El dólar sigue alimentando a unos pocos
venezolanos y la devaluación prosigue su camino por la ruta del socialismo,
ellos tienen necesidad de ir a Estados Unidos a recrearse con el financiamiento
del Estado, pero, la clase media venezolana tiene que arrinconarse junto a los
artesanos y profesionales porque tiene que pagar caro esta inflación. Para las
rutas venezolanas no hay aviones, pero hacia el exterior se cancelan los cupos en cómodas mensualidades mientras
el famoso CAVIDI hace el resto. Uno, nunca adivina el afortunado o no, pero, el
capitalismo existe y es una realidad macroeconómica venezolana, así, como le
decimos a Guerra, el economista, que no tiene razón. O de donde viene el
paquetazo.
Soy parte de una generación de revolucionarios
que estamos esperando nuestras prestaciones sociales desde 2008 y nada que ver,
mientras observo desde los hangares del aeropuerto valenciano salir avionetas,
aviones llenos de gente hacia el exterior para cumplir sus fantasías y nada que
el Estado cancela para arreglar nuestras casas, apartamentos o dar una pequeña
inicial para una bicicleta.
No sé, sí la revolución es una experiencia de
primera, segunda o tercera mano. Lo que si vemos un grupo heterogéneo de
personas que exigen mayor equidad social, esto, lo del dólar paralelo y otras
argumentaciones ya cansa. Una conferencia, visitar Disney, la hermana de Luis o bañarse en las cálidas aguas
de Florida, son suficientes motivos para otorgar dólares, ni por el coño se van
a bañar al Mediterráneo para toparse con los negritos marroquíes. Creo que iré
a buscar dólares para comprarme mi chaqueta negra de cuero y parecerme más a
los tránsfugas y quienes se burlan del Estado con esa viajadera, creo es la
quinta devaluación, sea oficial o no, pero, y el oro negro
Así que, estamos en la zona cero. Tenemos que ver
a donde están las inclinaciones, porque de verdad ya hay un grupo bien ubicado.
Incluso Tom, el acaudalado empresario que le
enseña a uno la bandera norteña y de las Islas Caimán. Es más ya es miembro
asesor de un inmenso grupo de venezolanos que viajan gracias a los dolàres de
las familias pobres de nuestros barrios al exterior. Nuestra población solo
espera ver pasar el camión de PDVAL o llegue el jabón a mercal, o la mortadela
del Brasil, coño no seamos más pendejos.
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