Fuente Literaria.
Abrí, mis ojos en Suramérica, cada célula de mi cuerpo. Es
tan mío, como tuyo.
Somos, una sola lengua que estila aire en verano y, no
permite ver a nuestros padres. En lloro.
Somos un género hacia lo desconocido, nacimos en una tierra
que genera riquezas
Y variados alimentos.
Somos un sueño, hemos soñado, hemos servido a la patria. Nos
gusta el canto.
Somos el viento del mar, sueños del mar. Esas aguas, es
nuestra ciudad, invencible al ataque
Del resto del mundo.
Somos, una mirada y una palabra.
Nos sorprendió, el sonido del mar, un estruendo. Nadie desea
jugar. Son espacios de guerra,
Y del silencio.
Hemos, llegado a la morada, la niebla esta alta. La tierra
es con todos.
Hojas de tumbas, bajo el mar. Hojas de cuerpos creciendo
tras los dos. Es la muerte sorpresiva,
Es el secreto de mis noches de desvelo.
El centinela, es el objetivo. Buscan, exprimir la ubre de sus sentimientos,
eras la clave, es privarse de mi alma.
Mis propias manos, te llevarán flores, al fondo del mar.
Emiro Enrique Vera
Suárez/ 25 de noviembre del 2017.
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