La Tecla Fértil
Emiro Vera Suárez
Perú le viene dando una plataforma a José María Aznar desde hace
aproximadamente tres años para que exponga sus ideas con suma libertad. Busca
convergencias con países de la Alianza para el Pacífico con el firme propósito que
conspiren y dañen la política integracionista de Venezuela con los Estados del
Sur. Desea ignorar la actuación de ambos bloques- Atlántico y Pacifico- para imponer su propio discurso político,
superando cualquier contradicción que
pueda surgir en esa relación, parece ignorar las realidades.
Busca proteger a Estados Unidos, un imperio que esconde un mundo oscuro y de
falencias. Ahora propone la restricción del comercio venezolano con países globalizantes
del Caribe y Centroamérica, desea perforar de una man
era reiterada la inserción
de los países bolivarianos en el nuevo orden mundial. Su fin es hacernos perder
la credibilidad.
Es un sesgo político para definir un proceso derechista hacia el Cono Sur,
contando con Lima, México, Colombia y ciertos grupos anacrónicos de Chile que
desean revivir el pasado Allendista. Aunque el problema es de socios, hay
muchas personas en posiciones de gobierno que
quebrantan la integración y fomentan el dólar paralelo para destruir a
Venezuela y el Legado de Chávez y las reformas estimuladas en un principio por
Carlos Andrés Pérez, quien nunca fue amigo de Aznar, sino de Felipe González.
El presidente peruano, Hollanta Humala viene recibiendo muchas presiones de
Europa y el Fondo Monetario Internacional. Reconoce que hay intereses estratégicos
e hidroenèrgeticos con el Sur, pero, que Aznar no comparte, llenando de
expectativas el hemisferio, abriendo los desafíos en infraestructura en la Región
Continental.
La caída de los precios petroleros, la quieren ligar con Rusia y Venezuela,
alimentando a México para llenar a los países emergentes del petróleo liviano
llamado exquisito y provocar un Fraking en estos dos países. Petróleo y gas,
representan dos tercios de las exportaciones rusas, que equivalen a unos US4530
mil millones. Sin esos ingresos, los rusos enfrentarían un descomunal déficit en su comercio y tratos financieros con el
resto del mundo, todo es vinculante al sector de energía, gas y cereales.
No es de extrañar que José María Aznar, maneja mecanismos claves con la
banca internacional para destabilizar a Venezuela y Rusia y despertar un
escenario inflacionario galopante con precios que ya han duplicado a los
originales, apreciación que reforzaría a los inversionistas a tener temores y
el gobierno bolivariano este más desesperado e impotente frente a un tsunami
del mercado.
Venezuela no colapsara, veremos la situación de Ucrania con su relación a
Occidente, El Fondo Monetario Internacional desean llenarnos de bonos basura,
es el fin de Aznar en el Perú desde hace tres años.
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