Fuente Literaria/ Relato de Ciencia
Ficción/I II Parte/ I
La princesa Alondra, se extravió hace
diez años, en la nubosidad de la noche. Y
fue llevada a una casa en el pueblo de Asonyrosa, donde pasaba el día, dándole de
comer a unos pajaritos, según el esclavo
capturado, serían las ocho de la noche, por parte de unos viajantes que,
iban a ese lugar a expiar sus penas y
ya entrada la noche hacía mucho frío.
A la semana siguiente, salió al
garaje por escuchar muchos ruidos,
pero era un eco proveniente del camino a la montaña, cuyas luces se encuentran
encendidas las veinte y cuatro, (24) horas.
Había hombres y máquinas en ese lugar, apartado de los labriegos.
Al cambio de turno, uno de los
vigilantes observo que unas cajas de cableados
eran transferidas a otro depósito, pero, en la caseta de vigilancia no
se observó nada extraño. todos olvidaron el asunto.
Al lado de los galpones, existe una
posada, unas sillas, más allá, un campo abierto para los aviones. Todos, lucían
rápidos por terminar un gran cableado que irían conectados a una gran memoria central para controlar los robots.
De repente, empezaron a caer una caja
sobre a otra, dejando a todos sorprendidos. En las mismas, cuerpos humanos mimetizados
que serían incorporado s como vigilantes en el campamento, muy cerca del
castillo del Cerro Azul.
Tiempos de guerra se avizoran y,
decidieron cerrar la posada por el ingreso a ella de espías, por medidas de
seguridad. Seres sobrenaturales trabajaban en el interior de los galpones.
Nadie, se encontraba en paz y las imágenes se cruzaban muy rápidamente,
nadie puede ausentarse y los pobres, tienen derecho a una sola comida, algo de
agua. Las mujeres en su lugar de trabajo, esclavizadas y en servidumbre.
Alondra, estaba sola. Seguía con su idea fija de escapar, un duende
la miraba fijamente con poca lumbre.
Los campesinos, pasaban lentamente, a
lo lejos, las llamas de las fogatas, elevaban el olor a azufre. Un niño desapareció,
otro, recuperó el conocimiento, estaba llenó de pánico Lo
único que recordaba era que algo lo había arrastrado fuera de la casa por el
camino hasta dejarlo sin sentido, mientras escuchaba unas horribles carcajadas.
Alondra, despertó al oír
el ruido, cerca de la posada- Quazil, envió mensajes para el rescate. Las águilas
blancas y el Cóndor la sacaron del
lugar para levantar vuelo hacia el Cerro Azul.
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