Aventis
Emiro vera suárez
En nuestro país, (
Venezuela), existe la vieja costumbre de abusar del consumidor final, mientras
el gobierno busca protegerlo de las
arremetidas o variables que inciden en el aumento de los productos de primera
necesidad hasta los electrodomésticos. Lo que explica el desplazamiento de fuerzas
productivas hacia un fin particular que determina detectar la realidad del país de una manera
muy fácil, socialmente los venezolanos hemos dejado atrás hábitos que
reflejaban la unión familiar y el bodeguero o vendedor informal se constituía
en uno más de la familia.
Más allá del mercado y
su estructura particular para darle aceso al pueblo con el fin
de adquirir productos de diversas índoles, existe una motivación política para destabilizar la misma acción gubernamental, es un coloso agigantado que se desprende desde las mismas fuentes empresariales para conceptualizar el fracaso del Estado, frente a una diversidad de eventos.
Es cierto, los precios
de juguetes, ingredientes para hallacas, productos de la dieta básica no pueden
ser accesibles para todos porque, gracias la revolución educativa, muchos
ciudadanos- no importando su edad- hoy son técnicos o profesionales, teniendo
la posibilidad de abordar más fácilmente el producto. Hay más especulación,
corrupción e inflación que el verdadero precio del producto. Otros se quedaron
atrás.
En las colas, más allá
de llevarse un bien comercial o alimenticio cada ama de casa para sus hogares,
hacen filas en las puertas del Supermercado para optar a dos o tres productos,
lo que refleja cierto bienestar al grupo
familiar. Otro nivel, es la adquisición de los mismos por personas dedicadas a
la venta particular de mercancía y no desean adquirir los mismos, en el mercado
de mayoristas. De esto, debe encargarse la red nacional de mercadeo, CASA y
Pdval, junto a sus filiales corporativas.
Exigimos una autoridad
consensual que opte a una sola vía de trabajo y, de esta manera las comunidades establezcan un orden para
favorecer a cada residente de ése espacio geográfico, la idea es cooperar con
las pequeñas empresas de producción
artesanal e industrial. Es darle apoyo a las manifestaciones venezolanas e
irnos alejando de la concepción extranjera y su comercio. La parte artesanal,
debemos enfocarla hacia la industrialización.
Hay que abocarse al
cambio organizativo del país, bajo el esquema de variables optimistas hacia el
consumidor. Jamás las circunstancias
deben conducirnos hacia la fatalidad, somos un país joven, el cual debe
transformarse en toda su infraestructura económica para producir más y asumir
responsabilidades con amplitud de criterio y conocimiento.
La operación Tenazas,
se cumple a cabalidad en el Sur, por grupos económicos que no comparten ideas
con el presidente Nicolas Maduro Moros. En
la Argentina y Chile de los años 60, 70 y 80 todavía esta presentes un
conjunto de movimientos que lograron poner al General Augusto Pinochet en el
control del poder chileno, desde La Moneda y, desde allí empezó el oteo de un
nuevo concepto de la economía, todavía
en Venezuela estamos esperando un juicio justo a quienes desfalcaron al país.
La Democracia
Cristiana junto a Primero Justicia quieren comprometer al gobierno bolivariano
en unos cargos y servirles de alianza en algunos ministeriales
Los cuadros políticos
en el país se mueven vertiginosamente desde sus entrañas para lograr movilizar a sus infiltrados y
salvarlos de la opinión pública. Existen percepciones distintas en el Psuv,
pero, hay dirigentes que pierden la brújula en el seno de la revolución.
El diálogo es un reto
que debe darse en toda la estructura política del país y fortalecer el camino entre los partidos
políticos y la sociedad civil, es una vinculación que promueve al pueblo a una verdadera
consulta de sus principios democráticos y socialistas. La idea es construir
soluciones a cada agenda para fortalecer el camino del Legado presidencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico