Vigencia de Bolívar
Eduardo Galeano, es un
acompañante nuestro en las tierras latinas, desde que su madre, descubrió su
historia al parirlo en Montevideo,(Uruguay) en el año 1940. Fue un escritor del
tiempo, sus palabras se transformaron en relatos para describirnos el despojo
de grandes extensiones de flora y fauna, un mosaico de sus expresiones cotidianas
se encuentran escritas para darnos una visión de ésta gran verdad.
El capitalismo
latifundista se dejó ver en nuestros
caminos y el espíritu juvenil de los pueblos propició en el Continente sureño un espacio hacia la
esperanza y buscaron rebelarse contra el pensamiento colonialista español,
británico y portugués para ser portadores de una magia que identificará los
planteamientos, luchas y las voces que se alzaron desde 1918 hasta nuestros
días para romper con una estructura política que buscó perennizar los años de
despojo que había impuesto el hábil saqueador peninsular.
El presente, constituye
una herencia en el papel de la distancia del tiempo para interpretar los
movimientos de difusión del pensamiento y la grandeza en plural de nuestros
pueblos, para abrir de una manera polémica los sentimientos patrios. Los
británicos, nos quieren imponer junto a los estadounidenses una nueva mercancía
cultural que rompe con los discursos hasta ahora escuchados y nos lleva a una
resistencia de nuestro propio lenguaje, quieren colonizarnos con un novísimo lenguaje de control que mecaniza nuestra racionalidad, utilizan las fronteras tecnológicas como de integración para
globalizar su lenguaje y quebrantar las imágenes del Libertador Simón Bolívar y
del ductor de ésta guerra independentista Hugo Chávez Frías. Más allá de la
esencia del razonar y la magia.
La solución tecnológica-
Chávez Frías- debe ir acompañada por la capacidad de recreación de vida del
Continente. Y, debemos estar identificado con su ambiente. En el Sur, debemos respetar
los territorios donde viven nuestros abuelos, campesinos e indígenas.
Pueblos que se ven
afectados por la privatización de los antiguos comuneros, que, ahora son
latifundista.
Debemos implicar la
utilización de la energía del petróleo y buscan un padrón productivo que sea
sostenible para toda Latinoamérica y, de uso racional, logrando una política de
carácter alternativo en el campo
productivo.
La colonización inglesa de América tenía pocos aspectos en común con la
colonización española del continente. Por ejemplo, los españoles fundaron sus
ciudades en las propias capitales de las culturas indígenas más desarrolladas.
Los ingleses, sin embargo, ocuparon zonas en las que abundaban culturas
cazadoras, recolectoras o de agricultores elementales o simples.
Los emigrantes ingleses eran, generalmente,
personas perseguidas o marginadas por sus creencias. Por eso, iban a América
para no volver. En cambio, a los españoles perseguidos por sus creencias no se
les permitía ir a América. Los emigrantes españoles eran siempre católicos, y
muchos deseaban regresar ricos a la Península.
Por otra parte, el colono inglés tenía como promedio
unos 30 años de edad. Estaba casado y emigraba con su familia. A veces, estas
familias llevaban representantes de tres generaciones: abuelos, padres y
nietos. El español, sin embargo, tenía un promedio de 20 años y era soltero. No
fue hasta años más tarde cuando la Corona promovió la emigración de familias
españolas. Así se explica la inclinación del español hacia el mestizaje, lo que
no sucedió en la América sajona.
El esequibo es tierra venezolana, jamás inglesa,
menos guyanesas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico