PDVSA vende 93.000 millones de dólares
pero entrega al Banco Central solo 46.000 millones, el resto paga sus deudas
cósmicas,–de 146.000 millones— con amortizaciones morosas, regalan por montones
miles de millones de dólares a los socios políticos del ALBA, despilfarran
sumas demenciales en sus propios subsidios de importaciones como PUDREVAL, y
vaya usted a saber cuántos millardos acumulan en cuentas secretas y paralelas,
que se manejan con la firma de Ramírez y Maduro, o sus cuentadantes, rompiendo
la unidad del tesoro y evadiendo todo control por parte del Estado venezolano.
PDVSA tiene finanzas delincuenciales y no auditables por decir lo menos.
Si las importaciones requeridas suman 60.000 millones de dólares al año y
PDVSA, que es la única fuente de entrada de divisas, solo trae 46.000 al BCV,
va quedando un déficit de por lo menos 14.000 millones, dada la casi nula
inversión foránea. Se ha convertido entonces en una verdad de Perogrullo, que
esta economía vudú de la colapsada republica roja, empezó a agonizar por la vía
de matar a PDVSA.
Si la menor parte de lo que queda afuera es para pagar equipos e insumos
requeridos por la industria, el grueso se gasta pagando nueva DEUDA EXTERNA
como el bendito FONDO CHINO o paliando un déficit de
importaciones, que es lo que mantiene el dólar paralelo a 6 veces la cotización
oficial.
Mientras tanto el gobiernito manirroto no para de imprimir billetes de
Bolívares esmirriados sin respaldo, con emisiones inorgánicas, llevando la
liquidez hasta niveles demenciales, que por sí sola es fuente de una inflación
del 40, 50 y hasta 80% según los sectores.
La inflación más alta del mudo la produce el gobierno y cree la estupidez
que proponiendo poner presos a productores, comerciantes y desesperados
compradores de dólares, lograría detener esta rápido y segura marcha hacia el
barranco.
Aquí ya no hay más vueltas que darle y ya no se valdrán las truculencias y
disimulos con las estadísticas oficiales y encuestas compradas, si se quisiera
poner orden a este embrollo descomunal, en el que dejó el finado la revolución
de sus sueños, apuntalada en disparates, creyendo que la economía se dirige con
discursos incendiarios, de los que ahora padecemos sus consecuencias. Para
remate con la mismas mañas, heredadas por su delfín fraudulento, vamos
derechito al colapso abrupto de todos los índices económicos que, si no lo
saben les informo que hacen trizas, en prioridad, el ingreso de los sectores
menos favorecidos.
Señor Maduro, señor Merentes: un taxista avispado de Caracas logra un
ingreso mínimo mensual, contado en bolívares, de 25 o más millones de los
viejos, es decir un ingreso decente que les permite vivir sin grandes
privaciones. Medido en dólares oficiales se supone entonces que gana 4000
dólares mensuales, igual que en Miami, pero en realidad gana 700 dólares,
porque devenga en Bolívares, tazados al precio del paralelo que rige todo.
Ese debería ser el ingreso mínimo de una enfermera graduada, o una maestra
de primaria. Un médico que solo trabaje en el sector público, debería ganar
entonces por lo menos 40.000, un profesor universitario otros tantos, es decir
unos 1200- 1300 dólares, al cambio de paralelo, lo que dadas las circunstancias
puede darle un nivel de vida decente.
Y es un hecho que esos niveles de ingreso solo se alcanzan con el ejercicio
profesional privado u obteniéndolos de la cadena comercial y de servicios
privados, emancipada de los controles y regulaciones de precios. Si eres
susceptible que INDEPABIS te visite tu negocio estás quebrado o te arrastrará
penosamente en la desinversión y con ganancias esmirriadas… eres parte de la
economía rojita.
Recuerdo haber leído que en los años sesenta en la Unión Soviética, “el
mejor partido” posible para la hija de un pequeño funcionario, era cazarla con
un vendedor de churros, porque todo puestico de venta libre, hacía millonarios.
Lo mismo está pasando ahora en Cuba, con personas que brindan un preciado
servicio en cuchitriles, ahora permitidos tras 55 años de estupidez burocrática
policial, de esos genios macabros de la economía estatista llamados Fidel y
Raúl, que han sido los inspiradores de nuestro socialismo del siglo XXI.
Es cierto que si usted se levanta las 4 de la mañana para hacer la cola del
Mercal, para que le den los contados números, que serán atendidos hasta
mediodía y que agotan el inventario, obteniendo allí los 10-15 productos de
sobrevivencia, a precios subsidiados hasta en un 80%, usted es un incorporado
feliz, al racionamiento cubano de lujo, con el que sueña la boliburguesia
gobernante para toda la población, a excepción por supuesto de ellos mismos,
que viven con ingresos medios de 50-100 mil mensuales, además convertibles en
abundantes dólares que les multiplica sus haberes. El funcionario rojo medio y
alto, viven de acuerdo a la economía dolarizada al precio del paralelo, pero
con ingresos que quintuplican o más el nivel de lo que devenga dos tercios del
pueblo.
Ahora bien, TODA esta trama está
derrumbándose, porque necesita cada día mantenerse con el subsidio masivo, cual
drogadicto a una dosis creciente, pero ahora, desde hace prácticamente dos
años, la deuda externa crece exponencialmente para que siga respirando este
modelo absurdo absolutamente parásito. Y el nivel de deuda entró en límites
tales que amenazan con el default.
A Chávez le prestaban pero si mandas al yerno a Pekín le pintan una paloma
y a cambio de más dólares le piden nada menos que propiedad accionaria de
PDVSA. Como Ramírez ya sabe eso desde hace tiempo anda jalándole a las odiadas
compañías del imperio para que le arrimen unas promesas de inversión que van
directo al gasto corriente en Cuba o a PUDREVAL, pero que generan nuevos
compromisos de entrega de petróleos a futuro que le faltará a quien venga
después de este desastre de los latrocinios de la “PDVSA rojita”.
Por todo lo anterior podemos asegurar con absoluta certeza, estando
TOTALMENTE agotados los márgenes de maniobra de este régimen que esta
“boqueando” y en las últimas, que el Estado clientelar populista e
híper-corrupto que ellos han administrado en estos 14 años de disparates, ha
quebrado y ya nada ni nadie puede evitar que deba amputársele infinidad de
tentáculos gangrenados.
Si no se hace esto empieza un proceso irreversible de disolución social y
nacional. Para decirlo en criollo: cada segmento social, cada grupo de interés,
con mayor o menor capacidad de chantaje, se impondrá sobre los otros y hará lo
que le gana, pero todos tendrán que presenciar, resignados y atropellados, a
que las naciones vecinas nos descuarticen o por lo menos lo intenten y nos
obliguen a vergonzosos condicionantes de soberanía limitada .
Aunque este les resulte a muchos un
escenario alarmista y sobre todo no lo crean los patiquines y burócratas que
andan sacando cuentas de cual presupuesto de Alcaldía echarían mano el 8 de
Diciembre para “poner donde haiga” a sus financistas y ver
drásticamente abultadas sus propias cuentas bancarias, permítanme quitarles el
sueño si les digo, que muy difícilmente esta manguangua llega a esa fecha,
según se recoge de la opinión muy informada de gente sobre los inevitables desenlaces
obligados a partir del cuadro explosivo de la economía nacional.
Hay que establecer e impulsar de emergencia el consenso por un Nuevo Orden
que ya se hizo impostergable. No se trata de forzar nada se trata de impedir el
caos que ya asoma el hocico.
Cada día que se deje trastabillando este régimen en proceso de putrefacción
acelerada, acrecentará las dificultades para la recuperación nacional.
Los que pueden evitarnos que la desgracia sea mayor cada día deberán saber
que equivocarse, en esta cuestión fundamental, tendría seguramente costos aun
más dramáticos en el futuro inmediato.
Un gran amigo, general retirado,
honorable y culto, me confesó: “tengo la impresión que lo que
viene pronto se parecerá mas al 24 de Noviembre de 1948, cuando sacaron a
Gallegos, que a cualquier otro episodio de ruptura institucional de nuestra
historia… Conociendo de antemano que Maduro no le da ni por los tobillos al
gran maestro, electo presidente sobradamente legítimo, 8 meses antes, con 74,48
% de los votos ”.
Saquen ustedes sus propias conclusiones.
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