Aventis
Emiro Vera Suárez
Las organizaciones de
izquierda en Venezuela, vienen mostrando un gran entusiasmo por las últimas
acciones del presidente Nicolás Maduro Moros, quién espera seguir el Legado del
presidente Chávez, pero sin el atavío militar. Ante las motivaciones, esta mostrando
su carácter y saca sus uñas para defender al oprimido. Aunque, curiosamente
surge una diversidad de interrogantes sobre el cumplimiento de las últimas
decisiones por el comercio que ha sido sancionado por corretear con una ola
inflacionaria a su favor y en contra de los consumidores, leáse el pueblo. El
gobierno socialista en éstos años de gobierno, se encuentra jugando a la
historia para ocupar un nivel de autoridad. Todos van a pie, observando como se
articula una gestión que busca no ceder ante las pretensiones de una oposición
sin organización y solo refleja un conjunto de imágenes del pasado.
El presidente Maduro
Moros sabe, que, desde estos momentos solo debe contar con un grupo mayoritario
de militantes para afianzar su plan ambicioso y lograr planificar sus programas
de gobierno. Por esto, para definirse debe acudir a una habilitante y una
redifinición de las normas políticas ancladas en la Constitución Bolivariana de
Venezuela.
Ha dado un golpe
certero a quienes promueven una guerra económica y un golpe político a quienes
le adversan en la Asamblea Nacional. Sabe que cuenta con el voto mayoritario de
los venezolanos y cumplir las tareas diarias del gobierno, es su obligación
para darle sentido al famoso Legado de Chávez, quién se inició con el libro
Azul. Su deber es garantizar la democracia con tareas de estabilidad y
crecimiento.
Ya ir a épocas
pretéritas, corresponde a otro tiempo. Las sanciones están a la vista, solo
basta cumplir con las normativas de ley. Todo apuntala a un gobierno de calle
que consagre un conjunto de voces que manifiesten el derecho de actuar
directamente sobre los sospechosos que desean quebrantar el poder y la acción
del Estado sobre las normas civiles.
Ya no hay un
incremento sobre la polarización de partidos políticos, porque, la centro
derecha se ha sepultado a sí misma y, es inútil lograr un consenso y es
evidente que su base de poder tiene ayuno en la experiencia política y su
preparación para romper con el aislamiento burocrático en que se encuentran.
Maduro, probablemente,
estaba consciente de que éste paso contra los comerciantes inescrupulosos y el
dolor del pueblo, había que quebrantarlo sin obviar el espíritu fundacional de
nuestra democracia e ir contra la oligarquía de poder, arremetiendola
fuertemente.
La reforma al comercio
venezolano ha sido saboteado varias veces y, le han acontecido numerosas
acciones donde lo ideológico no ha sido lo resaltante, sino la presión de un
pueblo que en resistencia, exige una vida más justa. De verdad, es un desafío
totalmente descubierto en una feroz campaña y ataques de grupos económicos muy
fuertes.
Hay que salvaguardar
los avances logrados hasta el momento y seguir apoyando la investigación a
empresas fantasmas y lograr saber, quienes finacean laboratorios mediáticos que
confunden al pueblo. La reforma a la ley del comercio es necesaria como la
sanitaria, se debe hacer un verdadero liderazgo en nuestros asuntos domésticos
y lograr la identificación de los valores patrióticos con la actualidad.
Necesitamos principios para oxigenar nuestra economía y lograr desarrollar un
pensamiento progresista en cada ciudadano.
Es la hora de la
verdad. Los rebrotes nacionalistas deben aparecer y dar entender que la
política es sentimiento y que el mismo, debe encontrarse ligado a la patria.
Todos, debemos gozar de esa propiedad, porque es un legado, un principio
político. Se debe identificar la militancia política con la realidad y no
aventurarse en los intereses comerciales, como una concepción tendiente a
facilitar la libertad pública.
La historia del país,
no es personal para defender el país. Es necesario, preservar ese acervo dejado
por nuestros Libertadores y, es el momento de rescatarlos. Es la construcción
de la patria, bajo un conjunto de manuales que convergen en un solo pensamiento
en el ejercicio político del Estado y sus memorias. Me refiero a la
documentación dejada por el presidente Hugo Chávez Frías. Es una dimensión
estratégica para ver el futuro e ilustrar crudamente algunas visiones que le
dan legalidad al futuro, que, jamás sera estático.
Estamos en un tiempo
presente, la modernidad busca atemperar las fobias, y darnos igualdad a través
del ejercicio de la libertad, el socialismo se ha ampliado y busca labrar su
propia fortuna, obviando algunas estigmatizaciones opositoras. Es el momento de
trazar la genealogía de una conciencia progresista, avalada por la libertad.
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