Asidero.
Muchos funcionarios y agentes del gobierno, como de la oposición han
rechazado el dogmatismo militante por teorías que permiten avanzar en la lucha
concreta en el campo económico- geográfica por los índices atrayentes de
beneficios, dirigidos directamente hacia los grupos influyentes en la
estructura del Estado. Las élites políticas buscan mantenerse en el poder y
reflejar un espíritu de lucha, tanto en los programas del gobierno como en las
asambleas barriales y de zonas urbanizadas.
América del Sur, evidencia una desilusión ideológica con la democracia, y
la clase política, ya que las clases sociales bajas se encuentran en una
encrucijada por los niveles bajos de ingresos existentes en el sector público.
La burguesía nacional, se ha hecho vinculante por el manejo de la hegemonía en
el poder popular y el control de la voluntad en muchos hombres y mujeres a
nivel del movimiento revolucionario democrático.
Marx nos alerta sobre la fetichizaciòn del trabajo convertido en
mercancía., hablo con precisión, la transformación del poder del trabajo, es
hablar del capitalismo en revolución, es depender del capital con relación al
trabajo, entonces, lo que observamos son enganches como poder productivo,
trabajo por escalas o temporadas. Estamos frente a una máquina abstracta,
devoradora del trabajo vivo y productora de trabajo homogéneo para la
acumulación privada.
Es una revolución democrática- burguesa cuyos lineamientos son de izquierda
y, las reformas le dan institucionalidad al gobierno central para cristalizar
una conducta colectiva autónoma. Donde la historia esta allí, y tiende a
repetirse. Hemos vivido vacíos económicos desde los tributos municipales hasta
lo referente al nivel nacional.
El pueblo, poco se ha beneficiado de estos cambios y, las teorías sociales
se quiebran, cuando observamos el presente y, la geografía es alterada para plantear
solo compromisos apasionados que solo dependen de los sujetos. Es una nueva
forma de gobernar bajo una perspectiva autonomista, donde se destaca una
metateoría que se le crea a la conciencia popular, donde cada argumento
formulado restablece el juego político sucio de otro. Más, cuando solo se habla
de oro y petróleo.
Hay nuevos métodos de dirección en el campo político y eclesial. El pueblo
venezolano poco se ha beneficiado de la revolución, debe cancelar altos
impuestos por las reformas impositivas al sistema tributario, mientras
empobrece cada vez más, sobretodo en el sector público, solo hay imposiciones
utilitarias que favorecen a grupos definidos con anterioridad, tanto opositor
como del gobierno, son definidos con anterioridad.
Hay nuevos pasos en el campo ideológico y político, debemos presionar sobre
la democracia para regresar a la libertad económica y del género humano, Desde
la partida de Los Libertadores ha provenido angustias por la visión geográfica
y espacios marítimos y, nuestro sistema de seguridad ha disminuido porque
nuestras fragatas y destructores poco tienen mantenimiento y no surcan los
mares, poco tenemos aviadores y, por otro lado, no hay apoyo de las islas al
norte del Caribe, le suplimos de energía a precios muy bajos y a costa de la
pobreza de nuestro pueblo y, no han dado una declaración conjunta.
El lenguaje político se reconfigura tanto en la derecha como izquierda para
lograr discursos que reflejen una matriz parafrástica relativamente estable,
cuando la verdad es otra. De modo que el campo ideológico es un reverso al
populismo, y ambos grupos buscan un giro a la izquierda de manera unitaria para
sustentar el capitalismo de Estado.
Es lógico, nos encontramos entre ejes del conflicto y el actual discurso
actúa como legitimador para manejar diferentes estrategias, hay un escenario
que emerge habilitado por los pobres, pero, direccionado por la oligarquía,
para que, de manera circunstancial, todo parece acoplado a una caja de hierro.
El lenguaje de derecha es fácil de reconocer, y se viene dando en un tono
afectivo, contando con la figura de un pastor guía esperando obediencia que es
virtud. Sin duda, existe un agradecimiento hacia cada votante, donde se manejan
caracterizaciones simbólicas, simplemente, constituye una hegemonía discursiva
que maneja bien la individualización de los conflictos, apareciendo como un
mecanismo de disuasión del conflicto social y religioso.
Los países del Sur han olvidado que el tercer eje tiene un carácter plenamente
social. Toda la izquierda, se copió de los excesos de un capitalismo global
sostenible, y el transnacional agotó el miedo burgués de relacionar la sociedad
y la naturaleza. De este modo, nunca se pueden conciliar los valores y patrones
de acumulación de una sociedad mercado céntrica con una relación humana
sostenible con la naturaleza.
La política no es para corrupción, ni para dar de comer. Es hacer gestión de
gobierno y transformar el modo de vida en cada ciudadano, es como inflar un
globo. Es darles herramientas a los ciudadanos para transformar culturalmente a
la sociedad, son como espacios o bloques de información en la historia.
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