Fuente Literaria
Mi cama esta
desentendida desde hace mucho tiempo. Voy de un lugar a otro, dando una
diversidad de vueltas. A mi lado, existe
un cadáver y una multiplicidad de sueños, no logro destrozar mi propia
personalidad y busco la hora perfecta para encontrarte a ti. Estas en condición de muerta, porque, no
respiras ni te levantas de mi cama, voy a la autoconciencia para reflejar mi
rostro en el espejo y ver el principio de mi autenticidad.
Lo que me faltaba, el
movimiento de mi propio espíritu. Ya no
es mi alma el que guía mi sangre a una razón cierta de mi porvenir. La cita es con mi propia encarnación que me lleva
a un pensamiento de eticidad, aunque en mi país la moralidad es muy subjetiva,
ya que, la conciencia es individual
antes de ser colectiva y me lleva regir el tiempo. Por eso, no me gusta el
ajedrez, el tablero es muy pequeño, para la grandeza de la vida, de allí que es
esencial el desarrollo de la autoconciencia. La vida se abre paso en su propia
forma. Mi identidad es una sombra adulante que improvisa sus pensamientos y nos
lleva, algunas veces a ser mitos del pasado. Nada hará cambiar, mi amor por ti,
los fantasmas son mis testigos., jamás seré invencible, muestro mi imagen y no
proyecto lo mismo, poco a poco me voy convirtiendo en un ser extraño.
Los días pasan, solo
busco mi libertad. Ya estoy cansado de estar entre cuatro paredes, escuchando
voces de una sola vez, solo sueño con esa mujer negra clara que me enseño su
hilo dental y me exigió un grupo de peticiones, yo solo le exigí que me llevase
a Dios, en total es él, quien me acompaña cada noche con mis palabras cruzando
la telefonía celular, todo queda limitado a una sola mujer y a un solo Dios.
Necesito, que, me perdonen mis pecados.
Hasta cuando, ser
arrastrado por el mismo río. Deseo ser feliz, nadie me toque. Deseo conocer más
de cerca tu corazón y asentar con mi almohada, la felicidad hacia ti. Es
nuestra existencia,
Siempre, me veo en los
pasillos del supermercado. Es la misma gente haciendo colas, comprando los
mismos productos, estamos al borde del mantel, es una migración de personas, de
mesa a mesa. Mientras, me duermo, nuevamente solo.
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