Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

domingo, 3 de julio de 2011

FEMENIDAD, AQUELARRE MASCULINO

Fuente literaria


Borroneaba mis primeras poesías, una prima me invitó a una de sus casas en Tovar, dormí plácidamente en una de sus alcobas mientras veía televisión y arqueaba mi futuro trabajo para la prensa. Apenas tenía 16 años y prefería este plácido pueblo que Zea, el ruido de los viejos camiones me molestaban para escribir. Durante el día escribía reportajes bajo el lema del Reportero del Pueblo, en las noches me dedicaba a pulsar mi lápiz de creyon en sorbidos versos para repartírselo a las muchachas de mi salom de clases.
Mí última poesía Torre de Voces, la escribí en plena madrugada, no olvidare esos momentos, recordaba a mi familia en Estados Unidos e islas de Tenerife. Era como llorar una ausencia, Alazea Emy Gil nos habla al alma y hacer una versificación para ella, es como sentirme libre y sin ataduras, como los muchachos vuelan sus pájaros en los atardeceres muy cerca de Mérida, Venezuela.
En el año 2009, me despedí de Tovar, soñé con quedarme en esa ciudad, pero, cada uno de nosotros tiene un destino y un perdón, me despidieron sabe Dios por qué. Así, como un revoleteo del viento me encontré en Valencia y ahora, escribo esta nota. Me sentí humillado e ignoro lo que hice, pero, ahora regresó al Chama, estaré en la casa de mis sueños con una gran biblioteca al lado y veré a mis primas de nuevo visitándome para degustar un mate. Creo que Mérida es la gracia de mi amor y el discreto sosiego de la felicidad. En esta oportunidad sabre compartir con ella.
De mayo a septiembre, son meses muy femeninos, diferentes. Florece el llano y las sábanas y las lluvias incursiona nuestros vestuarios para llevarnos al territorio cultural. Es endulzar nuestra vida con un buen capuchino y vagar por las viejas calles para vincularnos con los sonidos populares y generar poesías costumbristas y pasionarias. Llegare a la Ciudad de los Caballeros con mayor intensidad y lanzare desde allá mi nueva imagen, dejando atrás mi alumbramiento en la antigua Iglesia de Tovar. Mi nueva casa en Mérida emergerá con muchas luces de una placenta llena de multicolor y misticismo, trataré de identificarme más con la poesía y las poesías de Azalea y mías se recitaran como una rabia adolescente hacia la fantasía pasionaria y se convertirá en un hito en los romanceros locales.
Nunca he tenido vocación matrimonial, pero, soy rígido y espontáneo en mis obligaciones conyugales, tras de mí va una verdadera secta de mandones y mandonas que creen que uno es esclavo de ellos, llevan una vida frustrada y desconocen el verdadero placer del cuerpo al sentir el tacto femenino. Eso me parece natural, pero, nos desprecian cuando buscamos un concepto de vida al estilo burgués. Para ser viriles, debemos dejar la gula atrás y sentir el infierno de una mujer a nuestro lado, las mujeres siempre serán maravillosas y encantadoras, me encanta las que desprecian las riquezas, residen en casas austeras y prefieren de la vida, un viaje hermoso.
La vida cultural urbana de mi país, Venezuela, me interesa mucho y trato de sondear las librerías independientes que ofrecen textos de escritores desconocidos y que plantea el nuevo ritmo de la ciudad. Sus cursos de literatura, recitales poéticos y sus publicaciones. Algunas ventas de textos, constituyen una verdadera experiencia cultural y originan un acercamiento del público con la inspiración anglosajona y que apunta directamente a la experiencia de la globalización, donde la verdadera cruzada es con los lectores.
Hoy, vemos una lectura dirigida hacia la denuncia y el rompimiento de muchos santuarios religiosos y políticos. Estas obras, luego son llevadas a un cine de carácter político para trepar los verdaderos peldaños de una burguesía industrial que pende de la izquierda europea y busca exterminar con la prosa centro derechista desde el siglo XVII.. Así, tendremos oportunidad de plantear una revisión del culturismo Frances, que, nos convierte en desertor de nuestra realidad con sus luchas fantasmales y recuerdos, constituyéndose en una memoria y canto de amor para los nuevos belicistas románticos y de la guerra. Una dualidad que irrumpe de manera coyuntural el nuevo mundo narrativo contemporáneo.
No me gusta la vida solitaria, la amistad es muy fundamental junto a un café para dialogar y escuchar música. Valencia, es muy solitaria y a uno le resulta muy duro salir a platicar por la carencia de seguridad. Es una ciudad muy fría.
Estoy proyectando un trabajo de ocho artículos sobre sexualidad, el reto es que el género debe apropiarse de su propio cuerpo para valorar sus propios criterios y dejar atrás la cultura patriarcal y los valores capitalistas que tanto daño despiertan a nuestra conciencia. No es un cuestionamiento, es ir aprendiendo sobre las verdaderas etapas de nuestra vida y la heterosexualidad. Debemos avivarnos hacia un verdadero ciclo libre con plena autonomía, teniendo como base una mujer ideal de belleza única, que, parte de la condición natural de su cuerpo para crear sin complejos su propia visión corporal y de allí, tener un privilegio masculino que pueda darle un patrimonio social y natural sobre el conocimiento de sí
Mi vida ha recorrido sus ciclos como un verdadero río. Pero, nunca igual, todo ha sido diferente hasta convertirse en la autenticidad de mi Ser. Escribo sobre el pasado, siendo mi presente para tener la oportunidad de bucear mí tiempo hacia el futuro y dejar en la literatura- como escritor- mis memorias, más no, como filósofo. En mi encuentro con Tovar y Mérida siempre llevaba una libretita, donde el espíritu del Río Chama develaba mis angustias, cuando trazaba con un mecate la ruta a seguir y sacaba de sus aguas pequeños pececillos que nutrían mi memoria. Es el triángulo de los ciclos del tiempo, es la intimidad de aquel episodio, mi viaje final desde el Terminal de El Vigía.
*Filósofo. Miembro activo de la Asociación de Escritores de Venezuela.