Nunca sabré ni cómo ni por qué,
que a pesar de un designio irreverente,
cuando la vida me golpeó furente,
un pétalo a la vida le arranqué.
Un pétalo de dicha que encontré
cuando cruzaste misteriosamente
la senda de mi vida de repente,
como un sol que amanece y ya se fue.
En medio de los golpes de la vida
fue contigo ese pétalo que hallé
cuando toda esperanza estaba ida.
Eres tú el pétalo que tanto amé
y por ti en mi sendero aparecida,
un pétalo a la vida le arranqué.
Emiro Vera Suarez, Marzo 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se publicarän notas que contradigan o reflejen un criterio contraetico