Aventis
Ninguna Constitución,
debe hacer apología a un criterio revolucionario, aunque en el fondo se hagan
revisiones que avancen hacia ese sentido patriótico, el mejor sentido de las
cosas es hacerlas y no ejecutar programas que determinen un proyecto en cada
provincia del Estado Bolivariano. Estas evaluaciones se irán archivando en el
Palacio de Miraflores para su respectiva evaluación y, en el período
correspondiente avanzar con el pueblo hacia el camino de una evidencia geopolítica.
Todo ello, conlleva el trabajo de un equipo de juristas que en un solo
pensamiento e idea nos refleja el sentir del pueblo. Allí, nace La
Constituyente, el pueblo vota por un conjunto de asuntos jurisdiccionales que
le favorecen territorialmente, nunca una Constituyente es avalada por el Estado
para convalidar un poder constituido, es una fechoría a groso modo. Por
ejemplo, antes de llamar a consultas y validar, en el cronograma de trabajo de
Hugo Rafael Chávez Frías se acordó disminuir las entidades financieras, porque,
los accionistas son los mismos y unificar los partidos políticos a dos o tres,
más no. La idea, es darle fuerza al musculo del Estado y que cada institución
se aboque al desarrollo e industrialización del país.
El militarismo, ya
cumplió su papel en la estructura del Estado, así lo pensó el comandante.
Cuando el gano las penúltimas elecciones generales a presidente, hasta allí
llegó lo transitorio y empezaba el verdadero gobierno socialista y democrático
bajo su mando, a los dos años siguientes iríamos a una Constituyente para
reformar algunos postulados de la IV República porque el pueblo dijo NO al
cambio de ciertas actitudes del Estado, como la viejísima Ley de Comercio que
causa estragos en la viabilidad del mercadeo globalizado y cuyo destino final,
le causa mucho costo al consumidor, también la Ley del Periodismo, porque hay
un abuso con las cableras y redes sociales y CONNATEL carece de disciplina para
sancionar los abusos que vemos a diario por las computadoras o internet, está
claro que algunos aspectos de esa realidad tiene necesariamente que ser
modificada y, no es cuestión de libertad de expresión.
Esas ponencias se
encuentran ya dadas, pero, el pueblo poco participa o no asiste a los
Congresos, por ejemplo, hay algunas ponencias educativas aprobadas y que los Colegios Privados se envalentonaron y se opusieron, eso data desde la época de Aristóbulo Isturiz y el
Ministerio Popular de La Educación, los engaveto por medio de causar opiniones
contrarias, cuando esos trabajos expuestos y condensados luego, servirían para
darle mayor contenido de responsabilidad al alumno y, que debería ser crítico y
no un simple espectador, luego vendría la entrega de canaimitas, laptops,
tablas y computadoras a los estudiantes, en una verdadera masificación
educativa. Pero, la última fase se cumplió en parte, las tablas en Misión Sucre
le fueron entregadas a colectivos pasivos y armados que hacen vida dudosa en
los sectores populares y bachilleres que dejaron de estudiar, a pocos
estudiantes activos se les tomo en cuenta y, esa entrega fue más de circo que
de responsabilidad académica. Con esto, quiero decir que los programas
revolucionarios se empiezan y no terminan, las canaimitas si fueron dadas.
Por lo tanto, esta
Constituyente tiene un carácter presidencial y atornillar a dirigentes
políticos que ofenden al pueblo desde los medios de comunicación social y darle
un aspecto cooperativista al voto laboral, esto, quiere decir que en un
siguiente periodo presidencial no habrá elecciones generales, porque sería un comité
que procedería nombrar al presidente, en una réplica del modelo cubano, lo que
hacemos es copiar y no generar principios propedéuticos de una realidad social
vivencial.
Pero, nuestra
Constitución, refrendada en 1999, también fue objeto de consultas, con otros
modelos y cada constituyentista asumió su rol e interpretó lo concebido y, que
el pueblo asumió como una realidad.
El presidente es la
herramienta para ese dialogo nacional y donde el lenguaje, necesariamente tiene
que ser moderado y sin ningún tipo de asesoramiento o acompañamiento foráneo,
todos estamos obligados a una reflexión, porque las metodologías nunca se
pueden obviar y constituyen un presente hacia la acción pública de servicios. Por
eso, la Asamblea Nacional debe ser revisada a profundidad y su sede jamás debe
ser objeto de perturbaciones públicas internas, menos de los colectivos que
tienen a sentaderos en sus esquinas, aunque es una caracterización de la
política venezolana, después de la dictadura de Juan Vicente Gómez.
Los venezolanos, debemos
hacer respetar las leyes y tiene que haber una modificación en la caracterización
para ser presidente, tiene que ser nacido o originario del país, donde ejerza
sus funciones públicas. Esto, está reflejado desde la colonia y, ningún cuerpo
jurisdiccional puede prestarse al juego de palabras y etimologías, semánticas y
hermenéuticas sobre sus descripciones, hay una definición lineal y así debe
ser.
La Constituyente debe
darse en un clima de acción directa con el pueblo y no por consejas extranjeras
o internas y cuyos fines, es conocido por todo el pueblo, la perpetuación del
poder, sin importar las consecuencias letales que traerían tal propósito. Ya el
pueblo, empieza a protestar en las zonas populares con fuerza porque sus necesidades
primarias o le son tomadas en cuenta, quienes ejercen el verdadero gobierno son
extranjeros y los militares superiores y subalternos, como los dirigentes políticos
son víctimas de ese acontecer político, muy puntual por las medidas económicas
que no se previeron en el pasado.
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