Aventis
La despolitización de ciudadanos se acrecienta
en Venezuela, ante la poca perspectiva y comprensión de los líderes organizados
en partidos políticos para solventar situaciones sociales de parroquianos y
personas que se dedican al agro, fuera de los contextos geográficos de cada
entidad federal. Esto, ha llevado a una confrontación de sectores
oposicionistas y oficialistas para controlar la distribución de alimentos-
CLAPS- y la adquisición de rubros de la cesta básica en los mercados
periféricos y auto mercados a nivel nacional.
La poca inversión del factor empresarial a la
pequeña y gran industria se debe a la implementación de la entrega de alimentos
procesados por el sector privado a los Consejos Comunales, que, hasta ahora
reflejan poca voluntad para atender a las comunidades y organizarse en Comunas.
Más allá, la investidura de Donald Trump
sorprenderá a muchos seguidores del oficialismo que le dieron su apoyo
desinteresado, porque reflejó en las redes sociales una contramarcha de las
expectativas de una guerra mediática y asimétrica, pero, que evidenciaba la
reorganización de las burbujas financieras alrededor del sistema capitalista
para darnos un colapso destabilizador de índole económico, cuando ya los
bachaqueros y gorgojos cumplieron su primer papel de desorientar a los ciudadanos
y cerrar el ciclo del tercer colapso bursátil de nuestra moneda a nivel del Sur
y el mundo europeo, donde queda la sede principal del Fondo Monetario
Internacional,(FMI) y se busca asesoramiento financiero, luego de motivar la
cruel guerra que culminó con la muerte imprevista de los presidentes, Sadam
Hussein, (Irak) y Muhammad Gaddafi, (Libia) y el debilitamiento de Siria.
Jamás, me he atrevido escribir o hablar de
Guerra Económica. Es solo un factor de la incentivación de un caos financiero
que se inició en el año 2004 y tuvo su punto de apogeo en el 2008, con la
entrega de dólares a través de las Tarjetas de Crédito y la captura del billete
venezolano con mayor valor. Los grandes almacenes de vestuario y artesanía
colombiana se prestaron al juego junto al Banco Santander de origen español y
dueño del antiguo Banco de Venezuela y, era el momento preciso para desmantelar
esta fechoría contra Venezuela porque toda la red bancaria estaba y está presuntamente involucrada para destabilizar
el gobierno bolivariano de Venezuela presidido en un momento por el Tte.
coronel, ( ejército) Hugo Chávez Frías y en la actualidad nuestro hermano
Nicolás Maduro Moros que con su carácter ha dado principios de moralidad
pública para derrotar estas aristas del nuevo fascismo apadrinado por el Reino
Unido, ( Gran Bretaña, Irlanda y Escocia), Estados Unidos de Norteamérica,
Ucrania, Suecia y Colombia.
Ha llegado el momento, el presidente Nicolás
Maduro Moros debe de desplazar de sus cargos directivos a funcionarios del ejecutivo
y gendarmería militar o estadal involucrados en los delitos de cooperación
hacia el Plan Cóndor en su segunda fase, Balboa y fronterizo en deterioro de
nuestra economía y de la sociedad venezolana, se debe revisar los expedientes
de todos los pensionados extranjeros en el país, porque es una cadena delictual
que arropa Ecuador, Colombia, Guyana, Brasil y Venezuela.
Como de nacionalizar la banca y romper con
factorías cibernéticas que tienen acceso a los ahorros del pueblo. Es que los
cooperadores del delito se la ingenian y en el Municipio Rafael Urdaneta
inventaron Los CLAPS privados y deben reunir una cierta cantidad de dinero para
hacer un bolso y comprarle a los mercados del territorio una mercancía a ser
distribuida entre los contribuyentes y queda un fondo para futuras compras,
siendo una estafa porque el coordinador general, Freddy Bernal, habla es del
CLAP público y la persona que tiene una mayor adquisición de dinero dirigirse a
una Oficinal del Plan Soberano de La Patria y comprar directamente los
alimentos que requiera su grupo familiar.
Debemos movernos con cautela por la data de
beneficiarios a nivel público y privado, las planillas son tomadas de Internet
y llenadas con los registros del RIF, cédula e ingresos y han ocurrido robos al
bien público en la parroquia.
Todo, se ha acumulado. Desde la circunstancia
de nuestra economía hasta el bachaquerismo, pero, todo es una secuencia de
confabulación y seguimiento mediante las redes sociales, son bandas delictivas
organizadas que son orientadas desde el exterior en daño al patrimonio público
venezolano y de los ciudadanos que hacen vida activa en el país.
Acuérdense de Mi Casa bien Equipada, Carros
Bolivarianos, dos programas sociales del pueblo que fueron desviados por
empresas fantasmas. Así sucedió con el Bolívar fuerte, Los Claps y ahora los
billetes de Cien.
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