Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

sábado, 24 de mayo de 2014

MAR, SERENO PORTEÑO


Al Cuji.
Emiro Vera Suárez
Verdiazul de las aguas del malecón porteño,
Tus olas bañan las rocas, con blancas y brillantes espumas.
La arena, extraña las tibias gotas que caen en sus imensas
Playas, eres mi luz, mi norte y tu mi luz, mi Puerto Cabello.

Mi espíritu nació rebelde, no deja que me oculte.

Jamás, el amor será para someter un alma, solaridad, acompañamiento,
Que puedo sentir  por ti. Lo vivido, lo doy por entendido. Nunca lo fue, los girones quedaron n un desdichado sentimiento. Se aperturó.

El mar porteño, es total y presente. Nos retorna al origen, espera.
¡Ser mar!. Ser espuma!.
El rocío en el mar, cubre nuestras mejillas, mi rostro siente tu aliento.
Al mio. Y se confunden, es un traslado a la luz del infinito.
Es el canto de las aves que se unen a mi vida.

Brilla el aura con la luz de la conciencia, estas y siempre estarás.
No habrá ausencia, aunque los cuerpos no se toquen, sueños
Siempre serán.

Es una triste experiencia, No hay nada que hacer. De lejos. Nadie es virtual,
Es una enfermedad, lo estaré.

Mi amor por ti, no se podrá borrar, estaré solo, sigo mi esperanza.
Detrás de ti. O tu amor. Soy humano, quiero a mi mujer. Tu.

Debo serenar mi espíritu. Prefiero irme de las rocas del malecón..

Deseo, someterme a tu sentimiento, el amor es verdadero y único,
Lo demás es lisonjería.

Somos la esencia y el éter de la vida, solo hay una petición.
Eres mi hermana en Cristo, y no pudo pensar historias, se fue.
Así, son mis semejantes.

Ámame como yo te amo. Siempre el Espíritu Santo guíe tus pasos, siempre hacia la luz, éste día será de bendiciones. Nada es obligado, soy tu gemelo.
Ni quisiera, que respondas, sí nada tangible hay o entendible.
Quién te curo y curara. Tuyo siempre.
Soy todo lo que soy. Ordeno lo que seré, entrégate sin ataduras.
Sin miedos, sin desconfianza.

No hay heridas, lo cura el mar. Eres bella, sana. Te veré adelante.
El rocío
en el mar, cubre nuestras mejillas, mi rostro siente tu aliento.
Al mio. Y se confunden, es un traslado a la luz del infinito.
Es el canto de las aves que se unen a mi vida.



Adiós amor, no es una despedida, la soledad sigue entre las espumas.
Nada es obligado, nada es mendigado. Que puedo, que pienso.
La sal es un Cero. No puede haber excusas evasivas.

La distancia y el éter, mi espíritu se llena de ti.

No te alcanzo, que quieres que te diga, no he sacado a nadie
De mi vida.
Estamos sin conexión física y espiritual y el humo arropa los cuerpos.


Dios, ilumina mi mente, con verdad. El amor se cree, no se mendiga.
Lleno mi corazón de amor, inspira mi voluntad con fuerza.
Enuncie la oración

No he sacado a nadie de mi vida.

He amanecido, como todos los días, nadie priva mi libertad, solo tú.
Sin aquel rostro de lejanía. Acércate al amor y estaré contigo.

Toda la vida.

Parece mar, que luchas, encuentrate. O porque yo te encuentre.
Estás, como en un parto, clama las botas en seco.

A sus olas, sin sal nada las mueve, quedará como sábana y testigo.
Son cuatro o cinco meses, no es un puñal, deja en la isla el cuerpo,
Cual saliva inexplicable.
24  de Mayo 2014






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