Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

jueves, 12 de septiembre de 2013

Píntame


2 de septiembre de 2013 
 Suyai Edith Moncada, Valparaiso Chile
       



          Desde mi ventana  observo   el parque,  veo los arboles   desnudos  agitándose  con la brisa que al pasar  los  mueve sin piedad.

 La tarde  esta gris, es otoño  y  me siento triste. Los senderos   tapizados  de marrón cobrizo me ponen melancólico.  Imagino crujir las hojas bajo las pisadas indolentes de algunos   transeúntes que pasan apurados.  Nadie mira a nadie.  Estoy solo   invisible ¡Cómo cuesta sobrevivir!



Las  hojas marchitas  se esparcen  entre  cada  ráfaga de viento que las encumbra  por los aires, danzan y  caen desordenadas formando una alfombra digna de pintar.

Mi tristeza aumenta a cada minuto, estoy  en completa orfandad.  Las horas son   lentas, dolorosas.

  A mi mente surges tú, angelical, etérea. Tus ojos esmeraldas, y esa mirada  que cautiva penetra, como  descubriéndome, tratando de  conocer mis secretos, que no tengo,  porque tú eres  mí secreto. Te veo venir  a mi estudio, silenciosa, tímida,  alborotando mi vida. Sin embargo disfruto cada momento    que tengo tu  compañía. Tú viniendo a mí, yo ansiando que las horas se  detengan  y no te vayas pronto. Amo tus largos silencios,  tu calidez que se ha hecho mío.



 Llegas, te sientas aquí, donde hoy  parado al ventanal , miro el  mundo de afuera. Descorres  las cortinas, abres  y dejas entrar el aire fresco.  Juegas con tu pelo, absorta por  unos  instantes, y yo hago como que no te miro. Te mueves  coqueta, con  ese aire de ausencia que me encanta. ¡Te sabes bella!

   Posas   ingenua frente a mí, tu boca, tus ojos  inquietan,  no puedo   pintar, tu belleza  me deslumbra.

Tienes  ese magnetismo que adquieren las mujeres  que se sienten  admiradas, amadas.

Sonríes y el perfume de tu  silueta me  envuelve,  embelesado me acerco,  te acaricio, te beso.  Muerdes mis labios con suavidad, te ocupas de mi boca, la recorres  toda  y me haces tu prisionero.

 _Nadie  te besará  de esta forma_ dices, Porque  mis besos los he creado  para ti.

_Mis besos en tu boca,  llevan mi sello._ Y  mordisqueas mis labios hasta  hacerme gemir. Tienes esa manía  deliciosa de llevar mi labio a tu boca  y  morderlo. Te enojas cuando digo que me has dado un beso sádico, entonces ríes  con esa risa tan tuya que envuelve el estudio y lo  transforma en un  laberinto lleno de ecos  de amor  y seducción.  En esos momentos  la felicidad me inunda, nos inunda.

  Esos besos tuyos tan atrevidos, dulces como almíbar subyugan, alteran. Nunca  me habían besado  como lo haces tú, tus labios  me  convierten en tu esclavo,  lo sabes y haces de mí lo que deseas. Te enlazas a mi cuerpo como serpiente encantándome, y pierdo la noción del tiempo. La pintura y el trabajo  carecen de  importancia , tú eres lo único que deseo.  Mi respiración se  precipita y la agitación hace presa de mí,  tus manos me  palpan, moldean  mi piel  y vas  pellizcando mi espalda.  Mi cuerpo temblando de pies a cabeza.  Te sulfuras, dices: que es preciso que gobierne mis impulsos, que debo aprender a controlarme  y  es que cada  beso tuyo, cada palabra  me enciende  y ya no puedo tener calma.  Alargas  tus manos y recorres con las yemas de  tus dedos  mi cara. Cierra los ojos dices, ­y  ronroneas  detrás de mi oreja,  besándome, la nariz, el cuello. Bajas  por el pecho mordiéndome  con suavidad, sigues bajando y me susurras  palabras  inconexas.  Me doy vuelta, te tomo de los hombros y te dejo inmovilizada   Te hago  el amor  incansablemente, mis  deseos de ti son insaciables. Tu entrega  es  indefinible. Juramos amarnos hasta el fin, y tú dices; hasta el  fin del hechizo, y ríes.



_Píntame con los colores del amor _  dices. El canela de tu piel, me quedará bien en la sombra de los ojos. _Píntame de rojo carmesí  los labios,  has que tus pinceles hagan derroche en  mi piel.  Tu risa retumba en mis oídos, ríes y todo en ti es magia y alegría.

 Me pides  que escriba  mi nombre en cada espacio de tu piel. Que marque huella. Cantas viejas canciones de amor  en mi oído  “Nunca, nunca  te dejaré”, “Si tú no estás, la vida no puede ser.” Me embriagas con  tu canto de musa angelical, la felicidad me envuelve.



   Al  anochecer  te  marchas,  me   lanzas un beso,  tus ojos  tienen  ese brillo de picardía e ingenuidad,  te sonrío . _Volveré   mañana  susurras, cuando el sol  esté alto.



 Vuelvo a mis pinturas, me dejas  ensimismado  y   una parte de ti se impregna en mí. Tu belleza queda plasmada en el lienzo. Mi mejor obra  de arte eres tú.

Tu olor de almendra  permanece en mi boca inundando la habitación.



 Los días   pasan,  y pasan.  No vienes, mi vida carece de sentido,  pintar se me hace agónico, un dolor  agudo me atraviesa el pecho. Sin tu presencia las horas son tan largas y tediosas.

  Es imposible ser feliz, cuando se ha bebido el amor  y luego  mueres de sed.

 ¡Qué agonía me  produce no verte! No sé dónde  buscarte. ¿Por qué  me has dejado?

     ¿Fuiste  sueño o  realidad?‘

Creo verte  venir, y no llegas….tus pasos  los escucho  y al  llegar a la puerta se pierden en la nada, no estás.

Miro  por la ventana, la calle tapizada de hojas  cobrizas, alguien canta en  susurros.

 “Nunca te dejaré”.”Si tú no estás  la vida no puede ser”

 Pero acá no estás,me envuelve la melancolía, no viniste y no sé si volverás.

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