Aventis Emiro Vera Suarez
Algunos empresarios en Venezuela, vienen valorando algunas propuestas al
gobierno bolivariano, presidido por el Tte. Coronel® Hugo Chávez Frías con el
fin de ofrecer una economía de opción para lograr armonizar algunas leyes de
legislación comercial y evitar que la buhonería arrope las compras de algunos
consumidores que acceden a la tentación de sus productos, aunque se mantienen
al margen de la ley al no cancelar sus
impuestos. Pero, el gran problema es el dólar paralelo que ya se marca en
quince (15) dólares originando escasez y núcleos de paraísos fiscales en la
misma estructura del Estado. El gobierno, institucionalmente viene luchando
contra los mismos a través de mercados populares como Mercal y PDVAL, pero es
preocupante la situación porque algunos industriales militan en ONGs y organizaciones anti partidistas como Primero
Justicia que estimulan la anarquía, destabilización y planifican la posible
muerte de nuestro presidente en sus campañas mediáticas.
Estos hombres dedicados a las finanzas y el mundo empresarial aseguran los precios de las grandes
trasnacionales que ofrecen sus productos en el país y se reparten las jugosas ganancias,
violentando las regulaciones del régimen
actual, más cuando nuestro campo tecnológico viene suplantando los viejos aparatos audiovisuales por LCD y
LED, caracterizaciones de la pantalla liquida, línea blanca y repuestos
automotrices. Aunque existe una normativa antimonopolio, se allanan los caminos
para violentarlas.de una manera fraudulenta, ganándole a cada producto hasta un
trescientos por ciento de su valor.
Los paraísos fiscales vienen imponiendo de manera definitiva sus nuevos
precios de una manera increíble y no les importa cometer delitos económicos y
el delito de fraude es difícil de controlar y las transacciones se logran
muchas veces con el dólar paralelo para lograr una armonización de las partes,
pero que perjudica ferozmente a los consumidores, quienes se sacrifican cada
día más, a pesar del esfuerzo de la presidencia de la república en regular
estos precios prohibitivos que solo son saludables para los monopolios de
nuestra economía.
El gobierno bolivariano ha querido concertar con algunos industriales y
fabricantes para lograr un concierto económico, donde el sacrificio sea de
ambas partes, pero algunos centros de trabajo de nuestra burguesía considerada anti
gobierno se niega a las reglamentaciones y su mediatismo marca la diferencia,
llegando a comprar gran cantidad de televisores, cocinas y aire acondicionados
en los hipermercados del gobierno para revenderlos a un elevado precio a los consumidores
fuera del marco de ley. A esto, le llaman el nuevo nacionalismo financiero,
haciéndonos recordar la antigua burguesía europea de la Edad Moderna.
La economía venezolana no debe precipitarse hacia la especulación, abuso
del dólar paralelo y una inflación desbordante. Hay desenlaces provisionales,
pero, la persuasión ya no es un acto de fe, eiste un abuso agresivo sobre el
precio de ventas y, claro, esta, un verdadero ejercicio de desmemoria, la
cuestión en fondo es el asunto de liderazgos y la actitud de la Asamblea
Nacional, allí los diputados de oposición son verdaderos cabriolas de carácter
político, la mayoría son empresarios que no tienen nada que ver con el pueblo.
Ya hay mucha cola y quejas, el comercio debe mejorar para incentivar el comercio
sano y los gerentes de hipermercados bolivarianos deben enseriarse y ajustarse
a derecho para evitar escaramuzas preliminares y abuso de poder.
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