Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

jueves, 14 de julio de 2011

Fusión CORAZON DEL DESATINO Llevamos unos años sin vernos, su ultimo correo electrónico fue muy encarnizado y anunciaba mi partida, reconocí lo imposible que era ganar. Ya han pasado algunos cumpleaños y no he estado a su lado por la distancia. Sentí, sin embargo, que era mi último deber despedirme sin golpear la puerta y, en todo caso tenía que deponer mis primeros recuerdos. Al entrar al bus, recree mi vista con emoción sobre el terminal y constituía mi último viaje. Debía darme prisa, he hice un gran esfuerzo para sostenerme en la escalerilla, mientras, ella hablaba por teléfono, dando a conocer una actitud impresionante y generosidad por esperar. Fue sorprendente mi estadía por los Andes, Venezuela, siendo Tovar y El Vigía ciudades muy confortables, un gran pozo para imaginar. Siempre bajamos a la cafetería del aeropuerto El Vigía para tomarnos un Capuchino. Lo importante es que acabo de pintar mi corazón para su renovación sentimental y, el tiempo transcurrió rápido para darme cuenta que la chispa genera óxido y corroe en silencio. Cuanto engaño. Siempre le dí indicaciones a mi alma para que mantuviese su coraza y no corriera riesgos, porque, solo una vez, observé mi vida al otro lado del espejo. Nunca he dejado de escribir, mis blogs y artículos de prensa tienen un desarrollo orgánico, casi siempre paralelo al de mis vivencias y estados físicos anímicos. Durante estos meses, bajo ciertas circunstancias he tenido serias repercusiones en mi día a día e inevitablemente algunos aspectos de ella, se ha notado aquí. Uno tiene sus altibajos, pero, sigue jugando para una buena reseña, de verdad no busco aburrirme, pero, sí destaco que uno debe guardar en su maleta las cosas íntimas y hacer por natural todas las cosas. Simplemente, busco que mi corazón no se tinte de tantas pinturas, una basta. En ese tiempo, compramos comida en un restaurante chino. En la ciudad poco me gusta comer por el regadero de pan y servilletas ancladas en las mesas, una verdadera mugre. No es fácil comer así, aunque deguste truchas en la urbanización Humboldt, mondongo en Valle Grande y pastelitos. Toda una tradición merideña concentrada en lugares tan pequeños. Hay algo importante por saber, la relación de madres e hijas en el pasado. Como manejaban las discusiones durante la adolescencia, la verdad, algunos llegamos a la vejez sumamente frustrados, encerrados en jaulas, con un poco de crios de nuestros hijos. Vemos a la madre y mujer de madera delante de nosotros, vestida muy elegante de color rosa, pero, que ha renunciado al contacto con la gente, simplemente nunca en su infancia hubo una relación materno- filial que se proyectó en la adolescencia. Ya adultos, somos incapaces de frotar bien la ropa y apretarnos contra ella. Menos hacer un buen acto sexual, gritamos solo por afición. Pero, hay gente de sentimientos muy nobles, que les importa el dolor ajeno Dejan atrás la vomitez de sus cuerpos. Basta de oír insultos, tengo mi ética, nunca venderé mi alma. Nailette fue a mi rescate y renunció a su arroz chino para canonizarme en el momento. Nadie me intimida, nunca salgo huyendo. Al amor con torpezazo trato hasta percibir su verdad. Hay falsedad y ventorcillas espirituales, nunca me distanciare de mi existencia alligena, estoy entusiasmado por el vencimiento de los tiempos y realista para siempre. Nuestro corazón es completamente extraño y algo que no podemos cambiar, solamente nos resta tiempo para sentirnos y amarnos, para ir en segundos a la eternidad. Allá extrañare ese tiempo y, ver como perdió la cordura y el jamás ser vista por algo tan lejano que abordo su corazón y minó su sangre en contaminación virulenta con sus futuros sueños. Es necesario, comprender que ya no somos un cuerpo, constituimos un campo de batalla donde las fantasías e imágenes logran que nuestros pensamientos alternen sus escenarios para extendernos más allá de lo que creemos. No le doy límites al amor, porque nunca dejare de gritar, menos llorar. Siempre, es bueno conseguirse un payaso que nos haga reír y nos complazca con sus historias. Alguna vez, me dirán que desaparezca de sus vidas y ojala no me tengan miedo. Me gusta disfrutar los días esplendidos, salgo a pasear, luego de echarme una crema refrescante de niños y, con buen tino comienzo a escribir sobre algunas experiencias, que, el tiempo se transforma en un rompecabezas infinito, para éste tiempo desearía tener una refriega para ver cual es el mejor en perder. Uno, debe tener cuidado con lo que intenta saber, porque existe un gran riesgo al abrir los ojos. El cine y la música solo constituyen una evasión y, al fin y al cabo, filosofar es una necesidad para entender el amor. Lo importante es que uno de los amantes se perfeccione para trascender y ganar en amistad, ya a esta edad tenemos que dejar de vivir para inventar el otro Yo, constituirá nuestra regeneración. Siempre el faro iluminara nuestro camino, nunca estaremos en solitario y la última vez que entre a Las Piloneras fui de la mano del cura que oficiaba misas en el Seminario Kermaria, todo había cambiado, hasta la administración del restaurante chino Ya no tendré oportunidad de lancear jicotes, ni balancearme en los acacios, solo veo al Chama cuando paso y degusto mi pensamiento en el estampado de su vestido al ir a comer pastelitos en La Coromoto o Las Tapias. Esto, lo escribiré toda la vida, porque no hay fin en las veladas de su canto en las noches de grandes fiestas. Y jolgorios matitunos al compás de un buen canto

Fusión


Llevamos unos años sin vernos, su ultimo correo electrónico fue muy encarnizado y anunciaba mi partida, reconocí lo imposible que era ganar. Ya han pasado algunos cumpleaños y no he estado a su lado por la distancia. Sentí, sin embargo, que era mi último deber despedirme sin golpear la puerta y, en todo caso tenía que deponer mis primeros recuerdos. Al entrar al bus, recree mi vista con emoción sobre el terminal y constituía mi último viaje. Debía darme prisa, he hice un gran esfuerzo para sostenerme en la escalerilla, mientras, ella hablaba por teléfono, dando a conocer una actitud impresionante y generosidad por esperar.
Fue sorprendente mi estadía por los Andes, Venezuela, siendo Tovar y El Vigía ciudades muy confortables, un gran pozo para imaginar. Siempre bajamos a la cafetería del aeropuerto El Vigía para tomarnos un Capuchino.
Lo importante es que acabo de pintar mi corazón para su renovación sentimental y, el tiempo transcurrió rápido para darme cuenta que la chispa genera óxido y corroe en silencio. Cuanto engaño. Siempre le dí indicaciones a mi alma para que mantuviese su coraza y no corriera riesgos, porque, solo una vez, observé mi vida al otro lado del espejo.
Nunca he dejado de escribir, mis blogs y artículos de prensa tienen un desarrollo orgánico, casi siempre paralelo al de mis vivencias y estados físicos anímicos. Durante estos meses, bajo ciertas circunstancias he tenido serias repercusiones en mi día a día e inevitablemente algunos aspectos de ella, se ha notado aquí. Uno tiene sus altibajos, pero, sigue jugando para una buena reseña, de verdad no busco aburrirme, pero, sí destaco que uno debe guardar en su maleta las cosas íntimas y hacer por natural todas las cosas. Simplemente, busco que mi corazón no se tinte de tantas pinturas, una basta.
En ese tiempo, compramos comida en un restaurante chino. En la ciudad poco me gusta comer por el regadero de pan y servilletas ancladas en las mesas, una verdadera mugre. No es fácil comer así, aunque deguste truchas en la urbanización Humboldt, mondongo en Valle Grande y pastelitos. Toda una tradición merideña concentrada en lugares tan pequeños.
Hay algo importante por saber, la relación de madres e hijas en el pasado. Como manejaban las discusiones durante la adolescencia, la verdad, algunos llegamos a la vejez sumamente frustrados, encerrados en jaulas, con un poco de crios de nuestros hijos. Vemos a la madre y mujer de madera delante de nosotros, vestida muy elegante de color rosa, pero, que ha renunciado al contacto con la gente, simplemente nunca en su infancia hubo una relación materno- filial que se proyectó en la adolescencia. Ya adultos, somos incapaces de frotar bien la ropa y apretarnos contra ella. Menos hacer un buen acto sexual, gritamos solo por afición.
Pero, hay gente de sentimientos muy nobles, que les importa el dolor ajeno Dejan atrás la vomitez de sus cuerpos. Basta de oír insultos, tengo mi ética, nunca venderé mi alma. Nailette fue a mi rescate y renunció a su arroz chino para canonizarme en el momento. Nadie me intimida, nunca salgo huyendo. Al amor con torpezazo trato hasta percibir su verdad. Hay falsedad y ventorcillas espirituales, nunca me distanciare de mi existencia alligena, estoy entusiasmado por el vencimiento de los tiempos y realista para siempre.
Nuestro corazón es completamente extraño y algo que no podemos cambiar, solamente nos resta tiempo para sentirnos y amarnos, para ir en segundos a la eternidad. Allá extrañare ese tiempo y, ver como perdió la cordura y el jamás ser vista por algo tan lejano que abordo su corazón y minó su sangre en contaminación virulenta con sus futuros sueños.
Es necesario, comprender que ya no somos un cuerpo, constituimos un campo de batalla donde las fantasías e imágenes logran que nuestros pensamientos alternen sus escenarios para extendernos más allá de lo que creemos. No le doy límites al amor, porque nunca dejare de gritar, menos llorar. Siempre, es bueno conseguirse un payaso que nos haga reír y nos complazca con sus historias. Alguna vez, me dirán que desaparezca de sus vidas y ojala no me tengan miedo.
Me gusta disfrutar los días esplendidos, salgo a pasear, luego de echarme una crema refrescante de niños y, con buen tino comienzo a escribir sobre algunas experiencias, que, el tiempo se transforma en un rompecabezas infinito, para éste tiempo desearía tener una refriega para ver cual es el mejor en perder.
Uno, debe tener cuidado con lo que intenta saber, porque existe un gran riesgo al abrir los ojos. El cine y la música solo constituyen una evasión y, al fin y al cabo, filosofar es una necesidad para entender el amor. Lo importante es que uno de los amantes se perfeccione para trascender y ganar en amistad, ya a esta edad tenemos que dejar de vivir para inventar el otro Yo, constituirá nuestra regeneración. Siempre el faro iluminara nuestro camino, nunca estaremos en solitario y la última vez que entre a Las Piloneras fui de la mano del cura que oficiaba misas en el Seminario Kermaria, todo había cambiado, hasta la administración del restaurante chino
Ya no tendré oportunidad de lancear jicotes, ni balancearme en los acacios, solo veo al Chama cuando paso y degusto mi pensamiento en el estampado de su vestido al ir a comer pastelitos en La Coromoto o Las Tapias. Esto, lo escribiré toda la vida, porque no hay fin en las veladas de su canto en las noches de grandes fiestas. Y jolgorios matitunos al compás de un buen canto