Vida Cristiana/ Nª 3566.
No, es difícil imaginar al pastorcillo David, cuidando constantemente su
rebaño, y tocando su instrumento. Ya al atardecer observando la inmensidad del cielo
y reflexionando sobre la grandeza de la creación. Los Gititas que ocupaban un
territorio llamado Gat, elaboraban instrumentos para el cántico de buena calidad,
(Samuel 27 1-7. Salmo 8::1-13). Es
evidente el sentido de adoración en el hombre hacia Dios, (Jehová), todo se
encuentra inspirado sobre la grandeza de Jehová en aquellos tiempos. Hoy, muchas
historias bíblicas no se aplican por la profanación constante, y el blasfemar
de aquel sagrado nombre.
Pero, cuando regresado el mesías para reinar sobre la tierra, ésta “será
llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”, (Isaías 11::9),
sin embargo, Dios ya estableció su gloria en el cielo al sentar a Cristo a su
mano derecha. En el esplendor del milenio, el cielo y la tierra estarán en
completa armonía, ((Vea Jn 1::51), “ Y le dijo: De cierto, de cierto os digo:
De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben
y descienden sobre el Hijo del Hombre”.
De modo que, todos los principios bíblicos contemplan un remanente judío
fiel que dará testimonio de Jehová, durante el período de la gran tribulación,
no obstante, la gran persecución.
Los versículos 3- 8, son la parte central del Salmo 8, hablan del gran contraste
que existe entre el universo material y el hombre que es, en comparación algo
insignificante. Al ver que el todopoderoso se interesa en nosotros, no podemos
menos que adorarle. Pero, no solo visita Dios, sino que ha hecho que el hombre
sea el apoderado de su creación. Demostrando así que los valores morales son
mucho mayores que los materiales. Note los versículos 5,6. Los ángeles son solo
espíritus, (hebreos 1::7-14), y los animales otro referente, (Génesis 1::30,
pero el hombre tiene relación tanto con lo celestial por su espíritu, como con
lo material por su alma y cuerpo.
Expliquemos, originalmente Adán fue puesto sobre la creación animal.
Notemos, la palabra señoreé en Genesis 1::26. Pero, el apoderado cayo en la
desgracia, (Romanos 5::12- 19. El Rey se convirtió en esclavo, pero, no
únicamente él, sino todo su Reino. Completamente descontrolada, la creación
cayó bajo el dominio del pecado, situación que prevalece hasta el día de hoy,
(Romanos 8::20-22).
Los profetas reivindican con fuerza que, solo El Señor es la fuente
autentica de la vida. Así, escribe Jeremías, “ Porque dos males ha hecho mi
pueblo: Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisterna,
cisternas rota que no retienen el agua” (2:13). Los profetas señalan con el
dedo acusador a quienes desprecian la vida y violan los derechos de las personas.
“ Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos y tuercen el
camino de los humildes, y el hijo y su padre se llegan a la misma joven,
profanando mi santo nombre”. (Amós 2:7). Pero, los profetas mientras denuncian
las ofensas de la vida, se preocupan sobre todo de suscitar la espera de un
nuevo principio de vida, capaz de fundar una nueva relación con Dios y con los
hermanos, (Iglesia). Abriendo posibilidades inéditas y extraordinarias para
comprender y realizar todas las exigencias propias del Evangelio de La Vida.
Esto, será con el Don de Dios únicamente, que purifica y renueva. (Ezequiel
36::25-26). (Jeremías 31::31-34).
El hombre, descubre y reconoce los imperativos de la ley divina por medio
de su conciencia, que esta obligado a seguir fielmente en todas sus
actividades, de modo que puede alcanzar a Dios, para el cual fue creado: la
conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se
siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más inyímo de aquella.
En consecuencia, debemos ser ganados por la Fe, y sostenido por la Gracia.
La Iglesia, es la guía del hombre en este peregrinar, es el asentamiento
absoluto de la Fe. En su peregrinación hacá la Salvación, el hombre alcanza la
felicidad ñultima confesando sus pecados, y a través del conjunto de su
conducta humana y de su vida moral. La Iglesia ers la guía del hombre en este
peregrinar.
El acto de La Cena del Señor, representa siempre la expresión más sublime
del amor y de la unión cristiana.
Los matrimonios, hallarán siempre la expresión más sublime del amor y de la
unión cristiana, La Cena del Señor es el encuentro con Jesús, es robustecer un
amor mutuo. Es parte de la vocación y conciencia cristiana, al mismo tiempo, es
la doctrina tradicional de La Iglesia. La vida es Jesús, subraya la santidad de
la vida humana, es predicar su Fe y garantizar la genuina substancia de la Fe
que se expresa por las instrucciones dadas a los profetas, apósteles, maestros
y ancianos de cada asamblea local. La Fe es una realidad plasmada de la vida.
Son aspectos que nos habla de la autoridad y doctrina de La Iglesia.
Seamos pastores de almas en nuestras comunidades e impongamos el estudio de
la doctrina de mi Señor Jesús, necesitamos integrar los matrimonios alrededor
de la Mesa del Señor para la vida. No hay divorciados y recasamientos. Es el
amor conyugal de la esposa- Iglesia- con el Cordero, (Jesús).
Aquí, no hay argumentos de interpretación. El Espíritu de mi Señor, es la
predicación doctrinal de La Iglesia, con sentido de alta responsabilidad.
Acojamos con beneplácito la directriz de la doctrina bíblica, es el
principio de autoridad y orden moral, es el camino concreto para entender la
luz de la revelación dada por La Palabra. Es tener una verdadera visión de las
cosas.
Emiro Enrique Vera Suárez
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