Más que placer, muchas damas en esta época postmoderna buscan la manera de manipular a sus esposos gimiendo en plena cama durante el coito o simplemente tocándole la mano, cuando éste conduce en las grandes autopistas de la capital. Se han realizado investigaciones, donde se demuestra que las expresiones de amor reflejan un comportamiento ambiguo por los detalles que reflejan el contexto y, los hombres exigen una repuesta más simplista con el fin de tomar el control consciente de la situación y darse un mayor beneficio con el fin de mostrar un clímax más sincero y espontaneo. Y, así evitar eyacular inmediatamente que se inicia el proceso de copulación. Los porcentajes se disparan, simplemente, cuando las encuestadoras dan índices de preferencias entre el hombre y la mujer. Lo que indica que el sexo oral y la estimulación clirótica representa un 42% de prefencia en el mundo de la pareja, otras estadísticas muestran que muchas damas no sienten satisfechas por el trato dado por sus esposos en el acto sexual. Algo importante de notar es el olor que se desprende cuando ambos inquietan sus cuerpos para llegar al orgasmo. Algunas veces, nos encontramos con una respuesta incorrecta. La vulva, como el pene deben mostrarse totalmente limpios para provocar la excitación y mirarla cuan variada es, nos permite ver la manera que el sexo refleja una igualdad de condiciones en el género.
Una amiga, expresó que la vida es como un libro, donde cada día abrimos una nueva página para contar nuestras aventuras y, aprender de ellos. Por eso,- exclama- debemos hablar muy bien y, en éste sentido no herir y despertar resentimientos. Por esto, siempre se debe estar en paz para ejecutar cualquier condición de equilibrio emocional. La conciencia es frágil, pero, la belleza del alma nos llega a estar seguro de sí. Por eso, cuando entramos a una casa residencial por un agujero de la noche, siempre se debe ser austero y elegante, como firme, para evitar sentir lo hueco y débil que somos en algunos momentos. Amar y orar, es una experiencia maravillosa, donde todos formamos parte y con un silencio profundo en la conciencia, buscamos modificar nuestra actitud para lograr que nuestra pareja sepa lo que somos.
Por lo general. Hacer el sexo no tiene horario, determina una acción para resolver algunos enigmas, cuando la pareja adversa la confianza y, los juegos permiten al matrimonio la pureza de reencontrarse. Margarita Roda, una amiga argentina me señalo recientemente: “La mayoría de los seres humanos. Somos como hojas que caen de los árboles, que vuelan y revoletean por el aire, vacilan y por último se precipitan al suelo, otros, por el contrario, casi son como estrellas, siguen su comida fijo y ningún viento lo alcanza, pues, lleva en su interior su ley y su meta.
En los institutos de enseñanza básica y superior, la sexualidad ya es un tema apremiante como controvertido. A nuestros jóvenes no podemos provocarlos en temas inútiles, es necesario vincular cada propósito para entender las funciones reproductivas del genero y como estimular el apetito sexual, buscan por cualquier medio, el manejo del tema para convertirse en pioneros de una experiencia afinatoria.
Para amar se necesita mucha creatividad y fantasía e invertir bien el tiempo para que este hecho se repita y favorezca las partes involucradas y, estemos en trance para manifestar dicha actividad y, de esta manera tendremos el control del miedo, ansiedad y al momento del orgasmo y eyaculación se activa el organismo para entender nuestras emociones. El atrevimiento, estimula la adicción del sexo, donde la naturaleza convierte este acto en una situación intima, a la vez para lograr generar confianza en las partes. Asi que son dos elementos que se unen, el contacto físico y la fantasía sexual.
