnos en los lugares público o circuitos electorales. Los ciudadanos solo desean saber sobre un plan de empleos, sanidad y seguridad social.
Nadie desea quedarse afuera, pero, tienen una hoja de servicio muy pobre en su actuación como cabildante, diputado o gobernador. Lo cierto es que débenos renovar nuestro hemiciclo con personas mas adecuadas y que le faciliten el trabajo administrativo. Actualmente, hay pronósticos viables que señalan las modificaciones que ha se tener próximamente la Asamblea Nacional.
La nueva Asamblea Nacional debe tener diputados probos que asuman decisiones valederas y que tengan suficiente conciencia para tener libertad en cada una de sus decisiones y así, tener la oportunidad de avanzar en nuestra historia hacia un instrumento político válido, nuestra democracia. El pueblo tiene una memoria colectiva muy clara y solo desea avanzar para desarrollar su propia fuerza y expandirse en las comunidades para reunificarse nacionalmente en un solo nivel de conciencia, el trabajo creador y productivo al lado de su grupo familiar.
Necesitamos, diputados con coherencia democrática que avance con los derechos humanos y refleje un interés critico por la seguridad personal y social. Ya basta de tanta violencia en las calles y barrios de nuestras comunidades, exigimos un nuevo diputado.
