TE EXTRAÑE
Veo las montañas, el cielo luce encapotado
He recorrido con emoción la blanquecina agua,
Es la neblina de tu ciudad, Los Teques, la noche
Se remueve bajo la ilusión de un rostro.
El metro, hace su recorrido por la savia verde,
Es el bosque del Ávila. Majestuosa armadura de hierro
Que con sus antorchas recorre los rieles para botar
Lágrimas al mar.
Al final, el Arco Iris destella su luz, en el mismo sitio
De tu descanso, todo, ahora, es más fácil, es el silencio
Es la extraña sensación entre el camino, la sonrisa y la lluvia.
Ya no es tan lejos, la memoria es miles de mariposas.
El azul del cielo, contempla mis ojos, mirando el alma
Tus mejillas brotan en la visión de mis alas y el cielo.
Suspiramos por el tiempo, ojala que todo no sea fantasía.
Te extrañe, es el azul de la mañana, un pensamiento que vuela
Colores del Arco Iris que revuela las ondas del mar
Antojos de conservas y leche quemada bajo el fogón,
,Revélame en tus ojos el amanecer en una vela sin mechas
De Kerosene. Es el azul de la llama que late en el lecho.
He aquí, el fuego en la quemadura del olvido, seamos presente,
Las palmas bajan el jueves santo, bajo la vigilia del curandero,
Es la tierra, caballos y mujeres marcadas bajo sangre del rosal,
Son pliegues de aguas y torrenteras para crear cantos y voces.
El paisaje y tu voz anidan la hierba de la noche, bajo una inocencia,
La arcilla está fresca y los pájaros cantan bajo tu nombre.
Marcas el tiempo, bajo las nubes azules para extrañar el filo lunar,
Los Teques acuña tus marcas y voz, sobre el techo de tu hogar, colinas
Del caminar y la larga palma de tus manos al cantar.
Emiro Vera Suarez- 09 06- 2013
Veo las montañas, el cielo luce encapotado
He recorrido con emoción la blanquecina agua,
Es la neblina de tu ciudad, Los Teques, la noche
Se remueve bajo la ilusión de un rostro.
El metro, hace su recorrido por la savia verde,
Es el bosque del Ávila. Majestuosa armadura de hierro
Que con sus antorchas recorre los rieles para botar
Lágrimas al mar.
Al final, el Arco Iris destella su luz, en el mismo sitio
De tu descanso, todo, ahora, es más fácil, es el silencio
Es la extraña sensación entre el camino, la sonrisa y la lluvia.
Ya no es tan lejos, la memoria es miles de mariposas.
El azul del cielo, contempla mis ojos, mirando el alma
Tus mejillas brotan en la visión de mis alas y el cielo.
Suspiramos por el tiempo, ojala que todo no sea fantasía.
Te extrañe, es el azul de la mañana, un pensamiento que vuela
Colores del Arco Iris que revuela las ondas del mar
Antojos de conservas y leche quemada bajo el fogón,
,Revélame en tus ojos el amanecer en una vela sin mechas
De Kerosene. Es el azul de la llama que late en el lecho.
He aquí, el fuego en la quemadura del olvido, seamos presente,
Las palmas bajan el jueves santo, bajo la vigilia del curandero,
Es la tierra, caballos y mujeres marcadas bajo sangre del rosal,
Son pliegues de aguas y torrenteras para crear cantos y voces.
El paisaje y tu voz anidan la hierba de la noche, bajo una inocencia,
La arcilla está fresca y los pájaros cantan bajo tu nombre.
Marcas el tiempo, bajo las nubes azules para extrañar el filo lunar,
Los Teques acuña tus marcas y voz, sobre el techo de tu hogar, colinas
Del caminar y la larga palma de tus manos al cantar.
Emiro Vera Suarez- 09 06- 2013
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