La Tecla Fértil
Los grupos empresariales en el contexto universal buscan traspasar los límites
legales al tratar de ahogar en la economía a Latinoamérica y Cuba. Sobre todo,
a países que poseen una industria dinámica y vienen atravesando problemas de
liquidez, lo que no le permite a los ciudadanos ahorrar y velar sus maltrechos
salarios que derivan de la industria privada y son pequeñas factorías denunciadas
por diferentes tipos de prácticas y explotación al trabajador.
De tal forma, que, se viene creando una jurisprudencia de ventas y
beneficios entre compañías monopolistas y, donde el Estado no interviene
directamente con los organismos competentes. Algunas se hacen globales para
evitar el sistema tributario y provocar el fraude y desabastecimiento y crear
situaciones de Golpes de Estado, desean evitar ser revisados y sus impuestos
observados.
Las grandes empresas juegan a la gestión de riesgo fiscal y crea
fundaciones y ONGs para motivar susurros
y forzar a la sociedad a lucharse en los abastos por un producto, como la
harina de maíz, aunque debemos reconocer una debilidad del mismo Estado sobre
algunas de sus actuaciones mercantiles. Los más afectados en este sentido son
el sector inmobiliario y el alimenticio por las plusvalías al vendedor y el
afloramiento de patrimonios no declarados, porque el ingreso de un funcionario público
no da para tanto enriquecimiento.
Algunas compañías transnacionales no sienten interés por neutralizar los
abusos del mercado financiero y no ven una salida a la situación actual y
provocan abusos en el mercado nacional y latinoamericano, aunque, la economía venezolana
esta más abierta, muchos dueños de negocios juegan a la presión de los precios
y Indepais y la nueva institución reguladora de precios son incapaces de
ajustar las ganancias de éstas en relación con los salarios de cada trabajador.
Sin duda, los venezolanos sabemos que algunas empresas producen acá y sacan
su mercancía al exterior para mantener grandes ganancias, constituyéndose este
elemento en una pieza clave para marcar a todos por igual. Algunos empresarios,
son reacios para hablar sobre erosión de salarios y el ejecutivo nacional
mantiene un grupo de trabajadores bajo el concepto de colaboradores y quedan
algunos bajo la condición de tercerizados, lo que se exige mayor flexibilidad
en el mercado, donde a cada trabajador se le pague bien, para no tener que
cargar con tres trabajos, uno en la mañana, otro en la tarde y el nocturno por
horas. He visto este caso. También debe ajustarse que cada trabajador no resida
tan lejos de su lugar de trabajo.
Ante este panorama, se requiere fortalecer el musculo financiero venezolano
para competir en el exterior y hacer verdaderas alianzas en el Continente
Sureño. En el mercado, no puede existir dualidades. Nos hacemos eco del clamor
popular para compensar la demanda de
comestibles y productos agrícolas, el latinoamericano como venezolano es muy
consumidor de oleaginosas. Exigimos que la marca Venezuela sea extendida en
todos los renglones de la industria para competir con Empresas Polar.
La sociedad venezolana debe reagruparse para enfocar los asuntos
mercantiles con el propósito de enfocar operaciones de fusión, escisión y reorganización,
para así, comprobar los valores, deducción artificiosa de gastos y los esquemas
utilizados para engañar a los sistemas de control fronterizo, sin importar la reputación
de la empresa porque lo que interesa es el lucro de sus socios.
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