Aventis
Estallaron
los cohetes, salimos corriendo hacia la vieja casona. Alguien en la calle
gritaba, nos escondimos. Así es el transcurrir diario en nuestro país.
Los
venezolanos, tenemos poca conciencia de clase y de independencia, tenemos que
estar atados a alguien. Siempre, miramos hacia Estados Unidos de Norteamérica
y, res un reto, porque el pueblo es muy difuso, jamás, podemos ser dos
naciones, tenemos una sola identidad y un único perfil político, por eso,
queremos ser socialistas a nuestra manera, no depender de Podemos, (Echenique,
Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Iñaqui), tampoco de Cuba. Tenemos los
recursos para ser una potencia poderosa y en lo militar.
La
ideología, es nuestro gran problema, poco leemos sobre democracia y la historia
de los rusos. Somos un pueblo que descuidamos la retaguardia y nuestra FANB,
poco conoce de vanguardismo, esto, lo conocemos por sus argumentaciones ante la
realidad global, constituye un universo estrictamente cerrado. Así que, preocupémonos
por ser una potencia socialista y democrática.
Las
asimetrías entre Cuba y Venezuela, nos adormece, son perfiles distintos de una
sola concepción política. Solo. Necesitamos convivir con dignidad y hacer un
verdadero esfuerzo nacional para producir y estructurar la economía. Ir a los
mercados internacionales para hablar de teorías válidas y estremecer los
mercados con nuestros productos a nivel internacional.
Es
un gran compromiso de lealtad a la patria. Necesitamos crear una sociedad
verdaderamente económica con valores éticos que nos permitan ser
autosuficientes, en proporción con nuestros ingresos, porque todas las
sociedades, económicamente son capitalistas y los marginados, deben ser
incluidos para aminorar la exclusión. Somos, la historia de un país.
Nuestras
necesidades deben ser cubiertas, bajo un criterio de mercado que, nos dé la oportunidad
de adquirir productos, bienes y servicios. Hay que enfrentarse a la pobreza y
evitar la manipulación y que nuestras fronteras sean bien resguardadas. Ya no
podemos seguir en la mendicidad, cuando Venezuela es una gran comunidad prospera.
debemos ser nación, ahora.
China,
nos quiere manipular, igual que España y Colombia. Hay que neutralizarlos por
nuestro bien, estamos unidos al bien, somos una verdadera República, liberada
por Libertadores Hay alianzas que son honorables. Sus
integrantes son personas honestas; el propósito que los ha unido es hacer el
bien. Por lo general desarrollan actividades que benefician a todos aquellos
que sufren y tienen necesidades que los agobian. Pero estas personas generosas
los apoyan haciéndoles la vida más amable.
Por el contrario, hay alianzas que
se procesan en el mal y para el mal. Su propósito es mezquino y está plagado de
maldad. Todos sus actos causan sufrimiento, dolor y muerte a los demás. Sus
integrantes son personas que han perdido los valores morales y espirituales; es
decir, son delincuentes cuya única finalidad es delinquir para hacerse con
dinero a costa de lo que sea y darse la gran vida disfrutando de los engañosos
placeres del mundo. Y, algunos países desean colonizarnos de nuevo.
En esta tierra catracha donde lo
inverosímil y lo absurdo están a la orden del día, vemos lobos vestidos con
piel de ovejas que se presentan como los defensores de los pobres y los
salvadores del país, cuando en realidad son delincuentes a carta cabal que
cuando han tenido la oportunidad de gobernar han saqueado los caudales públicos
impunemente. Y, para variar, en el colmo de la ironía, forman alianzas en
contra de “la dictadura nacionalista”, pero al llegar al poder lo primero que
plantean es la instauración de una dictadura de corte izquierdista. Constituyen
un verdadero falso positivo.
En el país de lo imposible, para que
nuestros lectores deduzcan la naturaleza de una alianza, que a todas luces hace
aguas por todos lados, analicemos, supuestamente, la calidad de sus miembros
jerárquicos. Debemos, alejar de las
instituciones a los corruptos y devastadores del país, somos socialistas y
democráticos
Los partidos políticos en Venezuela,
nuestro país, están en declive y, deben formarse solo dos agrupaciones políticas
y limpiarlos de la corrupción. Hay muchos que desean seguir de mamparas y,
seguir en su intento de gobernar para seguir hipotecando su región y entregarlo
a los grandes capitalistas de este siglo XXI. Al campo político, se le debe
conocer y estar preparado ideológicamente, los votos se concretan en votos y
hay que alejar a los políticos de la corrupción.
En esta inverosímil alianza, de un
astuto y de un torpe egocentrista, se concreta una oposición política que
tendrá de todo, menos de oposición y que no le interesa para nada el bienestar
de los pobres. Esta telenovela que he contado solo es posible en un país como
el nuestro dónde el plomo flota y el corcho se hunde. Si por casualidad
existieran estos dos personajes estrafalarios, es pura coincidencia. Ya tu lo
conoces, uno es Henry Ramos Allup y el otro, es Julio Borges que no cumplieron
con sus funciones en la Asamblea Nacional, incendiaron el país y ahora, desean
ser carneros del mismo corral.
Si una sola razón me pidiera de
porqué debo seguir admirando a John F. Kennedy, a pesar de mis simpatías
naturales por los republicanos, les contestaría que, por su manejo genial de la
crisis de los misiles soviéticos instalados en Cuba en octubre de 1962, que
empujaban hacia un verdadero peligro de una “Tercera Guerra Mundial”
definitiva, con la posibilidad de la extinción de la especie humana. El
presidente John F. Kennedy, hábil negociador, al momento de tomar cada decisión
pensaba en el futuro tenebroso de los niños y de las nuevas generaciones del
mundo en general. El hombre miraba una especie de abismo sin fondo frente a la
crisis atómica provocada por motivos geopolíticos y por la arrogancia
ideológica de algunos dirigentes “comunistas” rusos, incluyendo al
“inteligente” Nikita Kruschov, quien había desmantelado por un tiempo el
aparato de terror estalinista.
El alférez, anciano, don Mario Sosa
Navarro (QEPD), contó a un periodista que por aquellos días, él se encontraba
en un hotel de Moscú, y que una delegación de China “Comunista” lo invitó a una
reunión privada para tratar el peligrosísimo tema. Los chinos le expresaron
algo más o menos así: que los dirigentes de la Unión Soviética (léase los
halcones de la guerra), estaban jugando al “aventurerismo táctico”, incurriendo
en “un enorme error estratégico”, al utilizar a Cuba como posible rampa para el
lanzamiento de misiles nucleares de alcance medio. Fidel Castro y el “Che”
Guevara fingían indiferencia (o quizás demencia) frente a la catástrofe mundial
que se avecinaba, en la que desaparecería Cuba y el resto de la humanidad. Hay
documentación muy confiable al respecto.
Desde hace algunos años las cosas
parecieran ponerse al revés, es decir, los dirigentes chinos, al apoyar a Corea
del Norte, han incurrido en un aventurerismo táctico y en un enorme error de
cálculo estratégico al respaldar al régimen totalitario de una familia
sanguinaria que ha cometido crímenes de lesa humanidad, sobre todo el señor Kim
Jon-un, un personaje desalmado que se alimenta de la retórica de la guerra
extrema, y de amenazar atómicamente a sus vecinos. Siempre he dicho en mis
artículos que Corea del Norte significa una espada clavada en el costado de
China Popular, en tanto en cuanto que el tema se les puede escapar de las
manos, sobre todo si desde los círculos infernales del genial poeta Dante
Alighieri, emerge otro loco con el mismo esquema de “razonamiento” altamente
violento como el del señor Kim Jon-un. Especialmente si el nuevo loco cuenta en
sus haberes con un poderío atómico descomunal. Y luego si al nuevo personaje en
cuestión le importa un chorizo el futuro de los niños y de las nuevas
generaciones de jóvenes. (A John F. Kennedy le importaba incluso el bienestar
social y económico de América Latina).
Por supuesto que en estos temas
candentes es fácil parcializarse, como en los tiempos de la polarización de la
“Guerra Fría”. Para adoptar posiciones extremas, en cualquier negociación o en
cualquier tema de la vida, no se necesita de ningún talento; ni siquiera se
requiere de la más mínima inteligencia. Basta con ponerse bravucón, arrogante y
terco, para que la “lógica de las cosas” desemboque es una catástrofe institucional,
nacional o internacional, como en el caso actual de la retórica de guerra entre
el actual presidente de los Estados Unidos y el jefe de Estado Kim Jon-un, a
quienes pareciera importarles poco menos que un pepino el futuro de la
humanidad. Pero ojalá que los asesores federativos de la “Comunidad de
Inteligencia de los Estados Unidos”, los dirigentes de la ONU, los estrategas
de Rusia y los actuales apaciguadores de China Popular, logren bajar el
recalentamiento bélico entre las partes involucradas.
En virtud que Corea del Norte y
Corea del Sur quedan al otro lado del planeta, sería saludable que intentáramos
deletrear la historia de ambas naciones, imparcialmente, desde comienzos de los
años cincuenta del siglo veinte. O quizás desde un poco antes. Una relectura de
la vida del general Douglas MacArthur (“El César Americano”), del biógrafo
William Manchester, más la “Historia de la Guerra de Corea” (“una guerra
olvidada”) del periodista norteamericano David Halberstam, ayudarían mucho para
comprender las interioridades de un dilema que pareciera lejano, pero que hoy
por hoy coloca en grave peligro la subsistencia humana, para alegría de Nicolás
Maduro cuya problemática pasa a un segundo plano, y para alegría de los
arrogantes e indiferentes del patio que niegan toda posibilidad de negociación
de un problema institucional, casi trivial, que se lleva de encuentro a cerca
de cien mil personas (entre estudiantes y trabajadores). Todo porque la
arrogancia y la indiferencia se han instalado muy por encima del talento.
Durante la “Guerra Fría” hubo personas talentosas que siempre mantuvieron abiertas las puertas del “Diálogo”. Aunque no se avanzara ni un centímetro en materia de distensión armamentística, mientras los bloques estuvieran en disposición de sentarse a conversar, la sobrevivencia de la especie humana era realmente posible. Los cuadros más inteligentes, hoy en día, deben forzar a que las partes “antagónicas” se sienten a negociar.
Durante la “Guerra Fría” hubo personas talentosas que siempre mantuvieron abiertas las puertas del “Diálogo”. Aunque no se avanzara ni un centímetro en materia de distensión armamentística, mientras los bloques estuvieran en disposición de sentarse a conversar, la sobrevivencia de la especie humana era realmente posible. Los cuadros más inteligentes, hoy en día, deben forzar a que las partes “antagónicas” se sienten a negociar.
La superioridad militar de los
Estados Unidos de América sobre Corea del Norte, (con nombre oficial de
República Popular Democrática de Corea), es innegable en lo relativo a poder de
fuego. De allí resulta toral intentar establecer como podría el líder
norcoreano llegar a la decisión de lanzar un ataque a Guam u otro territorio
norteamericano, ya sea con armas convencionales o nucleares.
La crisis actual no se desarrolla en
un contexto de vacío geopolítico. Involucra en forma directa a naciones como
Corea del Sur, Japón y en menor grado a China Popular y Rusia, sin descartar
totalmente a Taiwán y las Filipinas.
Si la decisión de Kim Jong-un es
disparar sus misiles de alcance intermedio (3.000-4.000 Kms.) o de largo
alcance, (más de 4.000), en dirección a Guam, estos tendrían obligatoriamente
que sobrevolar territorio y espacio aéreo japonés, en abierta violación de la
soberanía de esa nación. ¿Cuál sería la reacción japonesa? Conocemos la
existencia de sistemas antibalísticos en Japón y posiblemente trataría de
derribar esos misiles rumbo a Guam, lo cual podría ser interpretado por los
norcoreanos como acto de guerra.
Corea del Sur, como inmediato vecino
de los norcoreanos, tiene un altísimo interés que la situación se resuelva en
forma diplomática y pacífica. Su frontera terrestre (238 Kms. de extensión) y
la vulnerabilidad de Seúl a un ataque del Norte, pesan bastante en las
decisiones del gobierno surcoreano. Corea del Sur no se conoce que tenga
armamento nuclear y depende de la “sombrilla atómica” de los EUA. Pero la
cercanía, (50 Kms.) de su capital (25 millones de habitantes) a la frontera con
Corea del Norte, está dentro del alcance de la enorme cantidad de artillería o
cohetes tierra-tierra norcoreanos.
China Popular y Rusia ven con
preocupación el estado actual de la crisis. La primera por tener un amplio
intercambio comercial con los norcoreanos, sin tomar en cuenta las sanciones
impuestas por Naciones Unidas, cierta afinidad política y el temor de recibir
un flujo masivo de refugiados al desatarse hostilidades. Rusia, como adversario
directo de los EUA en el panorama político internacional y su historia al haber
disputado el control de la península coreana posterior a la rendición japonesa
en la Segunda Guerra Mundial, puede considerar como interés nacional mantener
el statu quo en la región.
Asumiendo que los EUA no lanzaran un
ataque preventivo convencional y mucho menos nuclear y sí lo harían en caso de
ser agredido territorio o población norteamericanos, todavía falta por
establecer las numerosas variantes de un empleo armamentístico convencional o
nuclear en el área. La pérdida de vidas y los efectos en el medio ambiente de
explosiones nucleares, ya sea en Guam, Corea del Norte u otros sitios, no lo
hemos visto contemplado en la diversidad de análisis existentes a nivel
internacional. La contaminación dejada por el “accidente nuclear” en Chernóbil,
Ucrania, en 1986 y la Planta Fukushima, Japón, 2011, son una base para sacar
conclusiones científicas de la diseminación de materiales radioactivos y
tóxicos, no solamente en el terreno sino también su propagación en altos
niveles de la atmosfera, expandiéndose hasta áreas distantes. Estaríamos ante
la posibilidad del mayor desastre medio ambiental de la historia. ¿Cuál de los
dos líderes nacionales, Corea del Norte o los EUA, está dispuesto a tomar la
decisión de apretar el gatillo nuclear?
Aparte del intercambio de misiles
con o sin carga atómica, fuego de artillería en Corea del Sur y Norte, posibles
ataques con fuerzas aéreas, acciones navales e incursiones terrestres, una
plena invasión por tierra sería muy costosa para ambas partes en cuanto a
pérdida de vidas. Dada la superioridad numérica del Norte en cantidad de
tropas, el Ejército surcoreano dependería del enorme potencial de fuego de las
fuerzas aéreas y Naval norteamericanas.
Como lo hemos mencionado, el
desarrollo de la capacidad por parte de los norcoreanos de lanzar misiles desde
submarinos, cambiaría radicalmente la situación estratégica. Aun cuando hay
medidas y sistemas antisubmarinos, la detección de uno de ellos no pudiese
darse y podría llegar a las cercanías de la Costa Oeste de los EUA, sus grandes
centros poblacionales y bases militares o la Isla de Guam, constituyéndose en
un peligro mortal para la nación norteamericana. Todo lo anterior debido al
poco tiempo de pre-aviso existente al ser detectado un lanzamiento de misil por
los sofisticados sistemas satelitales o terrestres de los EUA. Al presente, la
población de Guam tendría un tiempo estimado de 15 minutos de advertencia desde
el despegue del misil en Corea del Norte, hasta alcanzar su objetivo, si no es
destruido en vuelo.
Para su consideración final, en
diciembre de 1941, todas las estimaciones de inteligencia militar tenían a las
Filipinas como blanco principal del ataque japonés y ya sabemos lo ocurrido.
Así que, presidente Maduro,
reflexione. Olvídense de los chinos y cubanos.
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