La Tecla Fértil
La crisis financiera
global del 2008, siendo una de las primeras sacudidas del sistema neoliberal en
ésta etapa geopolítica colapso el apoyo financiero que los gobiernos de los
países industrializados dieron a los bancos de inversiones que especulaban y a los
bancos comerciales que fueron sus cómplices. Este costoso apoyo y los programas
estatales de inversión social algunas frenadas economías agravaron los
problemas de déficits fiscales y el endeudamiento de los países prestatarios, llevándolos
a tomar medidas de austeridad, lo que implica reducir el gasto social y
empobrecer aún más a las masas de desempleados y a los pobres que raramente
trataron y tratan de hacer uso de su cada vez más reducido derecho democrático
de tener una vida digna.
Las ineficiencias,
engaños y maltratos económicos de que somos objetos en Venezuela por un
conjunto de comerciantes inescrupulosos nos hacen casi invisibles en el debate
público acá en Venezuela, porque la burocracia financiera no asume acciones
decididas y nos revelan la existencia de estructuras institucionales y
relaciones de poder que limitan muy seriamente la capacidad de los consumidores
para exigirles rendición de cuentas a los empresarios que dependen buena parte
del financiamiento económico del país, porque les aporta dólares para importar,
para luego vender en bolívares más caro, a tres o cinco veces más de su
valor original.
La debilidad de los
mecanismos, tanto públicos como privados de protección al consumidor priva a la
economía en su conjunto de una de las palancas más potentes para disciplinar a
los empresarios e industriales, muchos de ellos, sin conocimiento cierto del
mismo. Mientras, esta situación no se corrija es difícil mejorar los problemas
de productividad y que el sector prospere.
El Estado Venezolano,
como el griego deben dejar su oratoria de Estado benefactor, es una vieja demagogia
de solidaridad, pero, se debe obligar al ciudadano que utilice su ingenio para
el trabajo creador y, no ser un yugo para el Estado. Esto, debe acabarse.
Muchas veces, es solo
para captar votos y simpatías.
Atrás, debemos dejar el
mito del Estado con sus grandes poderes para cumplir promesas financieras. La
caída del Muro de Berlín y el derrumbe del bloque comunista, le permitió al
Consenso de Washington,(FMI, Banco Mundial y el Tesoro Federal de EEUU),
imponerle al mundo un modelo económico basado en el Neoliberalismo propugnado
por Federich Hayek y Milton Frieldman, que defiende el capitalismo de mercado
más descarnado o salvaje, como la fórmula económica más eficiente posible.
El Capitalismo Global-
1998- viene buscando el desmoronamiento del sistema económico ruso y busca la
sociedad abierta de mercado con énfasis en la libertad, democracia y la supremacía
de la ley, todo basado en un fundamentalismo de mercado y una ideología
totalitaria para dominar al mundo, tras- ellos piensan- la futura caída de
Siria, Venezuela y Rusia, según los norteamericanos, sin olvidar Argentina. La
idea es aplicar una ideología neoliberal que camine a marcha forzada hacia un
totalitarismo financiero. Que no cuente con sentimiento alguno y no expresar
piedad al pueblo. Donde los seres humanos sean meras unidades de producción y
consumo.
Por esto, debemos
lograr una sola unidad cambiaria, unificar la economía venezolana creando
aristas de ajustes que colaboren con las tarifas de salarios del trabajador y
eliminar los productos regulados, promediándolos y darles un valor justo para
acabar con el bachaqueo. Enviar a los militares que ejercen cargos como
gobernadores a sus puestos de mando o jubilarlos y resguardar las fronteras,
las cuales se deben cerrar. Además, acompañar éstas medidas con un
congelamiento de precios por dos años para equilibrar el valor de los productos
importados con los elaborados en el país. Es una justificación de precios.
El mundo se mueve en un
conjunto de corrientes filosóficas como religiosas, entre ellas tenemos el
nazismo, fascismo, comunismo, el islamismo, cristianismo e integrismo católico.
Estas tendencias
religiosas son formaletas en guardia para instalarse en las democracias
occidentales de nivel capitalista para crear terror financiero, luego al
transcurrir los años se interiorizan en el Estado para homogenizar todo el
pensamiento político de una comunidad hasta hacerlos esclavos de élites
culturales, medios de comunicación y cofradías religiosas.
Hay que romper con el
doctrinario económico de los genios financistas de la actual Venezuela. Cada
día están carentes de toda credibilidad. Lo digo, porque estamos en la
irreversible e inevitable globalización de las finanzas del capital y los
mercados financieros. Por eso, los acaudalados dueños de bancos, quieren acabar
con Mesopotamia, los persas, y Siria. Venezuela, Argentina y Rusia, emporios energéticos
de la nueva economía. Pero, es necesario adueñarse de Grecia y España. Acabar
con sus sectores sociales a la mínima expresión.
Estos grupos desean
privatizar toda la economía del mundo.
La unificación
cambiaria es necesaria, para darle un límite a los abusadores del dólar,
quieren caracterizar una matriz tecnocrática al lado de las grandes
corporaciones monopolistas que nos hunden
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