Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

martes, 4 de septiembre de 2012

CALIYURI, UNA EXPERIENCIA CAUSAL


FUSION Y CONVIVENCIA
Nací poeta y escritor, quizás mi alma es peregrina porque está dispuesta a provocar con entusiasmo el verde abanico de tus pampas y las creaciones literarias que a diario nos da. Es un proceso creativo en Ana Caliyuri para descubrir el concepto deseado por ella acerca de lo urbano y lo rural en la poesía, sin olvidar sus cánticos al amor. Son ciudades imaginarias, colores que manifiestan su gusto por una tierra abierta al corazón de su gente y turistas. Su letra, nos abriga hacia la espiritualidad donde la figuración de los planos subjetivos nos proyecta a un mundo imaginario y real. Su voz recorre Latinoamérica reflejando letras hispanas que determinan una manera de archivar la palabra, cada una de ellas tiene un significado y sustenta nuestra realidad, son ideas inspiradoras de una realidad que apela al compromiso y reprocidad con la verdadera convivencia de una ciudad y sus vivientes. El tiempo marca su ciudad, donde se cruzan los colores para darle alegría y ver las nubes caer en escarchas su timbre de voz por las ondas de radio. Sus versos, constituyen una fotografía de cada paso, cuando el alma busca sus respuestas. Ella, es el mundo donde la anécdota ocurre para identificarnos con su situación poética y darle un carácter cotidiano a lo que es común en un Sureño. Su poesía es una arte que proviene de la vida y expresada en sentimientos, su lenguaje en las letras nos revela los contenidos de la dramaticidad cotidiana en cada urbe visitada por Ana, tras la búsqueda de tomarse el mismo tiempo para plantearse la mayor fuerza de comunicación para ser entendida por medio de la poesía de la cual todos estamos imbuidos sin saberlo. El mundo literario en el Cono Sur, tiene un nuevo sonido, donde cada letra refleja su historia y devenir para darnos, una verdad que debe ser escuchada para sentir que nos invaden imágenes y sentimientos que pertenecen a nuestra memoria emocional. Es una emotividad, sin jerarquías verbales, donde se articulan expresiones de invención lógica para encontrarnos con nuestros sueños, su sueño, su persistencia pedagógica nos lleva a un experimento creativo muy original, donde el ritmo y el tiempo nos dan un trato de supervivencia para lograr una respuesta definible a nuestra manera de pensar y entender el mundo amplio de la literatura. Sus poemas, revelan una velocidad interior que excita nuestra timidez para apreciar su arquitectura en la figura de los rasgos humanos que vibran en nuestra alma para darnos una disposición de aceptar las estampas folklóricas de su lugar de hábitat. Más allá de su territorio privado, AC descubre la alegría de contarnos un universo de voces, luces y ritmos que se mueven en un solo espacio para descubrir su visión histórica sobre juegos de la naturaleza y ficción del tiempo. Allí no hay pasado. Todos, participamos de lo intemporal para elevarnos a una geografía decorativa de sus mundos literarios. Es el momento, en que la poesía adquiere su sentido más amplio para percibir la libertad de elegir el ombligo de ese tiempo para reproducir el tiempo de ficciones. Es seductiva, sinónimo de inocencia que intenta darnos una aproximación del amor y el texto literario, es un rostro en la calle que danza sobre sus caballetes en una calle empedrada de su Buenos Aires, una luz nunca vista en la epifanía de ese tiempo tremolado por un puñado de palabras que reflejan a muñecas soñadas, convertidas en mujeres que transitan el mundo. Es un impulso, buscado en la fundación de un territorio inédito de una manera libre. Caliyuri da paso a una hoja escrita frente al mar, una ciudad y al borde de la tierra, sentada en un parque. Es asombroso estar aquí, escribiéndole. No he planeado nada, solo el lápiz y el apuntador me lleva a tantas palabras que muestran mi destino imaginativo y, debo admitir que un viento rápido me carga de una esperanza que, es la realidad de un mundo literario en el Sur sin tramas imprevistas, ni letras al azar, me he encontrado con la palabra imaginativa y creativa de una poetisa llena de suma libertad y conciencia en su voz, en el recital de un recuerdo apacible. La poesía es creativa, representa una contribución del mundo literario hacia las personas que gustan de la espiritualidad y tiene un carácter estándar, Comprende, según su autor, a las necesidades de cada género para afirmar el lenguaje y entender el desarrollo vertiginoso de nuestras ideas, la poesía de AC es un testimonio narrativo e histórico de su comunidad, una ciudad naturalista por excepción, cuya cartografía nos lleva a un mundo imaginativo y un tratamiento profundo de las pasiones, es un proceso de reflexión y captación donde su letra nos explica las tormentas de ideas en el nuevo quehacer literario argentino y, lo más importante, nos detalla los orígenes de nuestra condición humana. Su letra es un acierto en nuestra aventura literaria como de las artes. Es un enfrentamiento de sueños en ideas que nos produce un aprendizaje fácil de esta poesía contemporánea de libre versos y métrica, Es una lectura rápida que se desenvuelve con rapidez para definir a personas, naturaleza y animales de una manera vertiginosa en un mundo de desarrollo y tecnología. Las artes argentinas, ya no es un mito. Su poesía implica prioridad en el campo del trabajo, donde la memoria se disuelve para buscar nuestros orígenes y darnos el goce de ya no ser un lector en solitario. Ya hay disposición de hacer una poesía histórica, es recuperar una experiencia inolvidable que nos lleva a distintas formas de lo sagrado para rememorar las lecturas de nuestra infancia y juventud. Es recuperar al Continente de lo perdido, ya más gente modesta lee poesía y se aventuran a enaltecerla, porque hemos venido incorpando a Occidente, elementos asiáticos y africanos que, disminuyen los horizontes de la experiencia humana. Las letras se encuentran explayadas para las nuevas generaciones y es un sentimiento particularizado, donde se enalteces nuestras condiciones emocionales como un género ambientado en las grandes ciudades, estas urbes nos han atrapado, dejando atrás la nostalgia del campo. En esta realidad, nuestra memoria se encuentra desvanecida por los cambios en la métrica poética. Caliyuri, proseguirá siendo un mito, su reciente libro nos lleva a una pluralidad de la jerarquía poética, es desvelar nuestras ideas ante una experiencia recuperable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico