CUCUTA Y SU DISTORSIÓN TERRITORIAL.

La Tecla Fértil

Resulta extraño hablar un tema que desconocemos, como es la frontera, pero, desde mucho tiempo hay una sublevación silenciosa sin límites, donde un grupo de personas actuando como una logia al grito de libertad, nos sacudía  fuertemente llevándose nuestros alimentos y desarrollar su propia industria delictiva que retaba a cualquier activista político y espiritual.

La historia de la frontera es de imágenes y de inciertos mapas, cuyo fin es reconocer la topografía del terreno para abrir trochas y avanzar sobre terrenos pedregosos y fangosos., son historias. Así fue Santander, los marineros y soldados españoles que desde Cartagena de Indias se hicieron expedicionarios para abordarnos en un colonialismo absurdo., así la República tuvo un carácter colonialista y con precisión de muchos lugares señalados como de gran riqueza, dispusieron avasallar a nuestro pueblo, tratarlo como inútiles e invadir nuestro territorio para formalizar invasiones, bajo la mirada corrupta de muchas alcaldías y gobernantes.

Desde esta perspectiva, la dimensión económica de Colombia nos revela una connotación fundamental en lo social para reflejar acciones dilatadas, como la del Alcalde de Cúcuta exigiéndole impuesto a los pimpineros por nuestra gasolina venezolana. En toda la frontera venezolana  se dio una combinación  cultural exclusiva en la búsqueda de un nuevo modelo que supo relación educación con producción y extracción de alimentos de la cesta  básica venezolana, generando una base paramilitar desde Maicao hasta los altos de Apure, que, generó instrumentos de anarquía, secuestro y pillaje hasta el momento que el presidente Nicolás Maduro Moros decidió romper con ese silencio y los actores de perturbación nacional y de Colombia fueron descubiertos, contrariando al Uribismo.

En este sentido,  la idea del bien común fue ignorada y se rompió toda vinculación con los Estados Andinos, haciendo difícil cumplir con el proyecto bolivariano, porque factores adversos a la integración de los países liberados por Bolívar y Sucre  que bajo los supuestos de Francisco de Miranda asumieran sus propios hechos históricos.

Lo demás es historia y política mesurada.

Los cuáqueros estadounidenses  en su espíritu de fraternidad,  justificó religiosamente las ganancias generadas por las tratas de esclavos y desde Filadelfia se motivó la creación de cuerpos represivos para controlar la acción de los negros bajo servidumbre. Este pensamiento tomo cauce  desde 1750 y cuyas ideas  fueron captadas por Santander para imbuir una motivación guerrerista que desembocó en un grupo político de control llamado paramilitarismo.

Los argumentos de Álvaro Uribe Vélez rompen con las justificaciones de una sociedad que anhela libertad y en éste término, mantiene azotada la frontera con los grupos paramilitares.

Este señor, no cesa de estar en campaña política. Ahora está dispuesto a entregar algunas fincas y hacerlo de conocimiento público para establecer su poder en todo el corredor fronterizo.

Uribe, siempre quiso estar muy cerca del poder y al nivel de sus contemporáneos, su mayor anhelo es que sea tomado en cuenta por el gobierno colombiano y que su grupo paramilitar sea la mejor soldadesca de la Región. Estar por encima del nivel de cualquier ciudadano.

Colombia, se ha convertido en un país en crisis sin antecedente, nadie en ese país le garantiza una decisión jurídica respetable y donde los partidos políticos son momias de los estadounidenses y la Casa Blanca.

América Latina, siempre es atacada por una oligarquía con sus expectativas en decadencias, donde cada grupo rige ese país como le dé la gana.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros debe mover bien sus fichas desde la Cancillería en un juego de ajedrez tan complicado como el de Caguán y la conducta de Misael Pastrana.

Antes de morir, desearía resolver una incógnita, como será la República Bolivariana de Venezuela en unos cuantos años. Y sin ningún contrasentido geopolítico y se haya cumplido los sueños de los dos ejes de la Reforma del Estado, Carlos Andrés y el Comandante y líder presidencial, Hugo Chávez Frías.